En efecto, basta que concurra al Oficio semanal, para considerarse parte de ella. Desde luego que también puede solicitar todas las otras ceremonias, salvo las de admisión a Escuela y Ordenación que exigen algunos requisitos importantes.
En cuanto a la ceremonia de Declaración, consiste en unas frases dichas en voz alta al finalizar el Oficio, para que el declarante sea considerado parte actividad de La Comunidad, pudiendo a partir de ese momento, solicitar instrucción más dedicada y detallada.
La Declaración es la siguiente:
Mi doctrina dice: tengo libertad para creer o no creer en Dios.
Mi doctrina dice: tengo libertad para creer o no creer en la inmortalidad.
Mi doctrina explica: puedo y debo aprender a superar el sufrimiento.
No hay doctrina más grande y buena que ésta”.