«Vos te sentís mal, y lo primero que crees es que has hecho todo mal y por eso te sentís de ese modo. No te das cuenta que hay 10 millones de personas alrededor tuyo que sienten lo mismo» (nos han atomizado, dividido, parcelado). Este es el mejor argumento del Sistema para inmovilizar a las personas.
El Sistema te metió en la cabeza las diferencias, y ahora sólo mirás eso; una per-sona se acerca y ya estás comparando y mirando diferencias entre vos y la persona. Frente a eso, hoy más que nunca nos conviene ver lo común que hay entre todos y no las diferencias. Hay que cambiar las miradas. Pasar de las diferencia hacia aquello que es similar u homogéneo.
Las diferencias que puede haber entre un intelectual y alguien que no sabe leer y escribir, es que ha leído tres panfletos más. No hay que engañarse con esto de los problemas culturales; los dos buscan lo mismo y sienten las mismas cosas.
En cuanto al principio de ¨acción y reacción¨ que puede servir como punto de observación en diferentes procesos, hoy el proceso mundial es más complejo y desborda este modo de interpretar los fenómenos (acción y reacción). No te sirve este método para estudiar las posibilidades que brinda el mundo de hoy. Por ejemplo: a un pueblo le pegan y le pegan y esta vejación podría no tener límites; es decir, le pegan y le pegan hasta que desaparece. Imagínate como ejemplo, que un tipo te da de palos, y vos decís «ya se va a cansar». De ningún modo; el tipo va,: come, duerme bien, se refresca y te sigue pegando más y vos cada vez más débil. Ahora, como hace tiempo que te pega, ya se endulzó y te pega el doble. El se muere y después vendrá el hijo y el nieto con otras técnicas superiores y te seguirá golpeando. Ya ves que no se puede medir todo con acción y reacción. A veces los hechos no tienen límite.
Por ejemplo, fíjate en los coyas. Primero les daban palos los Incas y no hicieron nada; después llegaron los españoles, les hicieron lo mismo y no pasó nada. Después llegaron las revoluciones de los blanquitos en Latinoamérica, les jodieron la vida y tampoco hicieron nada. Y así llegamos hasta hoy.