Esta época se caracteriza por los desbordes. Es la época del alma desilusionada (Ortega y Gasset). La revolución no se alimenta de cosas que pasan, sino de cambios profundos que se dan en la conciencia. Hay un momento en las revoluciones en las que se lucha contra alguien, contra un sistema injusto; se protesta contra los abusos de ese sistema injusto. Luego de las reivindicaciones contra la opresión, vienen lo de las denuncias contra los usos. Se protesta contra los usos de la época, no contra los abusos. Entonces es cuando se producen los desbordes sociales y las cosas raras que los sociólogos no saben como explicar.