Sería de utilidad acompañar los temas con prácticas. No se pueden sostener por sí mismas en el tiempo. Pierden carga y motivación. Hay ejercitaciones o prácticas que hacen comprender estados, pero son las conductas las que dan rédito, las que se mantienen, y no las prácticas.

Si las prácticas ayudan a comprender estados o conductas mentales, sí pueden automantenerse ya que se deriva un beneficio de ellas.

Por ejemplo, si las prácticas atencionales acercan a la acción reflexiva y eso es de utilidad, entonces sí se mantendrá la atención como práctica. Si no, no. Pero las prácticas en sí no se van a mantener, se descargan.

Son interesantes pero no se mantienen. Son artificios que ponen en ciertas actitudes mentales y uno ve rédito en ellas.

No tiene fuerza una disciplina al lado de un rédito. La formalidad de una práctica sostenida.

Hay mucha gente que ni se ha enterado que existe una acción reflexiva. El hecho de saber que existe sirve para saber a qué atribuir ciertos problemas.

No se hace culto a las prácticas, sino que sirven a ilustrar, casi pedagógicamente, ciertos aspectos de comportamiento útiles a nuestros designios. Son esclarecedoras, habilitantes, permiten comprender.

No esperamos de nuestras prácticas cambios importantes de

comportamiento sino mayor comprensión y que contribuyan a reconocer aspectos antes desconocidos.

La acción reflexiva es un modo de estar con la cabeza y no una práctica. Es una postura mental en la actividad.