Nos relacionamos de un modo especial con la gente, aún con el boca a boca.

La encuesta, que se puede mejorar, tiene una ventaja; es un sistema de filtros. Nos hace ahorrar mucho tiempo y muchas discusiones. No tenemos mucho tiempo para discutir. Hacemos la encuesta hasta encontrar gente interesada que está en una sensibilidad parecida a la nuestra.

Es obvio que el encuestador selecciona cierta franja, o sea, ya pone filtros. Si apuntamos a los de 18 años, obviamente se reflejará en los perfiles estructurales.

Si pudieramos hacer un pequeño esfuerzo para no discriminar a la gente, nos podríamos acercar a todo tipo de gente sin importar edad, status, corbata, pelo largo, etc.

Si aplicamos este sistema de filtros no solo a una franja sino al global, nos podríamos encontrar también con sorpresas en la compositiva de la base.

Así, aunque no salga, vamos a trabajar con una especie de desprejuicio en el contacto, para que se ajuste el perfil estructural de la base.

Ahora sólo el 15 % de la estructura tiene coherencia de cuadro, el resto es base. Tendríamos que estudiar el armado de redes de la tríada, ver la retención, reconexión y la regeneración, ver el tema de las reuniones semanales. Todo eso en la base, es de lo que hablamos.

Uno comienza a armar un grupo invitando a amigos, haciendo contactos, etc. Les da materiales, los lleva a una reunión, va formando un grupo, 4 o 5 personas. A unos les designa un rol, administrativo y apoyo, y así forma el núcleo inicial, tal como lo indica la Teoría de la Organización.

Esto todavía no es estructura. No hay diferenciación de funciones. Puede crecer mucho, pero no es una estructura.

No es lo mismo nombrar apoyo y administrativo que hacer cosas distintas, es decir, funciones distintas. Ahí todos contactan. Hay diferenciación de nombres pero no de roles.

Se van haciendo algunas reuniones y el orientador hace lo que puede. El tampoco ha sido muy formado como orientador. No ha habido especial interés en la base.

Pero él va armando su grupo. Es inestable. La red se tranca. No se puede enganchar la red hasta la base por dos motivos:

  • Base móvil: gente que aparece y desaparece. Los sectores van rotando.
  • Se aplica la red a alguien estable, pero éste decide tirar línea, luego desaparece de nuevo la red.

Por estos dos motivos el núcleo es muy móvil y la red no se puede aplicar.

Ademas, las reuniones semanales no están bien diseñadas: se cambian por otro tipo de actividades, encuentros,…

Ahora no tenemos donde aplicar un trabajo sistemático. Debería de ser en la reunión semanal. Por ejemplo, no se sabe una persona ingresa a una estructura si no va a la reunión. El trabajo de la red necesita un ámbito de aplicación. Si alguien se autoexcluye, ¿cómo hacemos, sin reunión, para saber que se autoexcluyó?.

Además, todas las propuestas que hacemos, lo que decimos del Movimiento, ¿dónde lo haríamos si no es en las reuniones semanales?. Allí podemos cualificar (con elementos mínimos) de modo tal que luego se larguen en el proyecto común. Esto, para los nuevos, son cosas muy importantes. Conocen el a,b,c,…, los primeros trabajos.

Debemos de normalizar la reunión semanal, para que sea simple, breve y con una estructura mínima. Hacerla estable, ahí se nos estabilizará el resto: las redes. Ahí tendremos los elementos mínimos para poner en marcha procesos personales y de conjunto. (Estos problemas no los tenemos en las reuniones de cuadros).

¿Y cuándo debería de empezar a funcionar la red en este grupo? ¿Cuál es el indicador?. El indicador lo pone aquél que pone en marcha el grupo. El orientador debe de visitar a ése que monta el grupo y acompañarlo. Ahí le forma, en la práctica.

Todas estas redes, administrativa, apoyo y de orientadores, deben formarse en la practica, no en la pizarra. Tal vez, en la red de orientadores haya un automatismo, pero el orientador no va de modo intencional hacia el grupo que se está formando y le ayuda a llevarlo a ése que le orienta, y se hace aquéllo que se ha prometido a la gente en la calle cuando se la contactó.

La reunión semanal podría tener tres partes:

  1. Nos tomamos unos 10/15 minutos para tocar algún tema o práctica que lleven a facilitar el contacto con uno mismo. Tomando temas del libro de Autoliberación, Estudio sobre el Movimiento, Experiencias guiadas, incluso apoyándose en cassettes.
  2. Intercambio sobre la experiencia realizada o algún otro tema propuesto. No más de 15 minutos.
  3. Plan de acción y calendario. Cómo vamos a hacer progresar ésto en un plan de la próxima semana o quincena: reuniones, retiros, actividades,…

El límite de tiempo de la reunión es 1 hora. No debemos de mortificar a la gente con reuniones largas. Su atención no está acostumbrada a ésto.

Si hay alguien que está interesado en hablar de otros temas, los orientadores quedaran disponibles. No hay que mezclar los temas de la reunión con los de la ‘post-reunión’. Así la gente queda libre para hacer sus cosas. No interesan las mezcolanzas, sino no se sabe donde se está parado, no permite el proceso. Estamos diciendo que es muy importante que la reunión tenga un encuadre y un desarrollo de temas precisos y final. Después de la reunión, seguramente con otros roles, otro tipo de relación, se tratarán a veces temas más interesantes que los de la propia reunión, pero queda claro que es en la ‘post-reunión’.

Ese grupo que se está formando puede ser acompañado por el orientador y éste decirle al que lo está formando que no se asuste si vienen más de tres. Hay que decirle que le falta el modelo. Que el se ocupe de traer a la mayor cantidad de gente, que la reunión la hacemos nosotros. Luego le preguntamos si aprendió.

Alguien se tiene que ocupar de ir con él al comienzo y mostrarle cómo se hace. Luego se agregarán otras cosas, se dará más calidad a la reunión y se cualificará al nuevo orientador. Pero necesitamos darle una formación mínima, a la que no hemos dado mucha importancia hasta ahora. Vamos a hacer esa reunión y le pedimos traer la mayor cantidad de gente.

Cuando este pequeño grupo está comenzando a funcionar, un apoyo pregunta como van las cosas y si quieren que él vaya. Entonces en la reunión, el orientador explica que es el apoyo, lo presenta y le pasa la palabra; el apoyo explicará cosas, dirá lo que hace y observará a quienes puedan estar interesados. El apoyo dice: los he venido a visitar porque es un grupo nuevo, que puede desaparecer o desarrollarse. Yo podría colaborar con este apoyo y los apoyos futuros para lograr estos cohesores. Hay gente del grupo que mueve la cabeza y que está de acuerdo con estos temas. El tema es enganchar la red. Así que hagamos un trabajo útil a este grupo y a otros. Salgamos a la calle. Ven conmigo y miras, «¿ves como hago?» (experiencia didáctica sobre el contacto). «Ahora hazlo tú…»

Los apoyos ayudan a los pares a desbloquear los contactos entre las personas, dan cohesión. Para regenerar hay que contactar, romper barreras, superar bloqueos, superar trabas. Va entrando y saliendo gente a los grupos. Los apoyos los ayudan a contactar. Los apoyos han sido habilitados para hacer éso por otro apoyo de otro nivel que ha venido a la reunión. El, sin mortificar a nadie, se dirige a aquellos que quieren pero no pueden, para

llevarlos al contacto con otra gente. Para el apoyo siempre su tarea es ayudar a contactar a los que llegan.

No es el apoyo el que toma contacto con el medio sino el que ayuda a la estructura a hacerlo. Su energía está lanzada a sus pares. Es una energía interna que pega en sus pares y los pares en el medio.

¿Cómo se sigue cualificando a los apoyos?.

Hemos establecido un vínculo mínimo con él, quien le enseñó, quien habló con él. Se podrán hacer seminarios, encuentros, más adelante retiros.

Podemos hablar porque hemos hecho cosas juntos.

Esta red no es solo de pase de información, sino también de cualificación. Hablamos de una relación más interesante que el pase simple de unos datos. Estamos hablando de la formación de red: enganche entre niveles para que se de una relación adecuada entre niveles y la cualificación en su oficio: desde técnicas simples de como se afloja un músculo hasta temas transferenciales, postransfrenciales y aún más allá.

  • Trabajo interno: para mejorar las relaciones en su grupo.
  • Habilita para el contacto desbloqueando.

Esa red empieza a funcionar en el momento en que se ha hecho ese contacto entre niveles, esa relación pedagógica (acompañamiento), se ha formado un vínculo y hay posibilidad de tareas a futuro.
Una cosa no muy distinta va a pasar cuando hablemos del administrativo.

El administrativo se encarga de la información de ida y vuelta. Se preocupa de quién está y de quién no está. También procesa e interpreta esa información.

Desarrolla los mismos pasos que lo descrito para el apoyo: experiencia pedagógica, invitación a un seminario administrativo (para

En este grupo inicial la tarea es muy «simple»:

El administrativo charla con los interesados en la ‘post-reunión’. Le enseña la ficha, una ficha muy simple con nombre, dirección, teléfono, horario de contacto y observaciones. En observaciones se incluye quien contactó a cada miembro.

Es importante que el horario de contacto sea dado por el interesado. Lo debe de fijar él y no el administrativo con sus prejuicios.

Todo eso se le explica al futuro administrativo. Además se le muestra en la práctica. El administrativo que baja hace con él las fichas de los componentes del grupo y se las da al nuevo administrativo. Le explico que cada vez que llega un nuevo debe hacerle una ficha y quedársela (no dársela a quien le trajo). Le explico, además, por qué tiene que quedársela: porque de vez en cuando el orientador organiza con su grupo operativos de recontacto con aquellas personas que se alejaron por distintas razones.

Entonces le explica que en ese momento alguien tiene que saber a quienes reconectar y donde están. El administrativo tiene las fichas (porque los otros las pierden) y las distribuye a los pares estructurales para que hagan ese operativo.

No es el que se está formando como administrativo el que hace los recontactos. El tiene que distribuir la información, (éste es su tema) poner las condiciones para que los otros recontacten. Pero el administrativo no recontacta.

Ojalá se pueda hacer este trabajo de cualificación mínima con dos o tres personas.

Hacemos una actividad pedagógica y luego le pedimos que él la haga. Una cosa que podría parecer tan simple, una fichita, puede llevar mucho error.

Luego de todo ésto, establecido el vínculo, puede invitarlo a algún seminario donde se verán cosas más interesantes del sector, capacitándolo para una información viva, no mecánica, que requiere de interpretación, el uso de tecnología y el manejo a distancia.

No se puede cualificar a un administrativo si como mínimo él no ha participado en esa cosa elemental de la ficha.

Cuando un administrativo de otro nivel hace todo, ésto está armando la Red. La Red administrativa se está formando, no sólo reelevando y distribuyendo información, sino cuando los administrativos se están cualificando, luego de haber establecido con ellos ese primer vínculo. Es decir, cuando ese vínculo continúa a través de un proceso de formación.

La misma cosa pasa con los orientadores. Si nadie se ocupa de formar y explicar las cuestiones estructurales, manteniendo un vínculo con ellos, la red de orientación no funcionará.

Entonces, hay que armar redes de orientación para resolver la cuestión estructural. Las redes administrativas y de apoyo solas no pueden resolver el tema.

El tema de las redes tiene que ver con el motor interno de la máquina, va por dentro, para que todo funcione y vaya hacia afuera.

Esto funcionará mejor si se hace desde cuando el grupo está en formación.

Es un efecto adicional para la cohesión y la estabilidad del grupo inicial todo este trabajo de las visitas.

Las redes no sólo servirán, entonces, para la cuestión de cualificación, sino también para este efecto de cohesión.

Si los sectores y el orientador de otros niveles hacen todo esto hemos aumentado mucho en la superficie de contacto, es decir, el trato personalizado con la gente.

Sin duda que si estas redes llegan hasta la base, esto contribuirá mucho a darle estabilidad.
Hemos hablado de las redes y de la cualificación de los sectores.

Esta es una forma de funcionamiento de un grupo, donde cada miembro tiende a abrir su propio grupo. Pero hay otra forma: donde hay un grupo en el que cada uno trae gente nueva pero sólo uno se ocupa de orientar. Los crecimientos rápidos se basan en esta segunda forma.

Pero esta forma depende mucho de la capacidad que tenga el orientador.

La primera parece más interesante, aunque requiera mayor atención. Tendemos a ésa. Es muy interesante que se anime a la gente a formar nuevos grupos.

Pero para que la gente llegue a una reunión, en cualquiera de los dos casos, antes pasaron cosas: por ejemplo, una reunión informativa. Puede haber sido también un contacto informativo.

Así, si alguien hace la encuesta, y dice que le interesa, puede llevarle a una mesa con materiales y gente que habla de cosas, o puede explicarle que hay un Movimiento, una forma de organización, unas Normas…

Luego se toman sus datos y se le invita a una reunión, que puede ser en dos horas o en dos días. La información que tenemos que dar es simplemente la que le permita saber en qué va a participar. Es una cosa no complicada, fácil.

Pero las personas que van a las reuniones tienen que saber minimamente de qué se trata.

Uniformemos la reunión informativa. Es la que permite que la gente sepa en qué va a participar y con qué reglas del juego nos manejamos.

Luego se irá formando en las reuniones semanales. Hasta que no vaya ahí no será miembro orgánico del Movimiento. A las reuniones semanales va a participar, no a informarse.

El que está armando grupo va a dos reuniones: a la del grupo del que forma parte y a la del grupo que él está formando. En una participa y en la otra orienta.

Cuando alguien va a las reuniones del Movimiento es Delegado de Grupo, si no va a las reuniones no es Delegado de Grupo.

Si participa y luego deja de hacerlo, en su ficha constará como autoexcluido. Es una ficha que no es la misma que usa el administrativo que está aprendiendo. Es el orientador quien trabaja con la «ficha complicada».