Movilizar y Crecer

 

Una etapa de masas toma tal carácter cuando al fenómeno de la movilización le corresponde un fenómeno de crecimiento. ¿Cómo? Entonces, ¿un fenómeno de masas podría ser iniciado por tres tipos? Según estamos diciendo, sí. Porque si esos tres tipos se movilizan y movilizan a otros y además crecen ya son seis. Interesante. Así que un fenómeno de masas toma carácter cuando la gente está cada vez más interesada en movilizarse, porque a cada movilización le corresponde un crecimiento.

Y en una etapa de cuadros ¿cómo será? Será que la gente no está tan interesada en movilizarse, porque si se moviliza pierde gente. ¡Ahá!! Entonces el fenómeno de masas no está definido por el origen o por la cantidad, si es poca gente, mucha gente, si no que está definido por el crecimiento en la acción, por el desarrollo, el plegamiento de la gente a la movilización. Sí, por eso está definido el fenómeno de masas. Así que un acto público, una arrastradera (éramos tres, ahora somos seis) pone en marcha el nuevo fenómeno de la movilización. Esto produce un salto en el crecimiento y además motiva nuevas movilizaciones. Pina, si te vas con tres y le pillas la vuelta y te movilizás a un acto y como consecuencia de ese acto son seis y como consecuencia de ese nuevo acto ahora son doce, te vas a largar a hacer actos. Y se armó el despelote, se desencadenó el fenómeno. Así de fácil. Yo sé que los nuestros están tocando distintos botones, están buscando, están jodiendo hasta que den con la tecla y cuando ésto suceda se va a armar el lío. Ahí está el tema. El tema está en que, aprovechando una movilización, crezcamos. Esa es la tecla con la que hay que dar. Así que estamos en una etapa de franca experimentación (Risas).

En ese caso, entonces, una hinchada deportiva que se reúne para un partido, en ese partido y según lo estamos definiendo, no es un fenómeno de masas. Y no lo es o por lo menos no está en etapa; podrá ser un fenómeno de masas, pero no es un proceso que está en etapas de masas, por que al primer partido deberían concurrir 100.000, al segundo no hay estadio que aguante. ¡Cada partido más gente! No entran en está categorización que hemos hecho. Son fenómenos masivos, son espectáculos de masas, pero no es un proceso de masas eso. La cantidad se explica por el gran crecimiento urbano, cada vez hay más gente que se aglutina en esos lugares donde los números son mayores. Es otra cosa y hay otros fenómenos más en torno a eso. Eso no lo podemos caracterizar como un proceso de masas.

Así que ahí está el tema. Y lo más importante: ¿Cuál es la tecla? (Risas).

Nosotros somos filósofos, cuando hay que hablar de las teclas ya se complica. Cuando se habla de implementación, ya se jode todo. Ahí parece que hay una gran ciencia.

Cualquiera de los nuestros coincide que con una movilización producen crecimiento estructural, se armó el lío, no cabe duda para nadie lo que le pasa a muchos de los nuestros es esto otro: no vaya a ser que movilicemos y después de la movilización seamos menos que antes. (Risas) Entonces, si no está ubicada esa tecla, vamos a encontrar una cierta resistencia a las movilizaciones, y la vamos a encontrar, no porque los nuestros sean flojos o sean inconsistentes. La vamos a encontrar porque no se refleja en esa movilización un crecimiento interesante. Así que no tenemos porque echarles las cargas a los nuestros si a la hora de movilizar, a la hora de mover, hay resistencias. No, no. No hay que verlo como flojedad. No hay que verlo de ninguna manera así. Hay que verlo como el fenómeno estructural que se produce. Y los nuestros son estructuritas por excelencia y plantean las cosas en término de crecer estructurando. Que por otra parte, es lo que corresponde, crecer estructurando. Es correcto su planteo. Pero sucede que si no se le pilla la tecla, se convierte en desgaste y se convierte en reducción. Y a lo que ellos aspiran es a crecer y estructurar. Entonces cuando por ahí vemos algunas resistencias, debemos ser más amplios en la interpretación de ese fenómeno. Puede haber resistencia porque no han dado aún en la tecla, pero a fuerza de insistir van a dar en la tecla, y van a dar y se va a armar un lío.

No es buena justificación que hasta que no demos en la tecla esperemos. Porque para dar en la tecla hay que probar.

También hay que discutir estos temas con los nuestros, hay que decirles:

«muchachos, estamos ahí, hay que seguir insistiendo hasta que tengamos la sintomatología del nuevo fenómeno». Pero no podemos ser tan descarnados tampoco y atribuir esos fenómenos que parecen resistencia a las movilizaciones, a la dejadez y la flojedad de los nuestros. Eso no es así, es otra cosa. ¡Ni dejados ni flojos! No es así.

Es interesante todo este lío. Es muy importante el tema éste. Nosotros podemos caracterizar lo que entendemos como proceso de masas, como etapa de masas, y a eso están atendiendo los nuestros. Por eso tanto tecleo y tanto lío. Es evidente que estamos entrando, que estamos en esa etapa. Tenemos que soltar el proceso.

De ninguna manera los partidos más antiguos, de ninguna manera, tienen caracterizado el hecho. Son capaces de hablar de la cosa popular y no saben que es lo que caracteriza este hecho, no saben. Y así como logran caudales, así los pierden. ¡Pero si es de locos! No se explican que ha pasado. Yo les voy a decir lo que ha pasado: han entrado en una variante y no han estructurado y esos crecimientos numéricos o esa convocatoria ocasional no se ha reflejado en crecimiento estructural. Entonces aquello que se tiene va y viene, viene y va. (Risas)

Así que hay un temita en ésto de los procesos. Me parece de algún interés caracterizar ese proceso. Vistas así las cosas y en etapas experimentales, debemos nosotros hacer nuestros intentos de movilización y de crecimiento que acompaña a la movilización. No sé como se planifica ésto en general o en cada consejo. pero si en nuestro calendario hemos previsto, en le caso de Argentina, que elecciones internas, que actos públicos, que todo aquello, parece que así como deberíamos ser cuidadosos al estudiar que cuántas urnas, que las camionetas, que la movilización, que la organización interna de los hechos y todo eso, sin duda muy cuidadoso, bien armado y bien mapeado; al par que hacemos eso deberíamos tener todo un capitulito al lado para decir «bueno, muy bien, a éstos los llevamos a votar, van y vienen, ¿y cómo con esta movilización crecemos mucho estructuralmente?»

Eso es lo que deberíamos estudiar cuidadosamente: ¿cómo esta movilización redunda además en crecimiento? ¿Cómo armamos las cosas para que el movilizar además redunde en crecimiento? Podemos hacernos muy expertos y muy sabios en ésto, con los errores iniciales del caso. Podemos llegar a ser muy expertos. Pero tendremos que estudiar muy bien. A ver ¿cómo será ésto? Vamos a hacer el acto. Sí, todo bien cuadradito. La gente que llega a tal hora, el otro que no llega, todo el lío. ¿cómo hacemos? Sí, todo eso está fenómeno. Concentrados en ese tema. El pensamiento opuesto es incorrecto si decimos: «En lugar de llevar 40.000 tipos a votar, llevemos 1.000; así al llevar 1.000 nos podemos abocar más a ellos». No es ese el planteo, el planteo es otro. Es: ¡cuanta más gente lleves a votar, más fuerte debería ser tu estructuración! Ese es el planteo, si sabemos de qué estamos hablando. Y no mejor llevamos a uno a votar porque le damos todos en la cabeza y hay que ver ¡cómo lo integramos! (Risas) ¡Lo desintegramos!

¿Cómo hago yo para llevar la mayor cantidad de gente posible, por ejemplo, a votar? ¿Y cómo hago yo para que esa votación se convierta en un motivo de integración estructural? Esos son buenos pensamientos que deberíamos formular. Deberíamos darle una vuelta a eso. ¿Cómo hacemos para llevar las mayores cantidades de gente y producir esos fenómenos de crecimiento estructural?