La Ascesis no se trata de una prolongación de las Disciplinas, aunque tomemos algunos elementos de ellas para perfeccionarla. Si bien la rutina es muy saludable en la Disciplina, la Ascesis no tiene el carácter de rutina, no funciona de esa manera. Es un trabajo profundo que opera como trasfondo. Ascesis es un camino de toda la Vida. Se mete uno ahí y va avanzando.
En las Disciplinas se lleva adelante la rutina y llega un momento en que se la maneja más o menos, ya se sabe de qué se trata y se podría dejar allí. O se puede seguir adelante con los elementos que a uno le hayan dado resultados más progresivos o interesantes.
Hay cambios importantes entre la Ascesis y la Disciplina.
La Ascesis siempre comienza por la Entrada y va saltando a los momentos o pasos más progresivos o interesantes y así va armando uno la Ascesis, para entrar en esos espacios tan significativos y para lograr una transformación del que está trabajando en ello. Cuando uno arma la Ascesis pone adelante lo que uno quiere lograr al final. Transformarme en tal dirección, por allí va mi Propósito. El Propósito de la Ascesis es el acercamiento a esos espacios o a vivir en esos espacios tan significativos para uno. No es una rutina, no se sabe cada cuánto tiempo, sino que es por inspiración, no por contrapelo sino por gusto. Es como la oración con la que los místicos apelaban a sus Dioses en otros tiempos. Para eso hay que tenerla construida, a lo mejor es una conjunción de varios pasos.
Uno se basa en los resultados del ejercicio de la Disciplina. Aquellos pasos más significativos, más cargados. Puede ser que el propósito sea: Entrar en contacto con esos mundos de gran significado. Un objetivo tiene que tener. Una apertura a esos espacios o a esos seres. En algunas religiones la Ascesis era una oración que era una frase o la contemplación de una forma geométrica con una cierta dinámica interna o una palabra o un sonido, como el “OM”, que está muy cargado para ellos y con eso entran en esos otros espacios para conectarse con Dios, o con la palabra de Dios, etc.
La Ascesis está siempre relacionada con una mística, tiene esa aptitud, de irse mejorando. Se va armando en proceso y se va perfeccionando. Para entrar en contacto se hace con un procedimiento. Todos esos procedimientos son para eludir el yo. No se puede lograr con el yo. Llegas a esos espacios no se sabe por cuánto tiempo y es el cuerpo el que te trae de vuelta al mundo. Pero también esos momentos de roce cambian la vida de las personas.
Hay que olvidarse por un momento de sus preocupaciones o ambiciones de la vida cotidiana. Si uno ha llegado en la Disciplina a tener cierto manejo de los pasos, esos pueden ser la base de la Ascesis. Con la práctica de la Ascesis uno vuelve a estar en su Centro de Gravedad y esos procedimientos son como técnicas. Nada más alejado de la Ascesis que el tiempo y el espacio cotidianos.
En la Ascesis no puedes estar en lugares cotidianos y entrar en otras regiones.
Si no te dejas ir, no funciona. Tienes que tener claro a dónde ir y soltar.
Soltarse es no tener control sobre las actividades que normalmente el yo controla.
“Querer ir a un mundo que no sea el cotidiano, de realidades más altas, un mundo que se quiere alcanzar. Con una intuición de ese mundo”.
Debe uno trabajar con una Intuición de ese mundo, al que quiero ir, y vas por donde puedes.
Puede no haber imágenes visuales, sino ser más abstracto y elevado.
La intención de recibir mensajes de ese mundo que intuyo debe ser muy fuerte.
En síntesis
Propósito como objetivo (aunque sea perfeccionable).
Elementos más significativos del proceso de la Disciplina.
Procedimiento (muy simple) que sirva para catapultarse, una entrada.