Hemos de entender este problema como una guerra química contra la juventud. Son muy conocidas a lo largo de la historia las formas de herodismo (nombre dado a la aniquilación de la niñez y juventud), de liquidar a las nuevas generaciones. En las últimas décadas se dio Vietnam y otros casos, ahora hay una forma muy bien planificada que comienza con el adormecimiento de las nuevas generaciones y termina con su aniquilamiento, además produce un efecto calamitoso sobre el resto de la población; es muy alarmante y se mantiene así a toda la gente en vilo, enfrentando este peligro impresionante.

Esta guerra es clara porque evidentemente ningún Gobierno hace nada realmente eficaz y oficial, todo está encubierto, sin resultados definitivos, a medias. Este es otro tema en el que hemos de estar esclarecidos por las tremendas consecuencias destructivas que tiene sobre la juventud, sobre las nuevas generaciones que tienden a un futuro distinto al del sistema establecido.