Pareciera que hay polarizar, sin embargo lo que se dijo fue lo más suave que se ha dicho hasta ahora. Fue otro nivel de planteo que pegó en la gente. Si hasta lo que se dijo en 1969 tiene más rigidez.

Esto se planteó en otro espacio.

Si vemos cómo ha sido hasta ahora, desde 1969 se ha hablado con algunas rispideces. En cambio, ahora, esto fue lo más suave. ¿Hay que polarizar? No, no se polarizó. Fue otro el nivel de planteo -no aquello de la tesis y la antitesis- y eso le llegó a la gente. Se planteó en otro nivel, en otro espacio. El tema de la reconciliación es muy difícil. Ni siquiera estás pidiendo que el otro haga lo que dice uno, no, es uno el que tiene que hacer, es de otro nivel, de otra presentación, es totalmente nuevo en la cabeza de la gente. Al otro no se le pide nada. Es totalmente nuevo.

El asunto pasa por allí, en ponerlo sobre la mesa en esos niveles, es lo que corresponde a este momento, se empieza a ver lo que pasa en la cabeza de la gente.

En el paisaje actual es totalmente nuevo para la cabeza de la gente, ni siquiera puede capturar esta propuesta. Poner sobre la mesa estas cosas, estos niveles de planteo, sin duda es una cosa totalmente nueva. Yo creo. Y es lo que corresponde en este momento, la gente empieza a ver este momento dislocado y a punto de colapsar. Si uno se afloja un poco, también empieza a ver la asfixia, que no hay salida… Si uno se suelta un poco, empieza a bambolearse como la gente. Hay gente mas compuestita, que están en el “como sí”, pero está tan jodida esa gente como los otros, no te confundas, es una situación que la gente vive, la gente no es de palo, digan lo que digan.

Empieza a mundializarse ya mucho el planeta. Aquello que para la gente tiene receptividad en un punto, también la tiene en otros puntos, pasando por encima de las culturas…