Se van elevando las sensaciones plexo por plexo, encontrando obstáculos que deben disolverse hasta llegar a la cúspide y obtener en ella la “luz”.
El trabajo con los plexos permite la movilidad de imágenes dado que éstos entregan información de la ubicación espacial interna de la energía psicofísica.
Una buena secuencia en el paso del Ascenso puede ser la siguiente:

  • A.- Producción de la carga desde el plexo productor. El asunto principal consiste en lograr una carga suficientemente intensa para movilizarla hacia los distintos plexos.
  • B.- Desde el plexo productor al plexo epigástrico, abajo del ombligo (suele registrarse como aumento de calor y expansión de la energía en todo el cuerpo);
  • C.- Desde el plexo epigástrico hasta el plexo solar (suele registrarse como tensión y movimientos en el cuerpo ya que se actúa sobre el centro motriz);
  • D.- Desde el plexo solar hasta el plexo cardíaco (suele registrarse como movimiento emotivo, como oleadas de emociones);
  • E.-Desde el plexo cardíaco hasta el plexo faríngeo, en la mitad del cuello y abajo de la garganta (suele registrarse como aumento de calor hacia la cabeza);
  • F.- Desde el plexo faríngeo hasta la cabeza, hacia la mitad, detrás de los ojos sintiéndolos como referencia (suele registrarse como luz, colores y movimiento de imágenes).

Si no se logra elevar la energía no es por una disfunción de los plexos sino por falta de manejo de la imagen (es un juego de imaginerías); se trata de educar la imagen cenestésica que es algo muy abstracto. El volumen de la tensión primero es físico, pero después se logra separar la imagen cenestésica de la tensión física. Tiene que haber capacidad y adiestramiento mínimo para llegar al punto en cuestión y capacidad traducida como destello, como luz.

Solamente con el perfeccionamiento de la práctica se pueden empezar a reconocer las diferencias entre los plexos. Terminada esta cuaterna, lo que fue la rutina de repetición de cada paso, se convierte en repetición de la cuaterna sin solución de continuidad.

Comentario:

Esta cuaterna se registra como un “despertar” de las sensaciones internas y de apertura a un mundo interno y externo que se percibe con mayor brillo, volumen, estimulante y rico en significados.