Tendremos que considerar la estructura de las reuniones semanales, encuentros, etc. Vamos encontrando cierta contradicción entre los medios en los que vamos pegando, y los orientadores. Por ejemplo: un delegado de grupo que conecta con ese medio, pero ahora no puede esclarecer u orientar a esa gente aún conociendo la mecánica estructural. Ejemplo de un delegado de grupo de 18 años y un abogado: en poco tiempo a ese tipo no se lo podrá capacitar para actuar sobre ese medio.
Hay un problema entre el mensaje y su implementación en las reuniones semanales. Hay que aliviarle el trabajo a los nuestros. No se lo puede capacitar tan rápidamente en acercar gente y además en orientarla en base al esquema actual. No bastará con que él transmita slogans. Muchos se inhiben porque saben que eso les va a pasar, entonces ni siquiera se lanzan a armar grupos. Otros se lanzan y luego les pasa eso… Entonces tenemos que facilitarle el trabajo a toda esa gente tan bien dispuesta, y poner esas tareas a cargo de otros que estén más capacitados.
Vamos a ver si de las reuniones semanales podemos ir llevando los temas de trabajo interno a encuentros y retiros. Es indiferente que esos trabajos los realice el orientador o el apoyo. Ojalá el apoyo. Y veremos si podemos suplir el vacío de temas de trabajo interno con lecturas, discusiones y temas doctrinario sobre las situaciones que se dan en lo social y en la vida de las personas. Vamos a llenar ese vacío con esclarecimiento.
Necesitamos esclarecimiento, que las cosas que digan los nuestros sean desde lo nuestro y no desde otro lado. Y esto del esclarecimiento está muy conectado con las reuniones semanales, que son nuestro momento de aplicación a la base. Y si ocasionalmente la gente quiere hacer alguna práctica, alguna experiencia guiada por ejemplo, sin problemas, se hace.