Si les parece bien, vamos a hacer una pequeña revisión, es tiempo de revisión, de los trabajos que desde hace mucho tiempo hemos venido haciendo.

Por ejemplo, ya que hablamos de revisión, o hacemos una revisión de tipo autobiográfica, o hacemos una revisión de acontecimientos producidos pero con «tono autobiográfico», porque así nos hemos acostumbrados, así hemos trabajado en los trabajos autobiográficos, y el tono y el trasfondo que tienen nuestras descripciones, nuestra revisión de acontecimientos en general, tiene que ver un poco con lo autobiográfico. Y ahora estamos transitando suavemente, no sólo en nuestros trabajos internos sino en nuestro modo de relación, estamos transitando hacia una estructura más amplia, que al yo, o a esa persona que le pasan cosas.

Claro, con la autobiografía a uno le pasan cosas, es decir, siempre tienen en cuenta a otros, ¿verdad? Pero ahora lo vamos a ir considerando más, poco a poco estructuradamente a ese, a ese yo en relación. Aspiramos a ver situaciones, ver situaciones, no sólo en trabajo interno sino en el modo de movernos, personas en situación, situación del medio que nos rodea ¡situaciones! Y no lo vamos a considerar como dos términos diferentes, a un yo en la situación, sino como ese yo en situación, yo en situación, guión, una estructura, yo en situación.

Paisaje de Formación

Muy bien, y hablando de interpretación, en fin, no es que estamos haciendo interpretaciones, pero claro, tenemos el paisaje de formación, cosas que me dicen…, los intereses, en mi investigación.

Bueno, tenemos un paisaje de formación, hay un paisaje de formación en nosotros, vamos a hacer un pequeño trabajo de revisión, que no va a ser el autobiográfico al que estamos acostumbrados, si encaramos este trabajo como para leerlo a los demás, lo vamos a hacer de un modo, si encaramos este trabajo para no leérselo a nadie, sino para tenerlo uno personalmente, lo vamos a hacer de otro modo.

Será interesante tratar de recordar un poco cómo era el paisaje en el que nos formamos desde los primeros recuerdos, no el paisaje mundial, sino el paisaje donde nos tocó vivir, movernos, cómo era ese tipo de paisaje, atención, ¿eh?, que no vamos a hablar de solamente objetos que había, edificios, sistema de comunicaciones, que todos sabemos que cambian la vida, sí. por supuesto, obvio, antes no había televisor color, no había módem, ahora sí, sí, sí, sí, eso lo sabemos, pero algo más, algo más que eso en nuestro paisaje de formación, algo más que objetos, edificios, cosas.

¡Valores que se movían alrededor nuestro cuando nosotros empezamos a formarnos!, sistemas de valoración, de usos y costumbres sociales, y he aquí uno de los puntos más importantes me parece, ¡el tono afectivo, la sensibilidad de la época en la que nos movíamos!, en esa época la gente sentía gusto por tales cosas, disgustos por tales otras, encajaba la gente en general, se orientaba hacia ciertos tipos de cosas y no de otras, había una sensibilidad general, ¿eh?, en esa época.

De manera que en esta revisión, que es una revisión en situación, no nos vamos a preocupar mucho por nuestras particulares exquisiteces, porque desde luego, cada individuo, por ejemplo había una sensibilidad equis y yo tiraba piedras contra esa sensibilidad, bueno no nos importa el haber tirado piedras o no, lo que nos importa es como era esa sensibilidad, es decir, cómo era la cosa de la situación, porque cada uno ha reaccionado o accionado en ese momento de modo muy singular y muy personal, el tema es cómo era esa sensibilidad del medio que me rodeaba, no de un medio teórico, la gente de tal edad tal cosa, la gente de tal estrato tal otra. Eso es una…

No estamos haciendo sociología, estamos tratando de entender como era la sensibilidad a la que estábamos expuestos, las radiaciones a las que estábamos expuestos, no lo que pasaba en Indochina porque no estábamos allí, a qué tipo de sensibilidad, de valores, de modos, usos, costumbres, estábamos expuestos, yo digo que en esta revisión será interesante ver ¿cuál era el estado de la cosa, por una parte objetos, tecnologías, modos de producción?, ok, si, pero más que eso, valores, sensibilidad del momento.

Yo trataría de hacer una pequeña revisión de eso, no se a que edad empecé a percibir ciertas cosas, ¿será a los cinco años?, ok, a los cinco años más o menos, de cinco a diez, o de cinco a quince, o en una franja más amplia, ¿cómo era la cosa? ¿Cómo se rompió un determinado tipo de mundo, cómo irrumpieron nuevos elementos que transformaron las cosas y cómo varió esa sensibilidad?, ¿cómo de pronto lo que estaba bien empezó a estar mal?, cosas así.

Busquen en el momento que más les guste, a los cinco, diez o quince, y no piensen en el mundo, sino en la situación que los rodeaba, la circunstancia inmediata que les tocó vivir y entonces se podrá entender un poquito mejor ésto de la sensibilidad y ésto de que los objetos pueden haber cambiado, y nosotros seguimos arrastrando, ya no los objetos que son fáciles de cambiar, ahora vivimos en un edificio distinto, usamos una tecnología diferentes pero nuestros modos de relación, las valoraciones de aquella época, la sensibilidad de aquella época, puede venir con nosotros, aunque los objetos hayan cambiado, la sensibilidad general haya cambiado, y los valores hayan…, y nosotros como arrastramos eso, pues, no estamos dispuestos a hacer mucho cambio por una parte, y por otra parte tratarnos de imponer una sensibilidad que se fue. Digo echarle una mirada a eso que no es la misma metodología que la que se usa en autobiografía, hacer esa cosa no estará de más.

Les parece trabajar en ésto una media horita o algo así, cómodamente, ahí estamos muy apretados, pasa algo ahí…

Pregunta: ¿Tomaríamos los tres períodos o algo así?

Mario: Como te sea más fácil, como te sea más fácil, donde lo veas más fácil como ordenar eso, hazlo…

La mirada del otro

… uno está expuesto a la mirada del otro, uno está expuesto como si estuviera expuesto que se yo, a, a, al sol, al fuego, a distinto tipos de radiación, uno está expuesto a la mirada del otro. En la exposición de la mirada del otro hay siempre valoraciones del otro, si yo valorizo mucho a una persona, estoy más expuesto a su mirada que si no la valorizo, si yo tengo una relación inestable con otra persona, su mirada, vista de otro modo que si tengo una relación íntima con esa persona ¿no es cierto?, o sea las relaciones entre personas y las valoraciones que hago de las otras personas, hacen que yo sienta, sienta la mirada de un modo u otro, ese sentir la mirada del otro muchas veces condiciona conductas y he aquí el fenómeno interesante, y vamos a introducir una palabra tomada prestada de la sicología clásica, vamos a pedirle prestada la palabra compulsión.

La compulsión

Sucede que uno está expuesto a la mirada del otro, uno valoriza de cierto modo la mirada del otro, en una relación, uno mete valores y sucede, y sucede, que uno se comporta frente a esa mirada de un modo que no quisiera comportarse, se comporta uno, de todas maneras frente a esa mirada, de una manera que no quisiera comportarse, cuando uno se comporta de un modo que no quiere comportarse, decimos que está sometido a una compulsión, cuando uno hace una cosa que no quisiera hacer está sometido a una compulsión, cuando uno no hace algo que quisiera hacer, está sometido a una compulsión, es decir, fuerzas internas que se ven en conducta que no están controladas por uno, es más a uno le crea muchos problemas. La mirada del otro, en numerosas ocasiones suscitan en mí, produce en mí, compulsiones, y hago cosas no muy reflexivas claro. La acción reflexiva, supone una superación de las compulsiones, la planificación a futuro, la planificación de cosas que quiero hacer a futuro, será adecuada si supera compulsiones.

Pero ocurre que siempre se planifica de acuerdo a compulsiones, ¡ésto es interesante! (risas), ésto tiene un interés sumo. Y entonces uno organiza las ideas, organiza racionalmente su planificación, por organizar racionalmente su planificación, uno dice: mi planificación es racional. Pero en verdad que uno organiza sus ideas por la compulsión, por esas presiones que lo llevan a uno en una cierta dirección. La mirada del otro despierta en uno compulsiones y lo que uno hace, lo hace en gran medida por compulsiones y las planificaciones que uno desarrolla suelen estar movidas por compulsiones, esa es la palabra que le hemos pedido prestada a la sicología clásica, la palabra compulsión que para ellos quiere decir otra cosa claro, fuerzas internas no controladas que determinan la acción.

De manera que frente a la mirada del otro, experimento modificaciones, experimento cambios, según sea la mirada, según sea la valorización que yo hago de la mirada del otro, se me seca la boca, me da taquicardia, sube la respiración, me inhibo, cuido mi…, salgo corriendo; o bien, lo agredo, le salto encima, le chillo (risas), y después digo: ¿pero cómo me pasa ésto? Muy bien me propongo para la próxima, no hacerlo. Y vuelve a suceder. Viéndolo, hay modificaciones importantes, antes huía, ahora lo agredo (risas), he cambiado de táctica. ¡Compulsiones!

El sistema de compulsiones lo podemos pasear graciosamente por los distintos niveles de conciencia, así las compulsiones a las que estoy sometido en sueño profundo, comprenderán ustedes, no tengo ninguna defensa, no funcionan los mecanismos críticos, ni autocríticos, según el estado de ebriedad en que me encuentre, controlo poco mi conducta ¿no es cierto?

Y claro, en un estado de vigilia habitual hago cosas movido por mis compulsiones y no puedo hacer eso, nada más que eso, sino eso, moverme por mis compulsiones, ¿por qué no puedo hacer otra cosa?, porque no se que estoy haciendo, sí, no se que estoy haciendo, sólo me mueven mis compulsiones, en la vigilia ordinaria hago las cosas sin saber que las estoy haciendo, hago las cosas por automatismo.

Vigilancia sobre mí mismo

Cuando pongo vigilancia sobre mí mismo, no pongo vigilancia sobre los objetos a los que me refiero, a las cosas a las que voy, cuando pongo vigilancia sobre mí mismo, cuando tengo conciencia sobre mí, lo que me ocurre, es también, consciente para mí.

Por ejemplo, si yo planifico en un estado de vigilia ordinaria y estoy sometido a todas esas compulsiones mí planificación no es sino una prolongación de mis compulsiones, si yo estoy atento a mí mismo, cuando planifico, no huevadas, cuando planifico cosas de interés, no cuando voy a la choricería a comprar una morcilla, ¡no!, cuando planifico cosas de interés, si estoy en vigilancia sobre mí mismo, rápidamente lo primero que salta es las compulsiones a las que estoy sometido y me doy cuenta de que mi hermoso plan, en realidad es nada más que una racionalización, un ordenamiento de esos impulsos que nada tienen que ver, a eso le llamamos fuera de tema. Continuamente estoy fuera de tema, porque estoy fuera de la comprensión de mí, fuera de la atención sobre mí, de la vigilancia sobre mí mismo y cualquier planificación que no tenga en cuenta la vigilancia sobre sí, es una planificación, prolongación de compulsiones, prolongación de compulsiones.

Comportamientos

Imaginen ustedes ahora de que yo estoy utilizando en este momento actual, ¡tácticas de vida!, tácticas de vida, cosas que me funcionan a veces bien, a veces mal, ¡comportamientos!, si yo planifico algo sin darme cuenta de que yo estoy presente en esa planificación, de que mis compulsiones están presente, las cosas que yo planifiqué van a tener que ver en realidad, con mis tácticas de acción, van a tener que ver con mi comportamiento, que a su vez deriva de la formación de un comportamiento lejano, de manera que ahora hago planificaciones a futuro y a través de esa planificación a futuro, no salen sino comportamientos sofisticados de la época de la cocoa, y mi gran planificación no es nada más que la prolongación de los comportamientos en los que me forme.

Planificación

Examinen alguna planificación que pueden considerar en gran escala de cosas importantes, examinen cualquier planificación y se van a ver involucrados en su conducta y se van a ver involucrados en cosas que los llevan a planificar de ese modo, cosas que los llevan a planificar de ese modo, por ahí no se dan cuenta que esas cosas son las que los están llevando a planificar de ese modo y uno cree que eso es racional, es más, puede hacer un organigrama del carajo, puede armar todo, efectivamente, puede explicarlo muy racionalmente, pero el impulso viene de otro lado.

Si en las planificaciones de uno se trataran de cosas de uno, estaría bien, lógico, estaría bien, uno planifica sus cosas; cuando uno en cambio involucra a otras intenciones humanas, es decir, a otras personas, si su planificación involucra a otras personas y las planificaciones ordinarias de uno son planificaciones mecánicas en donde está por base la compulsión entonces, ergo, luego, uno involucra a otras personas en la proyección de sus compulsiones, fácil, fácil. Punto, cinco minutos para meditar, (risas). ¿Verdad que interesante?, ¿no es cierto que tiene una cosa?, es lindo, es simpático, es gracioso, denle una vueltita, mentalmente. Y digo más, para que…, uno no puede sino hacer eso (risas), ¡uno, no hay más remedio que hacer eso!, ¡no hay otra formas de hacerlo, no hay salida!, por más que uno lo sofistique, lo elabore, claro, claro, no hay otra forma.

Nivel de conciencia

– Es decir, negro, el poner atención, sólo te permite darte cuenta de eso.

Mario: La única posibilidad de hablar, en serio y a otro nivel, la única posibilidad de producir fenómenos de otro nivel, es trabajando en otro nivel (risas), trabajando con la cabeza en otro nivel, no hay otra.

Repetiremos mecánicamente lo que siempre se ha repetido con más sofisticación, en otro momento histórico, pero será la misma cabeza, que se mueve mecánicamente sin tener conciencia de que se mueve mecánicamente.

Esto nos llevará luego a estudiar el tema de la acción, el tema de la dirección mental en la acción, ¿no es cierto?, ésto nos llevará a eso, al tema de la dirección mental, pero bueno. Porque este tema de la actividad no nos vaya fácil, que el intercambio funcione, no nos vayamos llevando por delante los temas…

(Interrupción en la cinta)

…hacen cosas que no sabemos, está chupado por la mirada del otro, cuando usted está en un tema muy interesante, usted está chupado por el tema, pero usted se olvida de sí mismo, éste no es un problema de calidad de los mecanismos del raciocinio, desde el punto de vista del olvidarse de sí mismo, es igual que usted haga un teorema de altas matemáticas a que esté asombrado por un ladrillo, es igual; respecto de usted mismo, fuera de tema, respecto de usted mismo.

No es un problema de calidad del funcionamiento de los mecanismos del razonar, es un problema de nivel de conciencia que tiene que ver con la conciencia de sí, y en la mirada del otro, siento la mirada del otro, me provoca compulsiones pero en realidad no tengo conciencia de mí, siento calores, siento cosas, siento una cantidad de cuestiones, ¿pero dónde está puesta mi atención?, está puesta en lo que me chupa, no está puesta en mí, ¿dónde está puesta la mirada?, en lo otro que yo, no en mí, en lo otro, experimento los efectos, desde esa composición, se que me pasan cosas, pero la atención está puesta no en mí, es más, me descontrolo, se confunden las ideas, pasa de todo si la mirada del otro entra, si hace brotar en mí esas compulsiones ¿cierto?

El futuro

Que eso ocurra no sería tan grave, lo grave sería que así como me suceden cosas frente a la mirada del otro, así me suceden cosas frente al futuro, ahora estoy chupado por un objeto, que no existe, que yo pongo en el futuro, de eso que quiero lograr en el futuro, está bien, la conciencia se mueve con futuro, quiero lograr algo a futuro, esa imagen de lo que quiero lograr a futuro, ahora me chupa, me chupa la imagen de lo que quiero lograr a futuro y no me doy cuenta de que esa imagen me está chupando, no me doy cuenta que es una compulsión, la compulsión de la imagen puesta a futuro, entonces imagino que va a pasar una cosa u otra y como imagino eso allá voy, chupado por esa compulsión y no me doy cuenta de que son cosas mías, sí, eso es, no existen, son mis compulsiones, doto a esa imagen de gran importancia y las cosas…, y está bien, ¿cómo haría si no?

De manera que no me determinan solamente cosas que me han ocurrido, no me determinan solamente percepciones del momento actual, me están determinando las imágenes, que ya conocemos ese capítulo de la teoría, me están determinando las imágenes del futuro, que yo he instalado allí por compulsión. Me está determinando el futuro, el proyecto que yo he preparado, y que he preparado, claro está, mecánicamente, mecánicamente, es más fácil verlo en otros que en uno, claro está.

Conciencia de sí y conciencia mecánica

Si ustedes toman, no para mortificar a nadie sino como ejercicio, pronto cuando se encuentren con la gente que trabajan para ustedes, si amablemente le piden a un orientador cualquiera que les explique a ustedes cómo es que ha preparado su planificación con su gente, él va a decir: lo he preparado bastante bien, y probablemente lo haya preparado bien, probablemente le den a ustedes muy buenas explicaciones si es que son inteligentes, si son bestias son asquerosas las explicaciones, (risas), mal hechas, pero si son inteligentes le harán un buen encuadre, todo estará bien, técnicamente hablando, y ustedes empezarán a descubrir rasgos de él, totalmente fuera de tema, que no tienen nada que ver con proyectos, con cosas que…, no, él pone su impronta y está bien, que lo haga, ¡para él, no para otros!, verán como se deslizan.

Ustedes no miran su propio comportamiento, miran el objeto, ahí pasa de todo.

Entonces es más fácil ver en el otro compulsiones y cosas porque es como si ustedes tuvieran conciencia de sí, son la conciencia de sí del otro, (risas), entonces claro que ven cosas y advierten cosas en los demás, porque son la conciencia de sí del otro, lanzada sobre una conciencia mecánica respecto del sí (risas), eso está claro, eso es muy claro.

Y normalmente evalúan las acciones del otro desde las compulsiones de ustedes, el otro hace cosas que a ustedes no les gustan, por ejemplo, claro, es lógico, ¿cómo podría ser de otro modo? Sí, pero ustedes no observan ni las propias conductas, ni las conductas del otro desde un saber en lo que estamos, entonces la mirada del otro tiende a que ustedes no saben, claro está, entonces, ustedes planifican y está difícil saber, va, no digamos ustedes, digamos nosotros, planificamos y hacemos esas cosas, es así.

Continuidad de las acciones

Si en toda planificación, se pretende un objetivo, da la impresión de que la planificación llega hasta el logro de ese objetivo y uno no se preocupa más allá que del logro del objetivo, desde luego que las acciones se desencadenan y siguen más allá, el acto no se frena, no se frena en el cumplimiento de ese objetivo, sigue produciendo consecuencias, desde el esquema pragmático actual que es un poco la atmósfera que se respira, parece que el negocio se evalúa según resulte o no resulte, ¿resulte cuándo? Resulte con el hito que se ha fijado, entonces, si hago un negocio que sale bien, es exitoso, si hago un negocio y sale mal, sayonara, y nadie se pregunta que pasa después del negocio, como sigue la película, como sigue el proceso.

Por ejemplo, como consecuencia de ese éxito al vender frigidaire, todo el mundo se pone a producir frigidaire y hay que bajar los precios y se complica; quiero decir, quiero decir que los acontecimientos van más allá de lo que uno proyecta a un instante dado, se continúan en sus consecuencias. Normalmente hipnotizados por el cumplimiento de un objetivo, chupado por esa imagen, miro las cosas hasta ahí y no las puedo continuar más allá, no estoy vigilando sobre mí mismo, ese objeto a lograr se convierte en una fuerza bastante hipnótica, reconoscámoslo, entonces lo que pasa después no existe.

Si tuviéramos cierta consecuencia en nuestro modo de pensar advertiríamos que no se paran las acciones más allá del cumplimiento de un objetivo, las cosas continúan, se implican, siguen las líneas pegando unas en otras, se producen enganches de situación, me enredo, y sigo atrapado ya por lo que desencadenó mi proyecto y de ninguna manera termina allí donde lo puso casi instintivamente, así con la vida humana, pero bueno, ese es otro tema.

Afortunadamente hay ciertos mecanismos, que son los mecanismos que me hacen olvidar, olvidarme de mí, en primer término, y olvidar la continuación de las acciones, entonces yo puedo planificar hasta ahí, bueno, bueno.

La dirección mental

Aristotélicamente existe una causa final ¿eh?

Yo soy un escultor, tengo un esquema, de cómo va ha ser mi escultura y es como si estuviera chupado por la escultura terminada, que todavía no está, entonces la voy construyendo, voy hacia eso, ¿no es cierto? hacia esa causa final, chupado por aquello, ¿eh?, y en la vida cotidiana voy chupado también por esa causa final que normalmente es una imagen, a veces es una imagen muy fuerte, muy compulsiva, que me hace descuidar otro tipo de cosas, entonces hago desprolijidades de toda naturaleza, descuido la causa material, la causa formal, y todo aquello.

Pero hay un punto a cuidar, que es, que cuando me pongo a diseñar esa escultura, ya he puesto una dirección. Esto de las causas finales, formales, y todo aquello, esto de las causas, esta división, bueno, es una forma de explicar las cosas, pero en realidad el tema es que yo proyecto una línea mental, lanzo una línea mental, tengo una dirección ya en la elección de ese tipo de escultura y no de otra, una vez que he elegido esa escultura, ya, bueno, está la imagen y tengo que atenerme a ella, pero cuando voy ha hacer la escultura, en la dirección mental está el tipo de escultura que voy ha hacer, es la dirección mental la que ya me pone el carril, me lleva en una dirección determinante, de manera que si mi dirección mental está montada sobre una compulsión todo va ha ser arrastrado por ella, el tema de la dirección mental es aquello que permite lanzar líneas hacia una imagen ¿eh?. Si mi dirección mental es fuera de tema, ¡inútil que organice tácticas, siempre va ha ser fuera de tema la producción de lo que hago, inútil!

Hipnosis

– ¿Eso es sin encaje?

Mario: ¡Con mucho encaje para uno!, y fuera de tema, tiene mucho más encaje que cualquier cosa porque son imágenes hipnóticas, si hay algo que tiene encaje es el fuera de tema, (risas). ¡Sin duda alguna, con gran encaje!.

Recuerden situaciones alucinantes, hipnóticas, recuerden fuertes cosas, acaloramientos de algo que quieren lograr, tiene un encaje, que no pueden vivir sin ello, se van a dormir y piensan en eso, se despiertan, sueñan, están con eso, un encaje tremendo…, fuera de tema, (risas), y no tendrán la más mínima noción de que son cosas que les pasan a ustedes, a cada uno les pasa eso, uno no tiene en cuenta eso de que le pasa a uno, uno simplemente chupado, y se vuelve loco, entra en estados de furor, se vuelve loco. ¡Fantástico! ¿Qué es eso?.

Examinen situaciones, y si los mecanismos racionales les funcionan bien, esa hipnosis será planteada en términos racionales, dirán: ésto es muy importante por tal motivo, ésto debe hacerse así no de otro modo, pero la dirección, fuera de tema. Nuestro tema es la dirección no es el objeto, en el sistema es el objeto, no podría funcionar el consumismo sin el objeto, ¿qué se refuerza?, el objeto. ¿A qué creen que van la publicidad, la propaganda?, al objeto.

Pero como ningún proyecto puede ser un proyecto que vaya lejos, no puede haber proyecto grande, no puede haber proyecto que trascienda fuera de sí, no puede haber proyecto que esté más allá de una persona, si ese proyecto no está lanzado desde una dirección mental en la que hay vigilancia sobre sí.

Numerosos proyectos podrán funcionar bien, pero tendrá que ver con las compulsiones de la mentación mecánica, que es la que hace que se organicen esos proyectos. No podría de ninguna manera salir fuera de la mecánica mental, no tengo cómo, no tengo cómo, no hay forma. ¿Cómo podría estar fuera, no expuesto a las compulsiones?, ¿cómo podría ser eso?.

Los otros

Entonces digo, que eso está bien, tiene cierta legitimidad porque son cosas de mi vida, cosas que me atañen a mí, seguramente está bien, yo planifico de acuerdo a mis compulsiones, pero estamos hablando para gente que hace cosas no referidas a sí, sino que hace cosas con otros, que involucran las intenciones de otros y al involucrar las intenciones del otro, arrastrarlas en su propia compulsión, eso debe ser considerado, eso es todo lo que decimos, nada más, nada más que eso. Y si no hay vigilancia sobre sí mismo, entonces uno arrastra a otros de acuerdo a sus compulsiones, fácil. ¡O trata de arrastrar a otros, o trata! (risas).

La dirección mental fuera de tema en nuestras cosas es darle demasiada ventaja a la mecanicidad, no nos conviene, no nos conviene planificar con nosotros y para otros, cosas que tiene que ver con nuestra cosa corta, ok, porque bueno, van a ver problemas.

Se podrán utilizar distintas tácticas para entusiasmar, para ésto, para las imágenes, para lo que sea…, tácticas que tienes que ver con lo personal, por así decir, del fuera de tema, no es ningún pecado, no es pecado, es mecánica pura, es un problema casi de hidráulica, (risas), con puertas que suben y bajan, no es un problema de moral.

Así que en el lanzamiento del proyecto ya está ubicada la línea mental, en el lanzamiento del proyecto ya está ubicada la línea mental, la dirección, en el lanzamiento de cualquier proyecto, es el antepredicativo del proyecto que luego formulo, la dirección mental es el antepredicativo, es decir, aquello en lo cual me baso, y ni siquiera considero, lo que doy por sentado, y eso que doy por sentado tiene motivaciones, esas motivaciones son numerosas compulsiones que yo descubro con estos trabajitos que hemos hecho, cuando tenía cinco años, ahora estoy arrastrando a una nación por ejemplo, (risas), detrás de una compulsión infantil, ¡pues bhaa, es delirante!.

Válvula de seguridad

Por supuesto que en ciertas épocas las compulsiones colectivas impletarán, encajarán con las compulsiones de cierta dirigencia, en ciertos momentos críticos, pero hoy se están desorganizando esos sistema donde coinciden las compulsiones, no, se está aislando la gente pues ya no hay forma ni de que se liguen las afinidades, ni siquiera las compulsiones, (risas), lo cual es una válvula de seguridad para este planeta, (risas), es interesante que no se pueda arrastrar como se podía arrastrar antes por las propias compulsiones.

Se podrá arrastrar claro en términos de violencia, con términos de imposición y todo aquello, pero no se podrá persuadir con tanta facilidad e imponer las propias compulsiones en un campo social que también está contenido… Ese es un gran beneficio, no todo está mal, al desintegrarse todo es difícil transmitir las propias compulsiones también, en ese nivel mecánico va a ser difícil que se pongan de acuerdo para aceptar determinados esquemas de grupos o de líderes, es difícil, cada uno va a tener su propia compulsioncita en su departamentito, (risas), como le va a dar pelota a la compulsión del otro, le va a decir: hay que hacer tal cosa por tal otra. No, yo voy a hacer la mía y el otro va a hacer la suya y se jodió todo, o sea, que aparte de los grandes problemas que suscitan esta desconexión de hoy, está bien, hay algunas valvulitas de seguridad, tendrá el recurso a la violencia, si es que se quiere arrastrar a la gente a algo, pero la persuasión va a estar bastante limitada en los próximos tiempos, me parece. Entendiendo por persuasión a esa cosa tramposa de proyección de propias compulsiones debidamente sofisticadas.

Suspendemos este tema, ¿listo?, ahora viene la comidita, todo eso, (risas).

Variedad de compulsiones

– …esas cosas que uno no quiere hacer, no entiendo como uno las hace, o le gusta hacer.

Mario: El problema de la compulsión es que uno no quiere hacer, no quiere hacer y se ve obligado a hacerlo. Por ejemplo, yo no quisiera que cuando me miran cierta o ciertas personas, yo no quisiera cagarme, que se me nublara el juicio, y que no me salieran las palabras, eso pasa, ¿o no?, esas compulsiones inhibitorias, no sólo compulsiones de acción, esas son inhibitorias, porque no quisiera que me pasaran esas cosas, una fuerza más grande que yo me impulsa. Yo se que estoy metiendo la pata y cuando se de esa situación, yo lo voy a hacer a pesar mío. ¡Llega la situación y yo hago! y es fuertemente compulsivo, ¿no es cierto?, me sobrepasa, lo hago y después digo: ¿pero de nuevo?, (risas).

Ocurre, son compulsiones para hacer, y son compulsiones también para no hacer, cuando llegue esa situación lo voy a hacer, llega la situación y no salgo, (risas), y claro, tenemos que reconocer cosas así que nos pasan, ¿cómo, eh?, ¡unos son más predispuestos a una que a otra!, ¡bueno!, ¿o no?, ¿o no?, ¿o no hay compulsiones positivas, digamos e inhibitorias?, sí hay, estamos llenos de eso, como no, a cada rato, muchas de ellas se formaron hace mucho ¿eh?, hace mucho, ehe, miran de reojo yo no he dicho nada, (risas), estamos hablando entre amigos dándole vuelta a un tema, (risas), no hay drama, (risas), estamos conversando, (risas), puntos de vista, (risas), puntos de vista, (risas).

Un pasito más

Pero se pueden observar muchas cosas de esas de uno, acá hay una cosa que a lo mejor uno se la salta, se engaña, por este tema de que pueden funcionar bien las racionalizaciones y de que puede estar bien la cosa y uno puede demostrarla, y ok, puede demostrarla, pero lo que les estamos pidiendo a nuestra gente es que de un pasito más, y está bien que las cosas sean racionales y estén bien organizadas, no podría ser de otro modo, que técnicamente estén bien planteadas, pero estamos pidiendo un pasito más. Eso está bien, pero fíjense de dónde sale, porque a esta altura ya no puede llevarse por delante un proyecto, a esta altura tiene que saber que es lo que está irracionalmente trabajándolo a usted, eso hay que saber, y le estamos pidiendo un pasito más, no que anulen sus cosas, les estamos pidiendo que sean más conscientes respecto de las cosas que hacen, no que dejen de hacer cosas, sino que tengan conciencia de sí, conciencia de lo que hacen, qué es lo que motiva lo que hacen, no que dejen de hacerlo, no un pasito menos, un pasito más, eso estamos pidiendo, ¡no es tanto, no es tanto!

Alteraciones

– ¿Negro, podría suceder que, comenzara un proyecto con una dirección mental más o menos adecuada, correcta…?

Mario: ¿Y se desviara en el camino?

– ¿O que se fueran pegando compulsiones, cosas no resueltas, que se van…?

Mario: Es observable, eso es observable en todos nosotros, es observable, y eso si que un ya…(risas), en el camino, sí, sí, es observable, pero lo más grave es el lanzamiento, el lanzamiento si está movido por cosas fuera de tema ya va mal, ya es muy difícil corregir la cosa, por eso digo que no en cosas secundarias, ¿no es cierto?, no vamos a andar ahí como un robot (risas)

Para planificar cualquier acción, en las cosas que uno considera de importancia y que involucran a otros, en esas cosas, hay que fijarse bien desde dónde lo está haciendo uno; por ejemplo, es de sentido común recomendable a cualquiera que va a hacer una planificación que lo haga con poco valor etílico en sangre, (risas), quiero decir, quiero decir, un tipo que está planificando y uno lo ve en pedo le dice: vete a dormir y cuando estés sobrio, en estado de sobriedad vamos a hablar de planificación, ¿no es cierto?, es razonable, el está en un nivel de conciencia y en un estado de conciencia no adecuado para planificación.

Cuando vemos a alguien muy sometido a compulsiones, a impulsos contradictorios, a cosas que no tienen nada que ver le decimos ¡psss…! su planificación está fuera de tema, es parecido, sólo que ahí no hay alcohol etílico, hay otra alteración, eso es todo, no es dramático, es lo que haríamos con un borracho, (risas), así de fácil, no una evaluación moral, es un nivel y un estado inadecuado, eso es todo.

¿Cómo va a planificar borracho? ¡Nooo..!, puede escribir poesías borracho, puede enamorar borracho, (risas), se pude tirar al sol borracho, hay muchas actividades lindas y gratificantes mientras uno está… ¡eggg!, es muy lindo, pero no planificar, (risas), ni conducir por la ruta peligrosa, (risas), claro, ustedes ven carteles que dice no conduzca en estado de ebriedad, ¿eh?, no conduzca en estado de mentación mecánica, (risas), no planifique, habría que poner carteles en todos lados, no planifique en estado de mentación mecánica, tenga conciencia de sí cuando haga esas cosas. Y mejorará el asunto, y mejorará el asunto.