Estos días pasados tuvimos encuentros, en la noche también tuvimos un encuentro, una comida, donde la gente de Méjico nos dio la bienvenida, donde pudimos vernos gentes de distintos países, de distintos lugares. Todos hemos visto la calidez de la gente de aquí. También recibimos aquí una enseñanza en el sentido de la participación de gente del lugar y no solamente participación de gente de la estructura. No solamente. Ahí había parientes, familiares, amigos, era una especie de reunión social, amistosa, que cae dentro de lo que hemos conocido como plegamientos, encuentros sociales con ninguna finalidad estructural. No se ha tenido la intención en ese encuentro que tuvimos hace dos días ni en ese encuentro que hemos tenido esta noche, porque aquel encuentro lo organizó un Consejo y al encuentro de hoy lo organizó otro, no ha habido en esos encuentros una intención estructural, es decir, la intención de incluir a esa gente en la orgánica del Movimiento. Por lo tanto, ha sido una forma de acercarnos nosotros a ellos, al medio inmediato. Si nosotros vemos que al abrir nuestras relaciones a los medios debe seguir la tendencia de incluir a la gente en el Movimiento, bueno, estamos cometiendo un pequeño error. Un pequeño error porque el proceso del Movimiento es mucho más amplio que la cuestión de hacer estructuras.