Si tuviéramos algún espacio de prensa, podríamos hablar de ciertos temas referidos al Capital. Es verdad que estas elecciones serán municipales y no habrá demasiado espacio para temas generales pero, de todos modos, si tuviéramos algún espacio y fuera oportuno, habría que dispararles en sus carotas el modo en que pensamos. Sería adecuado direccionar el tema del Capital: vamos a decir que lo primero que haríamos nosotros si fuéramos gobierno es re-estatizar, es decir, todo lo que se privatizó debe volver a manos del Estado (van a poner una cara de asombro total). Luego que esté todo re-estatizado, privatizaremos absolutamente todo pero en manos de los trabajadores, en manos de los que producen. No se trata de dar el 40% a los trabajadores quedándose ellos con un 60% para decidir. No. El capital y las decisiones deben estar en manos de los trabajadores porque a ellos les corresponde.

Ese es el tema para nosotros, quien decide y quien maneja la empresa. El tema no es quien es dueño del capital, pero si para decidir hay que ser dueño de la empresa, entonces que los trabajadores sean los dueños. Ni siquiera planteamos entonces que sean los que decidan, sino que sean los dueños, los que decidan y todo….

La incertidumbre que hoy tienen todos los trabajadores con su fuente laboral es inhumana. Hace cuatro años por cada dólar que iba a la inversión productiva, 3 iban al circuito financiero. Hoy la relación es 1 a 6 y la tendencia mecánica del sistema es a que esa relación aumente. Si el punto es, donde rinde más el capital, entonces succionó lo que puedo de un país o de una empresa y después a volar al circuito financiero. Mientras esto siga así, seguirá el cierre de fábricas y de las fuentes de trabajo. El interés no está en la gente, … la gente es deshechable».

A nivel mundial hay ya muchas experiencias y es una tendencia creciente de empresas en la que la mayoría de las acciones están en manos de los trabajadores y no son empresas chicas, algunas de hasta 140.000 empleados (esto aparecerá en la Revista Electrónica No.5, articulo de Manuel Riesco). Esto ha surgido como una suerte de auto-defensa de los trabajadores para mantener y asegurar sus fuentes de trabajo.

Esta son experiencias de mucho interés y conviene animar a que se siga recopilando el máximo de información sobre este tema ya que esto sirve de efecto demostración y no se está hablando en el aire. Estas empresas no sólo no se han deteriorado o mantenido, sino que han aumentado su productividad.

La instalación más generalizada de un sistema de esta naturaleza no es algo que pueda darse por desarrollo mecánico. Para poder producir un cambio de esta naturaleza se necesita contar con el manejo del aparato politico-legal. Si no manejas el aparato juridico-politico, en cualquier momento te ponen palos en la rueda y te detienen. El cambio implica necesariamente hacerte con el aparato político y legal, hacerte con los gobiernos.

El argumento en contra va a ser: ¿cómo el Estado va a volver a comprar las empresas? Aplicaremos el principio de reciprocidad: se comprarán del mismo modo como las compraron ellos, con papeles.