Este es un tema de interés por su poder expansivo, de gran repercusión en diversos modos sociales. Entra dentro del enmarque de los ‘fundamentalistas’ de diversas ideologías; están en el Islam, pero también en los Católicos, los Hebreos y, en los campos no religiosos, ni políticos. en Occidente están los fundamentalistas del dinero. Estos son fuertes y en sus templos (los bancos) se peregrina a diario y en miles de miles de sitios. No sólo se peregrina en La Meca o en Santiago de Compostela o en Piazza Roma, o en Jerusalén…
Viendo el Islam con perspectiva, ahora es como un segundo auge; en su estallido inicial fue un gran avance. Muchos pueblos postergados avanzaron y se expresaron en el Islam. Normalmente se lo ve a este fenómeno no en-sí, sino en contraste con la cultura Occidental-Europea; es un modo de verlo, pero no el más completo ni el único. Como observadores estamos involucrados culturalmente. Estamos entonces habilitados para ver las cosas de cierto modo, por ejemplo, tendemos a ver lo que más choca, lo que más contrasta (aquello del «choque cultural»).
El tema no pasa por ver cosas secundarias, sino que lo fundamental a observar es que se trata de una gran fuerza y hay que ver en qué dirección se lanza.
El fundamentalismo islámico es una de las tantas fuerzas en juego actuales, es quizás la más vistosa, o es quizás la que más llama la atención a Occidente (a los medios informativos, por ejemplo).
Además, vemos un contraste de puntos de vista. En Occidente todo es analítico, todo es separado: lo político, la familia, el comercio, la religión, etc., están separados, son como partes aisladas entre sí. Es la visión cientificista, como aliada de los laboratorios, en donde todo se separa, se aísla, para estudiarse. Hay una visión analítica mentirosa, distorsionadora. Pero la vida no es laboratorio.
En el Islam todo está ligado: la familia, el poder político, los negocios, lo contrasta fuertemente con la visión analítica distorsionadora.
Además, los fundamentalistas, contrastan con los pragmáticos oportunistas en que son doctrinarios hasta sus últimas consecuencias. Por ejemplo, en lo político tienen el interés claro: instalar repúblicas islámicas.
Para nosotros las cosas son universales. Si bien el Islam tendrá defectos, no vemos que los Occidentales tengan algo mejor. No hay otra dirección mejor hoy en ningún lado.
Además, no se trata de encolumnarse en una cultura de origen y decir que la otra es retrógrada u otras valoraciones. Podríamos haber comenzado en Indonesia por ejemplo. Un Lugar magnífico, con muchos millones de habitantes.
Nosotros sabemos que los pueblos se expresan en diversas culturas y las dejan cuando ya no les sirven. Siempre apostamos a los pueblos. Y ahora no iríamos a oponer culturas. ¡No oponer culturas! Ver que tienen de parecido, ver cosas coincidentes y avanzar a partir de allí.
Nuestro tema es: Somos parte de la dirección positiva de todas las culturas.
Nosotros tratamos de construir. No tratamos de diferenciar, ni mucho menos de perjudicar (¡sería el colmo que alguien pensara que pierde su cultura por sumarse con nosotros!).
Todos hacen aportes importantes. El Islam enseñó la tolerancia y exaltó lo social sobre el individuo. En cambio en Occidente se exalta el individualismo cínico.
Es un error grave reducir una cultura a lo peor. No se puede reducir el fenómeno humano que se expresa en una cultura a lo peor, a lo mínimo.
Es cierto que el Islam, en su historia, hizo barbaridades, pero no lanzaron las bombas de Hiroshima y Nagasaki…
Por otro lado, es cierto que el integrismo deriva fácilmente en Absolutismos, las dictaduras lo han usado bastante. De uno y otro lado. Hegel es el exponente máximo del integrismo racionalista en Occidente. No obstante, el integrismo es interesante, pero con cautela. Si deriva en absolutismo hay problemas. El absolutista diferencia de lo que no es tal y discrimina fuertemente.
En el Islam hay que reconocer que no todos son creyentes a ultranza, no todos concuerdan con las directivas de sus líderes.
Nosotros vemos el fenómeno humano en general apareciendo en las culturas. Son generaciones enteras haciendo cosas, buscando, encontrando convergencias para desarrollarse.
Es difícil valorar otras culturas porque se suele estar mal informado y tienen sistemas de registros diferentes. en las culturas se forman cosas tan disímiles como los gustos, los usos fuertes y débiles, además de valores y creencias.
En fin, en política se ven subir los fundamentalistas de varios campos, en Israel suben los fundamentalistas Hebreos. En otros campos hay exacerbaciones y puntos cúlmines de irracionalidad en distintas latitudes, incluyendo al Occidente.
Retomando el tema propio del Islam, vemos que esto empieza muy atrás y forma parte de fenómenos que se dan en combinación, no aislados. En Occidente hace 70 años termina el imperio Otomano, que había llegado hasta Austria y luego se hacen numerosos arreglos artificiales, se hace la misma artificialidad que en Africa, donde separan caprichosamente tribus que luego hasta pelean entre sí… Luego viene todo el tema de los países del Este que hoy se modifican, llegando al punto que hoy nos preguntamos ¿qué se ha hecho en 70 años?
Aquí vemos procesos truncados, que ya se dan en otros momentos y culturas, como con la aparición europea en América truncando el proceso de Incas, Aztecas, el Islam es un proceso truncado y en especial la relación Europa-Islam. Al igual que en Irán, se ha dado una occidentalización forzada que produce lo contrario.
Hemos de captar la realidad sicológica del Islam y nos parece ver que todos quieren La Meca. Todos tienden a este centro manifiesto de poder. Aquí está el centro religioso, pero también el petróleo. Políticamente está Arabia Saudita que son sunitas, una variante puritana del Islam. Las repúblicas islámicas, los Emiratos, todos tienden a La Meca. EL Ayatollah Khomeni, lanzó incluso atentados no esclarecidos aún, tenía la imagen clara y lo declaró públicamente, pidiendo la renuncia de la Monarquía saudita.
Estamos viendo como procesa todo esto. Lo que distinguimos, en términos de fuerzas, es que el fundamentalismo de diverso tenor está en movimiento y aumenta con todo, especialmente en los puntos críticos. Opera como el viento que se mete en las fisuras.
Si el fundamentalismo se mete en las fisuras de las crisis culturales, impone su modelo y luego todos lo siguen. Es importante este punto.
Para nosotros la realidad histórica está en el paso de generación en generación, el paso de usos, creencias, información, deformaciones, etc. Esto actúa en el ser humano y éste sobre los usos, costumbres, información, etc. Es historia viva, no es la historia de los libros. Todo actúa en la gente, así se da la historia viva del ser humano. Se ven hechos, no sólo ideas.
Nosotros no somos Occidentales u Orientales, somos Universales, pero provisoriamente encolumnados con Occidente, pero no patrocinamos a esta cultura, no somos una «avanzadilla occidental» – ¡aunque ellos, si avanzamos en Oriente pudieran hasta patrocinarnos y dejar la contra que nos hacen! Ellos hacen sus cosas y hacen sus equivocaciones y le salen cosas mal, eso está bien, nosotros hacemos nuestra parte y estamos «muy enojados con todos» por las tonteras que hacen en contra del ser humano, de su desarrollo.