1. Las mayores descargas de la Fuerza se producen por actos descontrolados, éstos son: la sexualidad excesiva, la imaginación sin freno, la charla desmedida, la curiosidad sin control y la percepción exagerada (el mirar, oír, gustar, etc… de manera desbordada e inútil).
  2. En cuanto a la sexualidad, debes interpretar correctamente ésto: tal función no debe ser reprimida, porque en ese caso crea efectos mortificantes y contradicción interna. La sexualidad comienza y concluye en su acto, pero de ninguna manera debe continuar afectando la imaginación o buscando nuevo objeto de posesión. Se hace evidente que si los estímulos externos o la fantasía exacerban la función del sexo, ésta resulta excesiva.
  3. Está claro que las recomendaciones de castidad y abstinencia tuvieron en su momento relación con la Fuerza, pero los instructores que pusieron atención en aquello, de ningún modo lo explicaron de manera represiva, sino sobreelevada.
  4. Posteriormente, el control del sexo por una determinada “moral” social o religiosa, sirvió a designios que nada tenían que ver con la evolución sino más bien con lo contrario.
  5. La Fuerza se desbordó hacia lo crepuscular en las sociedades reprimidas y allí se multiplicaron los casos de “endemoniados”, “brujos”, sacrílegos y criminales de toda laya que gozaron con el sufrimiento y la destrucción de la vida y la belleza. En algunas tribus y civilizaciones, los criminales estuvieron repartidos entre los que ajusticiaron y los que fueron ajusticiados. En otros casos, se persiguió a todo lo que era ciencia y progreso porque se oponía a lo irracional, a lo crepuscular y a lo reprimido.
  6. En ciertos pueblos primitivos, existe aún la represión del sexo, como en otros considerados de “civilización avanzada”. Es evidente que en unos y en otros, el signo destructivo es grande aunque en los dos casos el origen de tal situación sea distinto.
  7. Si me pides más explicaciones, te diré que en realidad el sexo es en sí santo, ya que gracias a su ejercicio la caída de la luz en escalas inferiores (al desintegrarse los cuerpos), es compensada por la reproducción, que permite el surgimiento de nuevas posibilidades evolutivas.
  8. Jamás creas las mentiras de los envenenadores de la vida cuando se refieren al sexo como algo despreciable. Por el contrario, hay en él belleza y no en vano está relacionado con los mejores sentimientos del amor.
  9. Sé cuidadoso entonces y considéralo como una gran maravilla que debe tratarse con delicadeza, sin convertirlo en fuente de contradicción o en desintegrador de la energía vital.