Hace referencia al avance de los parques y salas en el mundo, avances recientes como los de Toledo, Attigliano, Red Bluf, Caucaia y otros, donde su desarrollo presenta diversas características. Sin embargo, se detiene en la consideración de las dificultades presentadas en la instalación del parque en Alejandría y la reacción de la contra. ¿Cómo llega la contra…?, por diferentes vías y ahora nos viene desde Egipto, donde se nos acusa de atentar contra la moral y las buenas costumbres y por supuesto en contra del Islam. Ahora se nos acusa de sionistas. Su modalidad es siempre la misma: primero meten ruido con la prensa, lo que crea el clima adecuado para luego llegar con la policía y atentar contra nosotros, a tal punto que hasta hubo deportación de uno de los nuestros que venía de Portugal.
No vamos a dejar eso allí. Nos retiramos por ahora, sin dejar de lado nuestro interés por llegar a esas culturas, árabes, musulmanes, asiáticos, que son millones. No porque hay resistencia en un lugar, tenemos que abandonar el resto. Deberíamos avanzar.
La contra es fundamentalista, no tiene argumentos claros. Tener buenos contactos como el director de la biblioteca de Alejandría, tampoco ha sido suficiente. En realidad, es lo mismo que se repite desde nuestros inicios: todo un ejército para desarmar una ermita. Es como algo paranormal, pareciera que intuyen que va a pasar algo… No es una cuestión organizada, sino que se da en simultáneo en la conciencia humana. Tampoco es que sea una cosa intencional, es más bien visceral. Son ellos mismos los que se ponen la auto-bomba.