Lavados con agua densa. Ésta se obtiene destilando agua hasta quedarse con el 1/10.000 del volumen que se recoge, reuniendo la cantidad deseada. Lavados como en el 5º paso. Secado y fragancia del cuerpo(25).

(25) Nuevamente tenemos aquí un procedimiento en el que importa evaporar todo “espíritu” propio del agua o “cargado” en el agua. Aquí se trata de conservar las moléculas más pesadas del “disolvente universal” (el agua), que en este caso servirán para disolver y aglutinar los “restos” del cuerpo sin agregarle otras propiedades que siempre están presentes en el agua. Este tipo de procedimiento (el “solve et coagula”), fue muy usado con diversas substancias por los alquimistas occidentales. El “agua liviana” o rocío de la mañana o también “rocío de mayo”, era obtenido por los alquimistas dadas las propiedades cósmicas con que se “cargaba” momentos antes de la salida del sol y en ese caso se trataba del “agua liviana” opuesta al “agua densa” de este trabajoso paso. Otro indicador del paso logrado correctamente es el de la “fragancia de la vida” parecido al aroma que exhalan los niños recién nacidos. El suave olor que se desprende en el lavado del cuerpo con agua densa, sirve muy bien para configurar el argumento mítico.