Lo estructural es por sí el conjunto de cosas organizativas, porque poner cosas en marcha con dirección, no es solamente convocar, o esclarecer o relacionarse con gente; es ayudar a organizar y organizarse; es como una materia, un metier… que la gente hace con gusto, no a contrapelo, obviamente. Si a alguien no le gusta lo estructural no es problema, lo importante es dar con lo que SI le gusta, (otra vez eso de los complementos, de lo que une, de lo que va, de trabajar con el SI). Lo estructural es el motor de todo, se pueden hacer varias cosas (frentes, arraigo, etc.) porque contamos precisamente con el motor esencial que es la estructura, sin la cual no se podría hacer nada. Este motor ha de ir creciendo en proporción a los demás montajes que hacemos. Lo estructural es una capacidad que tiene cierta gente y que no muchos tienen (por ejemplo, en una empresa de cien mil personas; si todos están bien organizados, no es porque todos sean organizadores, sino que algunos son ingeniosos en lo organizativo, y son esos pocos, precisamente, los que permiten que exista tamaña organización). Lo mismo ocurre para detonar procesos, unos poquitos bien emplazados pueden detonar procesos muy importantes, siempre lo que importa en ésto es la multiplicación del fenómeno. (Por ejemplo, en la revolución bolchevique empezaron tres diputados, sólo tres, y además fueron mal recibidos por el resto, pero tenían tanta potencia que ¡menuda la hicieron más adelante!) En lo estructural nos interesan precisamente las estructuras, los conjuntos, las líneas, no los individuos aislados, y mucho menos los personajes. Queremos poner en marcha procesos, proyectos de gran alcance, no anécdotas y cosas transitorias. Lo interesante a destacar es que, aunque parezca redundante, lo estructural es precisamente eso: estructurar (poner procesos en marcha, multiplicar el fenómeno, etc., trabajar con funciones, con intenciones claras, con calendarios) no otras cosas irrelevantes como anécdotas, eventos vistosos, ánimos y desánimos, etc. Uno debe preguntarse si le gusta lo estructural y si está haciendo suficiente por ello, si está en lo real y no en lo formal de la labor.