Por supuesto, los vendedores y empleados no son los malos de la película. Ellos también son víctimas del sistema financiero. Ellos también están al borde del despido si no cumplen con las cuotas de ventas, y ellos tienen en sus vidas personales los mismos problemas de cadena crediticia de aquellos a quienes ellos les venden, ellos también están entrampados.
El cliente como víctima engañada y el vendedor o gerente (o el que sea) como victimario son dos partes afectadas por la acción de un mismo sistema. Ambos están siendo determinados por un mismo sistema.
Todo lo que hoy aparece desestructurado, individualizado, fraccionado y que da la idea de separación total, de que una parte no tiene nada que ver con la otra; de que un pedazo no tiene ninguna relación con los otros, son componentes de un mismo sistema. Sistema que todo lo relaciona inhumanamente, deshumanizadoramente. Todo lo que aparece aislado, no está aislado. Está relacionado por la acción de ámbito del sistema.
Un sistema que en lo económico evalúa de acuerdo al incremento de indicadores de actividad financiera en la superestructura y que no incluye en sus análisis ningún indicador que mida el mejoramiento de la estructura económica de la base. Un sistema que basa su crecimiento en la concentración del dinero por el manejo de créditos usurarios (tasas desmedidas) y desleales (tasas variables).
fin de la segunda charla