Bueno, acá se arma el desorden con el Cristianismo y la Moralina. Observen lo que pasa con los Budistas, Los Budistas no sé que prejuicio, y en general los orientales, tienen con la milonguita esa del placer, de que eso del placer es una cosa nefasta, de que hay que alejarse del placer y de todas aquellas cuestiones. Nosotros decimos, si persigues, o sea, si estás volcado internamente a la búsqueda de objetos y de cuestiones placenteras, ahí hay problemas…, ahí hay problemas, de manera que está en la tendencia mental a la búsqueda de tales cosas, ahí hay péndulo, ahí no se cumplen las cosas, y si se cumplen las cosas inmediatamente uno dice: Bueno, ¿y ahora qué? Se fijan ustedes, es un desastre, eso se registra así simplemente.

Comentarios: Tendría que ver con que si uno fuerza algo hacia un fin…

Tiene que ver, está dentro de la misma idea.

Comentarios: Del ensueño y el deseo…

Claro, y ahí se mueve todo el mecanismo de deseo, el mecanismo de deseo proyectándose a atrapar objetos, y dele con esa maldita tendencia. Resulta, que los Budistas que han advertido ese penduleo y han advertido ese problema sicológico, creen entonces que para lograr, como decían también los Escépticos, y por otro lado los Cínicos en la escuela de la decadencia Griega, había que lograr una suerte de aparaxía… era una suerte de anestesia emotiva frente a las cosas, si uno lograba esa suerte de anestesia emotiva frente a las cosas, entonces las cosas no podían afectarlo. Los Estoicos llegaron a eso, ¿no es cierto?, pero es que no se trata tampoco de eso; ahí falta conocimiento sicológico. Nosotros decimos, se trata no de andar buscando, sino que cuando está el plato de pollo, venga al buche (risas). Pero si estoy detrás de ese plato, ahí hay problema, o porque lo cumplo a ese ensueño y no me satisface porque se agota, o porque no lo cumplo y entonces es un péndulo continuo y un resentimiento y una historia. Simple…

Pero en tanto no perjudiques tu salud goza sin inhibición cuando la oportunidad se presente. De ese modo te liberas.

Efectivamente, totalmente herético para el Cristianismo, ahí hay también un problema con el Budismo, resulta que si el sujeto tiene los objetos placenteros delante, entonces, así viera esos objetos placenteros parece que se acostumbrara según la sicología de ellos; como si se hiciera concupiscente o se degradara… una cosa por el estilo. Algo de eso hay, pero eso va a depender también del nivel interno que tenga el sujeto, así que eso no es tan fácil de fijarlo aquí afuera. En términos generales decimos, que el problema con el deseo no está en el cumplimiento del deseo frente al objeto, sino en la búsqueda del objeto que no está presente, es un juego de fantasmas el que le ocurre a la gente en su conciencia normalmente.

Comentarios: Puede ocurrir también de que no coma y se quede con el deseo…

Y después hay otro problema te diré, una diferencia muy grande que existe entre necesidad y deseo. Yo te digo que cumplir con las necesidades es desde todo punto de vista indispensable, porque si no cumples con tus necesidades hay deterioro, mientras que si no cumples con determinados deseos, no hay deterioro. La diferencia entre deseo y necesidad que ha sido tan costosa siempre de establecer, radica en eso, en la idea de deterioro. Se puede prescindir de ciertas cosas. Entonces no constituyen necesidad. Pero hay cosas de las cuales no se puede prescindir, entonces constituyen necesidad. Que esa necesidad esté a veces alineada, adobada por el deseo y todo aquello… es otra cosa, pero la idea es el deterioro.

Ustedes me dirán: Entonces no se necesitan ni licuadoras, ni heladeras, ni…, en efecto, eso no constituye necesidad, y en tanto yo esté en la búsqueda alterada de semejantes cosas, tengo problema; pero si yo voy haciendo mi desarrollo y eso va apareciendo, venga al buche.

Se necesita conocimiento para eso. Les diré por ejemplo que es sumamente placentero, y no es que uno esté detrás de eso, pero es sumamente placentero mandarse al buche un litro de alcohol, una botella de vino, ¿no es cierto?, entonces, como uno no está detrás de eso, viene la botella, se la manda… (risas). Pero, hay problema, hay deterioro y hay acostumbramiento y eso genera todo un cuerpo de deseo, porque graba, adhiere; eso pasa con todos los vicios en general. Aquello que perjudica y deteriora la salud, hay un problema de acostumbramiento.

También pasa… con eso se organiza un nivel interno, claro que sí, también pasa. Porque el sujeto empieza a barrer, a borrar los límites entre la necesidad y deseo queda encadenado.

A sí seguro… hay tipos que se neurotizan. Cortá la luz en una ciudad por 24 horas y vas a ver, aparte del problema económico que se genera; en la gente, en su propia casa, vas a ver la historia que sale; no hablemos de los hospitales en donde se necesita hacer operaciones… no, no, el tipo que no puede prender su licuadora… es un desastre.