Frente a la pregunta sobre el registro de irritación creciente se comentó:

Si estamos hablando de la «Santa Indignación «, eso esta fenómeno. Contra los cabrones, todo. Pero que te tome, te jode. No te conviene. No conviene a la economía de tu siquismo. El que se enclima pierde. Pero una buena puteada en el momento oportuno, bien. Y después , seguir livianito. Pero al quedarse resentido, ganan ellos. Lo otro no conviene. Revísalo. Te quedas enganchado y te quita total libertad. No es bueno quedarse prendado, ni para uno ni para el otro. Largas espuma y luego te tomas un cafecito. Y este registro de que se salen con la suya debería estimularte a estudiar. Estudiarlos. Como hacen ? Como hacer?. Pero ese rasgo de quedarse rumiando es una línea que no es conveniente. No es una brutalidad sicológica. Es una opción. Cuando te envenenas tanto con el otro, tendrías que preguntarte que me estoy atribuyendo a mí mismo, pero ese es un rulo. La imagen propia ha quedado disminuida. Hay que examinarlo. Pero si el otro es de cartón y es un piojento, nada, lo saco del medio. Ese no me jode. Hay momentos ideales para hacer una cagada: La Santa Indignación.