Sobres las técnicas de trabajo interno -rélax, distensión, autoconocimiento, etc.-
hemos de observar que es bueno practicarlas, permiten avances importantes, pero no se pretenden incorporar como modos de vida en forma permanente.
Si alguien está muy tensionado, es obvio que el rélax le vendrá muy bien, es claro que las técnicas de atención son importantes, la atención simple, la división atencional, la atención dirigida, van formando un estilo atencional.
Las técnicas de «bajar ruidos», como rélax, catarsis, permiten, efectivamente, bajar las tensiones, pero no modifican el problema de fondo que se haría por vía transferencial.
Ahora bien, cuando se logran resultados y aparece el registro de lo gratificante, ya podremos luego prescindir de la técnica y apelar al registro directamente. Por ejemplo, la atención dirigida, produce un gusto por ello, un registro gratificante y puede convertirse en estilo.
En cambio, con los ejercicios, suelen hacerse esfuerzos tremendos, algo incómodos a veces, pero gracias a la repetición de estas técnicas puede incorporarse un estado atencional interesante; es luego de conocer las mismas que se incorpora el registro (lo mismo con la distensión por ejemplo). Pero no es por incorporación de la técnica sino por constatar que resulta gratificante practicar la atención dirigida, la distensión, etc.
En el caso del trabajo con imágenes, no es por lo entretenido de las experiencias guiadas que se interesa uno en el trabajo con ductilidad de imágenes, sino por constatar lo útil que resulta, lo gratificante de dicho trabajo, es esa movilidad, esa plástica imaginativa, esas modificaciones de imágenes fijas lo que resulta grato y de interés.
Es gratificante la modificación y ampliación de los puntos de vista, para lo cual se cuenta con: las experiencias guiadas, ponerse en el lugar del otro, ver el mundo desde otra cultura.
Esto ayuda a ver todo mejor, con amplitud y profundidad, lo cual es grato.
Hay que entender el para qué de las técnicas y sus ejercicios y buscar lo gratificante.
Además, luego de lograr los resultados, se deja lo gratificante, se queda uno con los resultados: la distensión, la comprensión, la capacidad atencional, etc.
Lo importante es superar lo tenso; el sostener roles inadecuados resulta tenso; al igual que practicar técnicas de modo sostenido resulta tenso.
De ese modo puede verse el sostenimiento de roles como el sostenimiento de técnicas con el registro de lo tenso, en lugar de lo gratificante y suelto.
Así, el trabajo con roles inadecuados que recomendamos es: aflojar los roles, aflojar las técnicas de roles tensos. Esto es mucho trabajo y no deja suelta la cabeza para otras cosas. Hay una sensación de sostener mucho peso.
Uno se encuentra con 5 personas, por ejemplo, para dialogar y se lo siente muy pesado, ¡¿qué es eso?!
Asociar niveles a roles, a gra dos de tensión, roles de relación tensa es muy pesado, NO conviene.
Igualmente se asocia mal el resolver problemas con más tensiones. Con lo cual, se aumentan las tensiones y no se resuelven los problemas (y pueden deteriorarse las relaciones). No conviene tampoco. Hemos de mejorar el modo de relación, más consideración sobre el otro, más flexibilidad.