Con la aparición de las agrupaciones rojas se disminuye gradualmente el fuego hasta el enfriamiento del balón. Se procede al desprendimiento mecánico de los costrones bajo los cuales aparece una substancia roja que contrasta con la substancia negra calcinada(13). Se disuelve la sustancia negra en la dilución ácida caliente a menor temperatura que ebullición girando siempre en la misma dirección hasta obtener un cuerpo rojo que será secado por evaporación. Esto admite reiterados lavados con agua pura hasta que no queden rastros de acidez(14).

(13) En la metalurgia, las escorias son desechables. En lo desechable nosotros podemos encontrar lo esencial, éste es un principio (para nosotros La Sal Roja), que se extrae de las obscuridades de la mina. Se trata de una sustancia roja inestable.

(14) Los trozos del cuerpo calcinado que se adhieren al balón y que es necesario desprender con sumo cuidado, presentan al ser fragmentados unas estrías rojas en su interior, por ello fueron llamadas las “agallas”. Se procede de inmediato a la obtención de la “sal roja no fija” llamada así porque no aguanta la “prueba de fuego”, ni la prueba de ácido y el “dragón verde” (ácido) puede “digerirla”.