A diferencia de otras ésta es más dirigida hacia gente que por circunstancias históricas ha quedado mal personalmente. Eso se produce, con más o menos fuerza, en todo el mundo.

A parte de su difusión al medio, tal cual como las otras, podemos con esta carta hacer otro tipo de trabajo. Supongamos que un miembro de la estructura, proveniendo de una de esas organizaciones que han fracasado, tenga amigos en esa situación. Los invita a una reunión en donde el temario está dado por la lectura de la carta. La reunión puede tener varios formatos, desde unos pocos amigos hasta una suerte de asamblea.

Este que convoca la reunión va leyendo la carta por párrafos y, a cada párrafo, si surgen puntos para discutir, un secretario los va anotando y al final de la reunión va quedando un listado, en donde muchos puntos ya encontraron una respuesta en puntos leídos a continuación. Se produce entonces un intercambio, un desorden. Si se hace con la idea clara de exponer nuestro pensamiento sin tener nada a defender, el desorden que se produce es de interés.

En tema de cartas, que se van largando de a una, pero será bueno que circulen todas las que ya han salido.