Esa denominación es genérica y hay diferencias particulares, pero sabemos de que hablamos cuando nos referimos al tema.
Los pueblos tendrán que hacer algo. Habrán de cambiar el estilo que se vive hoy, entre otras cosas. La gente dice frases que no tienen sentido: «mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer», por ejemplo. También tienen miedo al cambio, a lo que vendrá y esto no se entiende porque están en la miseria, comiendo un hueso dentro de un tarro o algo peor. Cualquier cambio sería para mejorar pero están inermes. No reaccionan, no son protagonistas y quien no toma el destino en sus manos es un miserable.
Hay otros que se llenan la boca diciendo que la tecnología avanza y hablan y hablan de las grandes posibilidades tecnológicas con que contamos pero se olvidan de que ya la gente no puede pagar el teléfono. Hasta que no tengamos solucionado la situación básica (trabajo, salud, educación, vivienda.), no se puede hablar del avance tecnológico. Si hay ambiciosos que se manotean el destino de los pueblos, hay también una masa que no hace nada por cambiar este destino. De seguir así, este será un pueblo de miserables. Y los que creen que los pueblos por naturaleza, mecánicamente, de todos modos se desarrollan, se equivocan mucho y no conocen de historia. Hay más de un ejemplo histórico de pueblos que con el tiempo cada vez la fueron pasando peor, por no rebelarse y cambiar.
No son las condiciones materiales las que hacen que necesariamente un pueblo se rebele. Hay pueblos que se han extinguido y otros que van a la extinción.
Y que no nos vengan conque la TV es la responsable de todo. La TV no mata a nadie, porque no hay contenidos importantes en ella, sus programas son formas huecas. ¿Qué te puede hacer estar escuchando la TV y que te hablen de los «ejes convocantes»? Nada de lo que se ve y oye en TV tiene fundamento. Fíjense lo que ocurrió en Australia: un loco sale con una ametralladora, mata a 35 personas y al otro día sale un «formador de opinión» diciendo: «la cultura de la violencia se ha instalado en Australia». Y la gente se va a dormir tranquila porque ya se fundamentó el hecho. Se lo designo de cierto modo y parece que se hubiese conjurado el problema. En realidad esa frase no explica absolutamente nada.
Todo es así; sino pregúntale por los fundamentos a los de la toalla en la cabeza.