El tiempo sin límite. El espacio sin límite. Los significados no representables. Entrada a lo profundo.
Dada la forma incluyente de la representación y el límite, reconozco una “distancia” espacial que es la perspectiva desde la cual observo la representación y el límite porque si me atengo a la representación y luego al límite (o a la inversa), hay siempre una perspectiva que compara la retención de la representación con el límite (y a la inversa) resultando la ilusión que la perspectiva es parte de esa representación o ese límite. Por tanto, reconozco una perspectiva que actúa copresentemente. Para sostener esa “perspectiva” sin observarla desde otro punto (de manera que no se convierta en un nuevo objeto de un nuevo acto), aíslo las percepciones y las representaciones llegando al “silencio” de los sentidos externos e internos y al “silencio” de toda representación (actual, pretérita o imaginaria a futuro). Procedo en silencio a obscurecer todo impulso quedando simplemente el registro cenestésico que profundizo hacia “atrás”, hasta el instante en que se detiene toda representación espacial y temporal. He entrado en “lo Profundo”.
Desde el Paso 11 se comienza a trabajar con el Propósito.
El Propósito responde a la pregunta qué es lo que quiero lograr con la Disciplina. Tiene que tener gran resonancia para uno; algo que uno desee profundamente y que sienta que puede dar sentido a su vida y quizás más allá de ésta.
Este Propósito requiere tiempo para ser bien conformado y va configurando un estilo de vida. El Propósito es personal y no hay necesidad de comentarlo.
El Propósito se trabaja antes de la rutina, se basa en los mecanismos de copresencia y se suelta automáticamente siempre que lo hayamos cargado afectivamente. Se trabaja anteriormente al momento en que se tiene que soltar. Todo se moviliza en este momento. Tiene una gran magia. Es otra mecánica que la de la voluntad. En el momento presente no actúa, actúa en el futuro cuando coincide con la imagen que se puso antes. Se potencia y se pone en acto. La clave es la carga afectiva, tanto para la introyección como para la proyección. El deseo importante de producir un logro es lo que produce este logro. Mientras más necesidad hay, más carga afectiva se mueve. El Propósito es la aspiración, la cota interna a lograr.
Se parte del paso 10 y se configura una forma cenestésica cuya característica es que incluye el mundo, el registro de mi y el límite o punto de contacto. Es una forma cenestésica incluyente de la representación y del límite y el punto de vista se ubica más atrás, de manera que hay una distancia espacial desde la cual observo la representación y el límite y una perspectiva que actúa copresentemente. De esa perspectiva tengo un registro cenestésico al que atiendo y con el que me quedo, mientras silencio las percepciones y representaciones y me voy con el registro atrás de la cabeza, cada vez más adentro y más profundo, dejándome caer, siempre teniendo copresente el Propósito de mantener la suspensión de impulsos.
Habrá que lograr eso suavemente sin solución de continuidad.