Cuando los iniciados en estos trabajos logran armonizar sus centros dicen poseer «esencia».
La esencia es producto de la relación armónica entre centros. La formación de esa esencia es la que permite avanzar en la domesticación de la energía fundamental.
Explican que el hombre común no posee esencia, sino solamente personalidad y ensueño.
Despersonalizarse es para la Escuela, realizar el trabajo esencial .
A nosotros nos provoca cierto horror el término «despersonalizarse». Esto se debe a que creemos que hemos forjado libremente nuestra personalidad y que ésta es permanentemente definida.
La resistencia sicológica a despersonalizarnos es para la Escuela inicio de la fe que el hombre tiene en algo tan frágil e inexistente en la realidad como son sus ensueños.
La medida del cambio interior puede tenerse atendiendo a las modificaciones del núcleo de ensueño.
Si el núcleo no varía con el trabajo, nada importante ha cambiado en el sujeto.