El día décimo:
- Pocos pero importantes fueron mis descubrimientos, que resumo de este modo:
- La Fuerza circula por mi cuerpo y ella es realmente mi vida y la de todos los cuerpos animados.
- En mi cuerpo existen puntos de control de sus diversas actividades.
- Hay diferencias importantes entre el estado de despierto verdadero y los otros estados mentales.
- Puede conducirse la Fuerza al punto del real despertar.
- La Fuerza se exterioriza como segundo cuerpo o doble.
- El doble se disuelve tras la muerte física por las contradicciones internas y la pérdida de conciencia o evoluciona perfeccionando su unidad al romper las contradicciones y ganar en estado de despierto.
- La naturaleza de la Fuerza y del doble es la de la luz.
- Existe un centro-luminoso-dador-de-vida del que proviene la energía (o Fuerza) de todo lo viviente.
- Del centro luminoso proviene la vida y circula en todas las especies vivas, desde las más primitivas hasta el hombre. Sólo en él puede, unificándose (por sus trabajos bondadosos y conscientes), continuar evolucionando luego de la muerte física. En los otros casos, a la disolución del cuerpo corresponde el obscurecimiento de la luz y su transformación en otras escalas animadas de menor conciencia. Esta aparente declinación de la luz es compensada por la reproducción de los seres vivos en su escala y por la ampliación de posibilidades evolutivas en cada ser.
- El centro luminoso continúa produciendo luz y la creación sigue desarrollándose.
- El doble puede consolidarse por su actividad unitiva o al recibir la Fuerza directamente desde el centro luminoso.
- Estas conclusiones me hicieron reconocer en las oraciones de los pueblos antiguos, el germen de una gran verdad que se obscureció en ritos y prácticas externas, no alcanzando ellos a desarrollar la oración interna que realizada con perfección, pone al hombre en contacto con la fuente luminosa.
- Finalmente, advertí que “mis descubrimientos” no eran tales, sino que se debían a la revelación interior a la que accede todo aquel que sin contradicciones busca la luz en su propio corazón.