En el primer semestre hubo un crecimiento del 15,57%, mientras que en el segundo se decreció el 52,24% (en el trimestre enero-marzo’92 un -21,74% y en el trimestre abril-junio ’92 -38,98%), lo cual da un decrecimiento anual del -44,81%.
Se interpreta en general el decrecimiento como efecto de la modificación en el monto de las colectas, pero acompañado en algunos casos por reestructuraciones de los Consejos y a la puesta en marcha de actividades dirigidas al aumento de la influencia y no del crecimiento estructural. En todo caso se percibe más que decrecimimiento real, una suerte de reubicación de la gente, que no desapareció sino que no estando en la orgánica quedó en contacto y colaborando.
Cotejando los censos de junio ’91 con los de junio ’92 se destaca una modificación importante en la participación de mujeres en los niveles de conducción del movimiento pasando el porcentaje de 51% a 54% en el nivel de delegados de equipo y de 30% a 48% en el nivel de delegados generales.