Presencia de la Fuerza. (El día quinto).

Nos estamos refiriendo al circuito nervioso. No estamos hablando del circuito humoral, ni de la sangre, ni del hormonal donde distintos disparos que se hacen con substancias, ese es circuito químico, no obstante, de haber disparos muy veloces como los adrenalínicos, que circulan y rápidamente uno recibe el impacto. Sin embargo, la velocidad del impulso nervioso es mayor, experimentalmente se puede registrar. Se están mencionando dos circuitos en el cuerpo, un circuito químico, donde hay substancias y que tienen su velocidad y un circuito eléctrico por darle un nombre, que es el que tiene que ver con las terminaciones nerviosas, ese tiene una velocidad muy grande y según el nivel de actividad puede hacerse muy veloz, estamos hablando de ése circuito.

También se hace mención a ciertos plexos donde hay mucha imbricación nerviosa, como puede pasar con el plexo solar y que se activa poderosamente en los momentos de actividad motriz. También uno reconoce, como localizado en la cabeza el pensar o cuando uno está calculando o tratando de rememorar. Uno siente a nivel de todos los plexos, pero si uno tuviera que decir donde se desarrolla esa actividad, diría que en la cabeza, del mismo modo que ciertas emociones, sobre todo las más fuertes, tienen que ver con el plexo cardíaco. Uno reconoce en esas emociones cuando la respiración acompaña el movimiento del corazón, pero uno reconoce en el plexo cardíaco, ese paquete de fibras nerviosas que envuelven a ese órgano, a ese músculo del corazón, una fuerte actividad ligada al trabajo de las emociones Por eso es que desde muy antiguo se ha asociado esos puntos a ese peculiar trabajo de la conciencia, el trabajo de las emociones ha sido ligado a ciertos puntos del cuerpo, se ha creído que en esos puntos se originan las emociones, se creía y en algunos lugares se sigue creyendo, que en el corazón se generan las emociones, eso en cierta cultura. En otras culturas por ejemplo en la egipcia, las emociones no salen del corazón, salen del hígado. A la muerte del sujeto, el faraón u otro cualquiera, lo vaciaban y pesaban sus distintos órganos; al pesar los órganos pesaban el producto de las emociones, el producto de los pensamientos, y veían en el peso de los órganos ya algo, los sacerdotes más experimentados veían el peso de las acciones. Y después cuando se vaciaba el cadáver, todos esos órganos que se pesaban se colocaban en una vasijitas, en recipientes. La extracción de los órganos era asunto de especialistas, hay que ver como sacaban y que bien hecho, el cerebro de los sujetos por las narices, experiencia de cientos de años, quedaban vaciados por dentro, por supuesto que quedaban esas vísceras ridículas, el estómago, que no era muy interesante, pero vísceras como el corazón, el hígado, los riñones, los órganos sexuales, eran de suma importancia, el cerebro, todo eso iba a las vasijitas, y se reunían todas cuando se había hecho el arduo proceso de momificación. Al sujeto le metían adentro una cantidad de productos conservantes y por fuera otro lío, y tenían el cuerpo en maceración setenta días, cuando terminaban todo el proceso y lo metían en su tumba junto a las vasijitas. Claro, el doble reconocía la existencia de esos órganos, el problema era cuando el peso de esos órganos, el peso de las malas acciones tiraba para abajo, andaba mal el asunto, ellos hablaban del peso de las malas acciones, estaba ligado a las vísceras, pero había que saber interpretarlo, era tema de especialistas. Acá se trataba de ver que pasa con el sujeto y que ha pasado con él. Todo eso está en las vísceras, interesante punto de vista. La biografía del sujeto está en esas vísceras que ellos pesan y estudian, con eso se construye el Libro de la Vida. Si .es capaz de independizarse de las acciones toma hacia el sol. Es muy interesante eso que de las acciones o la biografía, termina ligado al cuerpo, es como decir; de acuerdo a las cosas que has hecho y a tus registros cenestésicos, todo tu sistema de tensiones, tus emociones negativas están en la memoria. Esa visión de las acciones y el cuerpo, las acciones de las personas ligadas al cuerpo, no sólo en los circuitos de memoria, en los circuitos del sistema nervioso superior, sino también su sistema de tensiones, ése es un vinagre, ese otro un ácido, y ese que dulce es, toda esa cosa cenestésica gustativa está ligada, comportamientos ligados a cuestiones corporales, así que había mucho cuidado e investigación del tema de los procesos internos ligados a las cuestiones viscerales, digamos a la cenestesia, todo en esa época estaba muy lejos del conocimiento científico, pero las percepciones fundamentales de los procesos sicológicos eran ahí como en otros lugares muy avanzados, ellos sabían que había una relación entre procesos mentales y cuestiones viscerales, no hablaban de la cenestesia, pero sabían.

En otras culturas eso se ha ligado a los puntos de concentración de la energía, los chakras. En el caso de los Indios, son terminaciones nerviosas similares a las que conocemos de los plexos, pero con otras implicancias. Ellos le agregan una cosa que es un circuito místico que no coincide exactamente con los chakras, pero que tiene que ver también con los chakras. La energía se va desplazando a distintas velocidades de chakra en chakra por un canal central por donde va la energía, y alrededor del cual va oscilando, va haciendo hemiciclos, va haciendo curvas, la ida y la pingala, que son el movimiento de la energía alrededor del canal central, sushumna, allí donde se corta la subida y la bajada de la energía, ahí funciona un chakra. Aparecen esas serpientitas que se ven en distintas culturas alrededor de una barrita central, que la terminamos viendo hasta en las farmacias de hoy. Esto en los griegos tiene su relato, aparece la leyenda de Hermes que era el mensajero de los dioses, que tenía las patitas aladas y el mito de hacerse invisible. También era el Dios de los ladrones, ése se encontró con unas serpientes en el camino, puso su varita y las serpientes se enroscaron a la varita, él representa con sus patitas aladas al dios de los ladrones, al dios de la velocidad, al dios de la invisibilidad, al dios de la paz, es contradictorio en muchas cosas. Lo que sí es claro, es que esas representaciones son muy similares y con explicaciones, de ahí vienen las varitas mágicas de nuestros prestidigitadores, Las varitas de los directores de orquesta, los que ponen todo en resonancia y dan el tono a quién le corresponde y en qué momento, dan los tiempos, ahí aparecen los bastones de mando de las jerarquías políticas, de ahí parten muchas cosas.

Bueno, estamos en el capítulo 7, y estamos hablando del tema del movimiento de la energía, y estamos hablando de como en ciertas culturas esos niveles de conciencia y esos estados de conciencia se van moviendo en distintos lugares del cuerpo, se van reflejando en distintos lugares, y no pretendemos de ninguna manera que se produzca en esos puntos, son registros, se los siente, de ahí a generalizar y decir que ahí se generan, que la motricidad se genera en el plexo motriz, o que las emociones se generan en el plexo cardíaco, es un exceso que no es así de ningún modo, pero sí se siente fuertemente ahí. Hay una relación muy clara entre estado de ánimo y cuerpo, e indicadores en el cuerpo de los estados de ánimo, eso sí en definitiva, la cenestesia y los trabajos de la conciencia van juntos, no hay trabajo de conciencia que no tenga un correlato en la cenestesia. Aún en los trabajos más elevados o superiores de la mente, ahí hay cenestesia de esos registros. Los cálculos matemáticos que no tienen nada que ver con el cuerpo, que son cosa totalmente desvinculada, no es así, el registro que uno tiene cuando dice 2 más 2 son 5, ése no, ése registro es cenestésico, se puede encontrar una solución o un rechazo a esa falsa solución, porque el registro no es psicológico, en el aire, sino en la cenestesia. Ni hablar de las imágenes, todas las imágenes que te hacen llevar el ojo a la derecha o a la izquierda, subir la mirada o bajarla, todo eso es cenestesia, el gran detector del trabajo mental es la cenestesia, es un sentido que detecta los trabajos del intracuerpo, un sentido generalizado con algunos puntos especializados: los baroceptores, detectores de presión, los termoceptores, detectores de temperatura y así hay montones de detectores, es un órgano que está extendido a todo lo largo de la parte interna del cuerpo, así como el tacto está extendido en toda la parte externa del cuerpo, la cenestesia es el equivalente al tacto interno, es muy interesante para nosotros ese sentido, te da noción de tu existencia, sabes donde estás, adonde vas, de donde vienes, tienes alguna referencia de lo que luego vas a terminar creyendo que es tu Yo. De ahí sacas los registros, da señal de las cosas que van pasando y eso se convierte en imágenes. Crees cosas y ves cosas que en realidad son traducciones de lo que está pasando en ése sistema interno, así que ese es un tema muy importante y admite muchos desarrollos.

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Negro: éste es un enganche posible a todo lo que se conoce como somatización, y contrariamente a esto que se ha hablado de la medicina sicosomática, es posible tal cosa, en lo que hace a fenómenos sicológicos que tienen que ver con el mal emplazamiento de la energía en el espacio de representación. Eso lo sabemos experimentalmente. Si se producen enfermedades o una persona sufre un shock y queda muda, otra queda paralítica, sin lesiónes orgánicas, sufrió un shock psicológico y ahora no puede moverse o no puede disponer del movimiento de su aparato de fonación, de su habla, otros se quedan ciegos y viene un milagrero y grita no sé que…, levántate y se levanta, siempre y cuando su problema haya sido psicológico. Ese shock que lo saca de la capa que corresponde al trabajo normal en el espacio de representación donde están enchufados los efectores, es decir, aquellos que lo hacen moverse, ése salto que produce el shock, lo separa, lo aleja de la capa en donde se tiene que trabajar para que funcionen los efectores. Ese desplazamiento en el espacio de representación, hace que el sujeto pueda pensar, pueda imaginar que está moviendo las piernas y sin embargo, las piernas no responden a esa imagen. Es como si la imagen se hubiera corrido. Todos sabemos que para mover el brazo necesitamos sentirlo desde adentro, si nos imaginamos que el brazo se mueve, pero la imagen es moviéndose el brazo imaginado desde afuera, el brazo no se mueve, en cambio si lo llevas al espacio que le corresponde, si la representación la llevas adentro del brazo puedes moverlo. Toda la motricidad funciona emplazada en un espacio de representación de cierta profundidad, si lo traslado a imagen visual no se logra, porque las imágenes visuales cumplen con una función que es la visión trazadora de dirección. Tú puedes ir al refrigerador porque sabes que está allá , lo tengo a mi derecha y atrás mío, tengo la ubicación espacial adonde tengo que ir disparado para ir al refrigerador, ese trazado lo hace la imagen visual, pero la imagen visual no mueve al cuerpo. Para que el cuerpo se levante de la silla y vaya a buscar las cosas al refrigerador tiene que haber un trabajo en un nivel de profundidad distinto al de la imagen que es la que me da la dirección, que es la trazadora.

Muchas enfermedades desaparecían cuando se restablecía el adecuado trabajo de la energía mental, mucha gente se liberaba de sus dolencias, cuando se emplazaba de nuevo en el nivel que le correspondía, por actos de fe, por procedimientos especiales La correcta imagen se emplazaba en el nivel del cual se había desplazado. Son casos sicológicos muy claros, y luego están otros casos que no son tan sicológicos que son físicos, donde se mete un poco la medicina sicosomática. Esta se da cuenta que existen procesos mentales donde el sujeto tiene líos, donde las vísceras molestan y que puede restablecer su buen funcionamiento entendiendo su trabajo mental. Pero claro, es todo muy primario, porque hablar de una medicina sicosomática es conocer muy bien lo que pasa no sólo en el cuerpo sino en la psiquis. Sucede que si tu tienes una teoría de la época antigua, tienes un esquema del psiquismo muy pobre, tienes una bicicleta sin cadena, entonces hablar de medicina sicosomática es hablar de un buen conocimiento que no tienen hoy nuestros psicólogos, así que está trancada, se sabe algunas cosas; que influye lo que uno piensa, lo que a uno le pasa, las tensiones, pero el diagrama, el esquema, el plano del psiquismo no es el adecuado. Por lo tanto la medicina sicosomática no está avanzando a la velocidad que debería avanzar conociendo esos trabajos de la mente, de la conciencia, al menos. Una medicina sicosomática podría desarrollarse enormemente, pero nosotros no estamos en eso, sin embargo nos damos cuenta en lo que podría derivarse, que podrían muy bien desarrollarse. Sin duda, hay crónicas de todas las épocas y lugares, donde se habla de restablecimientos casi milagrosos, taumaturgicos, enfermedades de peso, no estamos hablando de shocks sicológicos que tuvo el sujeto, estamos hablando de cosas complejas, enfermedades, virus y microbios que están actuando, pero que sin embargo, se restablecen. Es posible, hay muchas crónicas, no todo es mentira a lo largo de la historia. Hay mucho dato del restablecimiento de la salud corporal en casos muy difíciles, casi difíciles de aceptar. También esto de los milagritos, han funcionado mucho en todas partes del mundo. Ahí hay una cuestión con el movimiento de la energía y el cuerpo.

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Negro: sus elegidos, sus sacerdotes, así que ahí estamos hablando ya no del restablecimiento de la energía que está funcionando mal en distintas partes del cuerpo, y de los registros internos, sino que estamos hablando de ese movimiento de la energía en otros, por acción de esos elegidos. Procedimientos por los cuales esos sacerdotes, elegidos o milagreros o como se les llame, por medio del mecanismo de imposición de manos, ese es un caso; a través de procedimientos rituales en donde un objeto queda cargado síquicamente, etc. Aquellos que se ponen en contacto con eso o con el objeto cargado, las aguas milagrosas, se trate de las bautismales o las aguas que sean, o los señores que están en la imposición de manos u otros que están bajo la influencia de unos pases que hacen esos sacerdotes, todos ellos aparentemente están recibiendo el influjo que ha partido de esos milagreros o de esos hierofantes. Estamos hablando de leyendas, algunos hicieron esas cosas, entonces provocaron curas milagrosas, y también actuaron sobre otros y hubo fenómenos de iluminación. Bueno, de eso estamos hablando.

A la pregunta de ustedes de si se influye directamente con una energía, o sobre la imagen que tiene el otro, nuestra tesis es ésa, que si yo pongo mis manos sobre el sujeto y hago mi cosa y la hago bien, con fuerza y bien ubicada, y aquel se sintoniza conmigo, él va a movilizar la energía en el sentido que yo le estoy indicando, no es necesario que yo le mande por control remoto, pero sí es necesario que yo haga procedimientos y me meta en su imagen y su imagen responda.

Es una conexión a través de imágenes, estamos hablando de imposición de manos, de las aguas milagrosas, de los pases. Esto lo podemos rescatar entre los pueblos y hay gente que lo hace bien y gente que lo hace pésimo. No tenemos por qué pensar por economía de hipótesis (siempre tomamos la hipótesis más cercana), en una cosa tan complicada como es un fenómeno paranormal, teniendo otra explicación más inmediata para nosotros que es el tema del emplazamiento correcto de la imagen. El operador está ayudando al otro al correcto emplazamiento de la imagen o sea que es importante el operador, pero no es importante por la «fuerza-maná» que tenga, o por la fuerza paranormal que tenga, es importante porque hace las cosas de tal manera que ayuda a que el otro ponga la imagen como corresponde, tiene que ser una cosa bien hecha.

Respecto de si hay una transferencia energética, es posible pero no es necesario. Por economía de hipótesis nosotros no tomamos ésa que es una segunda hipótesis más lejana, nos vasta con la más cercana, no es necesaria la otra. La otra será necesaria para otras historias, pero no para eso.

Respecto de si para movilizar la imagen cenestésica, que es la que mueve internamente, se requiere la imagen trazadora, la visual, para que la cosa de desanude y se arregle adentro, la imagen visual no te va a servir para nada. ¿Cómo puedo mover un registro interno adecuado, como puede hacer el tipo que ha perdido el habla por un shock y se imagina que ahora mueve el aparato de fonación y que las cuerdas vocales vibran y todo aquello?. Nada, no funciona, él ha metido la imagen visual, por ahí se empieza, pero para que eso empiece a moverse, ¿ como le explicamos a él que tiene que meter la imagen cenestésica correspondiente? No tiene cómo. Por lo tanto así como por un shock quedó desconectado, con otro shock, con otro fenómeno de fe, o con otro tipo de acción lo volvemos a hacer que tome contacto interno con su aparato de fonación, pero no es porque él emplace una imagen visual adentro de las cuerdas vocales. No es así, esos registros cenestésicos no son visuales, trabajan otras cosas. No es una cosa de todos los días tampoco, uno se sorprende cuando ocurre algo así, no es tan frecuente, pero son cosas que ocurren y después de un sueño el sujeto restableció en él el habla. Habían pasado varios años, se fue a dormir y tuvo un sueño especial. Al otro día se despertó sobresaltado y habló, se curó en el sueño.

En el caso del fenómeno de la pesadilla, los niveles de conciencia tienen que ver con la interioridad o externalidad de la imagen. Por eso es que la gente cuando sueña, no se mueve, a menos que sea el caso del sonambulismo, en que se pone en marcha el cuerpo siguiendo a la imagen. Fíjense que curioso, en la vida cotidiana uno se mueve con imágenes y los movimientos de uno van siguiendo las trazadoras, en el sueño no, al entrar en el sueño, al bajar de nivel de conciencia, vas entrando en los espacios internos del espacio de representación y estas desconectando los sentidos externos. Te metes en los sentidos internos y entonces puedes conservar el trabajo de las trazadoras, además puedes conservar todo el trabajo de los sentidos externos como representación, pero no como percepción. Si tu sueño es profundo, no oyes nada, no hueles nada, pero sin embargo en tu sueño pueden aparecer sonidos, imágenes visuales de todo tipo, desconectadas en la interioridad, pues estas no mueven al cuerpo. En cambio cuando se produce un fenómeno de pesadilla, estamos cerca del sueño alterado, estamos trabajando casi en la vigilia, estamos en un semi-sueño alterado donde las imágenes del sueño hacen que el sujeto, sude, se dé vueltas en la cama, hable y diga cosas, está dormido pero en un sueño alterado y está de algún modo conectado con los sentidos externos..

Hay casos muy especiales, como aquel ciego que tiene la información de memoria, no es de nacimiento y sabe más o menos como eran esos objetos, y los imagina. Otra cosa muy distinta es el caso del ciego de nacimiento. La biografía de Hellen Keller, por ejemplo, es tremenda. Fue conectándose con el mundo, era sorda, muda y ciega, una cosa complicadísima, como hace alguien para saber que las cosas están a la derecha o a la izquierda, si no tiene representación; como nosotros hacemos cuando vendamos a la gente y el sujeto tiene que ir en una dirección u otra, se está basando en la kinestesia, se está basando en otros sentidos externos, con el oído, con el tacto, con todo aquello, él se va ubicando en las distintas posiciones en el espacio, por que éstas no han sido alteradas por la ceguera, es un sentido que no perdió, el de posición en el espacio. Lo que perdió es la imagen trazadora y además la percepción a través del ojo, pero no la posición del espacio. Nosotros cerramos los ojos y sabemos donde están ubicados nuestros brazos y donde nuestras piernas, tenemos todo ese sistema de registros en realimentación, porque a medida que movemos el pie vamos teniendo sensación de que lo movemos y vamos teniendo realimentación continua con todos los sentidos con los que nos manejamos, hemos perdido la vista pero tenemos todos los otros aparatos para detectar la realidad externa por una parte, y por otra parte tenemos nuestros sentidos internos de equilibrio, desplazamiento, kinestesia, que nos da el conocimiento de lo que va pasando con nuestro propio cuerpo.