a) Se destaca la actitud de humor omnipresente, de máxima comunicación, de alentar en todo momento, de no forzar nada, de no “estar en lo personal” prácticamente para nada, sino en la situación general es muy importante, una actitud contagiosa por otra parte, inteligente, vivaz, con gracia, “en tema a tope”.
b) Una de las palabras más mencionada es “colocarse” -ironizando con el segundo sentido que se emplea el término por aquí (de estados ficticios de conciencia. Con sustancias ingeridas “por los muchachos”) pero que es -a mi ver- amén de una ironía sobre ese falso camino, toda una revelación en el sentido que “todo lo nuestro” lleva a “posicionarse mentalmente en otra frecuencia, en otra “mentación que la ordinaria”, y eso cuando menos, “para abrir posibilidades de acceso profundo y amplio de la conciencia”. (Es como si para todo uno se “coloca” se emplaza, se dispone de cierto modo. “Todo es mental” se entiende mejor así, por ejemplo para sufrir innecesariamente, uno se “emplaza así”, lo mismo pues habría que empezarse de otro modo. Las ceremonias serían una forma estupenda de ayudar a otros, a varios a la vez “a emplazarse anímica y mentalmente en otro plano”). El se esfuerza en que “todo vaya bien”. Mira, saluda, ríe, siempre “para arriba” como tratando de colocar-al-otro en este estado elevado. Habla de otro como que “va muy bien” y así siguiendo, intenciona mucho en que todo vaya muy bien, siempre a cargo de “lo que hacemos” de lo que pasa afuera, como es responsabilidad de otros “no es de extrañar” como van las cosas”… Hagamos nuestra parte, insiste.
Todo un modelo de como tratar de emplazarse y emplazar al otro.
Y con esa forma y actitud, frente a todo. En todo momento está como ayudando a posicionarse mentalmente para captar otros planos, sin duda los más elevados. Y ¡vaya si lo consigue! En suma, queda un ambiente, un registro de renovación, de estar enfilados de nuevo en una dirección muy pero muy gratificante (a eso contribuirían, sin ir más lejos, las ceremonias, pero de un modo más intencionado y formal).
c) Otro elemento colateral: es la des-dramatización y la des-mitificación constante. De todas las “cosas terribles que pasan y/o nos pasan “desdramatiza” le baja tensión, la achica, la proporciona y abre el horizonte a lo que realmente vale la pena. Y de todo lo que está en el medio como supuestamente importante, lo mismo “le baja el copete”, lo desinfla, lo proporciona. Se abre el horizonte. Como el dice. “Hacemos eso y la gente se queda pensando, ¡pero es así!”
d) En cuanto al Mensaje la cosa queda clara cuando dice que esto “cale profundo, que va con sustrato, con decisiones internas, con encaje profundo, no con cosas como “campañas de difusión” o algo por el estilo más volátil. Es “gaseoso” en el sentido que no ofrece formas marcadas que puedan ser frenadas. Por que alguien nos dice: “Aquí usted no entra, y cierra la puerta” Sin embargo, “lo de El Mensaje es como gaseoso, entra por las hendijas de las puertas, los marcos, las ventanas, al interior del hogar…”
e) Ante esto menciona en repetidas ocasiones que todo debe ser pedido, solicitado, y entonces se hace, no imponer nada, por un lado para que se comprenda bien se haga con gusto y por otro porque hoy la gente es temerosa, se asusta por todo ¡Hay, que será eso!, ironiza… y se meten en cada tontería…