Eduardo
(D Material)
La Disciplina Material se basa en los trabajos de taoistas y budistas chinos, así como de babilonios, alejandrinos, bizantinos, árabes y occidentales. A ese conjunto de trabajos en su continua transformación y deformación se lo conoció con el nombre de “Alquimia”. Hacia fines del S. XVIII, la Alquimia había declinado irremediablemente, pasando muchos de sus descubrimientos, procedimientos e instrumental, a manos de la Química naciente.
En nuestro proceso vamos a seguir el lenguaje y procedimientos correspondientes a la Alquimia Occidental, procedente de la Edad Media europea, aunque reconocemos muchas y mezcladas influencias.
Esta Disciplina trabaja con un sistema mental de fuerte alegorización y el «cuerpo» que se va a transformar es la representación del operador, los significados que aparecerán en su trabajo con la substancia.
Es decir que las imágenes que aparecerán en el operador son las que se van modificando y adquiriendo profundo significado a medida que se entra en la franja de trabajo.
Esto de la franja de trabajo es fundamental, así como el establecimiento del «contacto», la «conexión» con la substancia.
Por poner un ejemplo, observamos que las cosas tienen distintas cargas afectivas asociadas, sean estas personas, objetos, etc. dándonos cuenta de este fenómeno, y teniendo en cuenta nuestro deseo de trabajar en la Disciplina, se va generando una carga por las substancias con las que trabajamos que se ira desarrollando en el transcurso del proceso.
El canal es similar al modo de imaginación dirigido que permite la creación artística, de asociaciones dirigidas y muy abierto a la inspiración.
En este proceso al igual que el resto de las Disciplinas tendremos indicadores, que en esta Disciplina también serán externos.
Necesitamos preparar un taller en que desarrollar nuestro trabajo, este taller debe reunión unas características especiales:
Lugar con buena ventilación, luz eléctrica, agua, un lugar que podamos oscurecer de modo que podamos trabajar en condiciones de luz permanentes durante todo el proceso.
Este «ámbito» de trabajo, será un lugar especial para nosotros, un espacio-tiempo particular en el que entraremos solo para hacer nuestro trabajo. Un lugar en el que nos desprenderemos de nuestros objetos de uso común (reloj, móvil, etc) incluso utilizaremos ropas no habituales y solo para esta ocasión.
Pasos en la Disciplina Material.
Las grandes etapas del proceso pueden resumirse como en la estructura de varios mitos universales: nacimiento y vida – muerte y obscuridad – resurrección y ascenso. La materia utilizada va sufriendo todos los cambios que proponen los pasos de la disciplina al tiempo que el operador registra las concomitancias alegóricas del caso. La materia prima inicial, el cinabrio (un compuesto de azufre y mercurio), irá transformándose a lo largo de toda la disciplina.
Se podría usar otra materia prima, siempre que reuniera las características claras que permitan traducir imágenes propias de estos grandes ciclos mencionados.
Primera cuaterna
el nacimiento y la vida
1º.- Depuración.
Se trata de la purificación de dos substancias. Al mercurio se lo filtra con una gamuza o cuero fino hasta que quede limpio de impurezas. Al azufre se lo lava con agua tibia reiteradas veces hasta que algunas impurezas precipitan y otras sobrenadan pudiendo retirarse el azufre limpio. Finalmente, se mixtionan las substancias purificadas en proporción 1:3, obteniéndose un cuerpo negro pizarra con brillos metálicos.
Una vez tenemos las dos substancias, a modo de principios formadores, tratamos de establecer «contacto» con ellas, percibimos su peso, color, textura, dejando que se traduzcan imágenes asociadas a ellas.
Por ejemplo: percibo el azufre, como calido, liviano, fijo, (como si fuera el calor del sol) es decir trato de percibir sus «cualidades», me familiarizo con el, casi como un ser con el que voy a establecer una relación.
Lo mismo proceso con el mercurio, que percibo frío, móvil, mucho mas pesado, con características bastante opuestas, a modo de una relación fría-calida, masculino-femenino, etc. como opuestos que se pueden complementar.
Estos dos seres con los que establezco relación van a sufrir un proceso de transformación en el que estaré involucrado y hasta tanto estas substancias no tengan «carga» y significado no podré trabajar adecuadamente.
Estos significados iran procesando en el operador al tiempo que se transforma la substancia en un proceso de interacción, de realimentación.
Así que una vez limpiadas nuestras substancias, con los significados correspondientes, estarán en condiciones para mezclarse en una especie de relación intensa y cercana, hasta que hayan perdido sus cualidades originales y aparezca una substancia mixta, color negro con brillos metálicos, que alegóricamente se llamo «ala de cuervo» por la similitud que tenia con las plumas de ese pájaro, también se llamo «negro pizarra» por una similitud equivalente.
Por ejemplo se podría alegorizar: en una noche estrellada los amantes se acercan y se mezclan íntimamente, como un matrimonio.
2º.- Crecimiento.
Ácido clorhídrico en 2 partes de agua pura. Se introduce el cuerpo en un balón de vidrio y se lo cubre con la dilución. En la trampa y el recipiente con agua pura, se registran escasas burbujas. Se inicia el proceso aplicando una suave llama que va aumentando gradualmente hasta que aparece el indicador de las burbujas. El ritmo de salida de las burbujas debe ser lo más parejo posible, en todo caso debe aumentar y no disminuir. Se incrementa la llama hasta que aparecen en el balón las trazas de colores. En este punto se mantiene la temperatura y el paso termina cuando aparecen las agrupaciones rojas brillantes.
En este paso los amantes inician un proceso de fusión, para ello usaremos nuestro fuego, ese fuego es el fuego de los ácidos, que en nuestro caso usaremos una dilución de acido clorhídrico al que alegóricamente llamamos «Llave», porque tiene el atributo de operar internamente propiciando la fusión de nuestros seres formadores.
Aplicaremos un «fuego de rueda» es un fuego convencional (butano o propano) aplicado con un bunsen.
Esta fusión se realizara aislada en un huevo de cristal esférico, que alegóricamente puede simular una matriz donde se gesta la vida.
Para mantener el aislamiento del medio externo usaremos una trampa de modo que elimínenos los gases de aire adentro del huevo y los gases producidos al calentar la «llave», de modo que podamos controlar la reacción y la fusión se pueda desarrollar.
Esta fusión tiene indicadores, se produce cuando eliminado todo el liquido, se funden las substancias y aparece un gas rojo intenso, en ese momento y muy repentinamente se produce un fenómeno sorprendente, la formación de lo que alegóricamente denominados «bandera alquimica», se trata de una señal a la cual se produce la fusión de los seres formadores, el nacimiento de un nuevo ser, que se ira expresando, manteniendo la temperatura y que producirá unas gotas que alegóricamente podemos llamar «sangre» y que al golpear con las paredes del huevo produce unas formaciones rojas brillantes que se mueven y que alegóricamente denominamos «rubíes».
3º.- Separación.
Con la aparición de las agrupaciones rojas se disminuye gradualmente el fuego hasta el enfriamiento del balón. Se procede al desprendimiento mecánico de los costrones bajo los cuales aparece una substancia roja que contrasta con la substancia negra calcinada. Se disuelve la sustancia negra en la dilución ácida caliente a menor temperatura que ebullición girando siempre en la misma dirección hasta obtener un cuerpo rojo que será secado por evaporación. Esto admite reiterados lavados con agua pura hasta que no queden rastros de acidez.
Una vez obtenido nuestro ser, es necesario extraerlo de la «matriz», allí mezclado con las impurezas, en el fondo de lo que alegóricamente podemos llamar la «mina» esta nuestra substancia roja que podemos advertir al partir las substancias adheridas al huevo, esas trazas rojas, alegóricamente llamamos «agallas» por su similitud con el color de las agallas de los peces.
Para la extracción seguimos usando nuestra «Llave» y nuestro fuego de rueda y en sucesivos lavados iremos extrayendo nuestra substancia, que luego lavaremos con agua vulgar (agua destilada) y dejaremos sin acidez, allí aparecerá una substancia de color rojo, que alegóricamente llamaremos «sal roja no-fija» como representación de nuestro nuevo ser pero no-fija porque todavía esta débil, esta germinando y el acido (dragón verde) o el fuego pueden atacarla.
4º.- Repetición
Mixtión perfecta del cuerpo rojo con el mercurio purificado 3:1. División en tres grupos. Introducción del primer grupo en el balón y aumento gradual del fuego hasta obtener el espejado, este aparece con más nitidez en el cuello. Se observan nuevamente las burbujas para controlar el fuego. Los indicadores deberán ser cuidadosamente verificados ya que el espejado se produce entre la temperatura de fusión del estaño y el plomo. Esta franja de temperatura se debe tratar de mantener sin que se produzca la fusión del plomo. Entonces: obtenido el espejado por mixtión y sublimación del primer grupo (1R o Primera Repetición), se desprende mecánicamente el material que finamente pulverizado se mixtiona con el segundo grupo (2R) y se vuelve a espejar completando el procedimiento anterior para terminar en la mixtión con el tercer grupo (3R). Pueden producirse en este paso movimientos cenicientos blancos adentro del balón que sirven de indicadores de conclusión de esta etapa. Finalmente, por desprendimiento, pulverización y lavado se va obteniendo un cuerpo rojo de mayor fijeza que el obtenido en el paso 3. La mayor fijeza de este cuerpo se constata por la prueba de fuego al colocar una pizca del cuerpo sobre una plancha de vidrio que se flamea en repetidas oportunidades sin que se observe alteración en su coloración. También se prueba la fijeza de este cuerpo aplicándole los tres ácidos: clorhídrico, sulfúrico y nítrico. En caso de reaccionar con algún ácido indicará errores previos en el proceso. De no haber reacción se continúa. El cuerpo rojo fijo obtenido tiene la coloración de la semilla de granada madura, más intensa en su coloración que en el cuerpo rojo no fijo del paso 3º.
Ahora tenemos nuestra substancia, nuestra sal roja no-fija, a la que someteremos a un proceso de reiteración (3R) tres veces una operación de maduración.
Esta operación se hará a una temperatura fija, con «testigos» que nos ayudaran en el proceso, se trata de los puntos de fusión de estaño y el plomo, entre estas temperaturas de fusión se desarrollara en crecimiento de nuestra substancia, haciendo crecer nuestra sal roja y logrando la madurez, una vida adulta, plena e intensa que podrá soportar las pruebas de los ácidos y el fuego, ese será el indicador de la vida que se expresa con intensidad, el nuevo ser producto de la fusión, del matrimonio de los seres formadores, de los elementos masculino y femenino, habremos creado un ser «androgino» (andros-masculino, gino-femenino) que tiene la composición del cinabrio, un proceso natural que lleva miles de años y hemos podido acelerar en nuestro taller, hemos acelerado el proceso natural.
Este ser androgino, que ha acumulado una biografía en su proceso, aparece en los limites del huevo a modo de espejo, donde el operador puede ver su cara, es el momento en el que el operador se percibe a si mismo en este proceso creativo, con su biografía, con sus ensueños, con su vitalidad, conectado con la «substancia» que hay en el interior.
Segunda cuaterna
la muerte y la obscuridad
Toda esta cuaterna describe el proceso y los indicadores (e internamente “registros” para el operador), de la obscuridad y la muerte del cuerpo
Progresivamente van apareciendo registros de perdida, de desesperación, de nadidad, de vacío, que irán aumentando y suelen crear «campos» de accidente, como si atrajéramos dificultades y situaciones delicadas alrededor nuestro y en nosotros.
Es recomendable pasar pronto esta cuaterna con todos los registros correspondientes, por las posibilidades de accidente que se pueden producir.
5º.- Fermentación
Se mixtiona el cuerpo rojo fijo con plomo fino (polvo de plomo), éste posteriormente debe cubrir la mezcla. Se baña todo en ácido sulfúrico y llevando la temperatura a tibieza de piel. Comienza la fermentación y aparecen las burbujas indicadoras. Posteriormente, se aumenta el fuego hasta producir una reacción violenta. Disminución del fuego y enfriamiento. Se agrega agua pura a la substancia revolviendo y dejando precipìtar. Se extrae el agua ácida. Esto se repite varias veces hasta que se elimina toda acidez. Secados y calcinación mediante fuego hasta obtener el cuerpo como polvo gris blanco.
Llegado a este momento se inicia otro proceso mítico, en el vamos a producir los contrario de la primera cuaterna, en el vamos a desposeer de vida a nuestro ser, que será matado, pero dejando el cuerpo de la substancia intacto.
Vamos a crear una especie de «golem», para ello depositaremos a nuestro ser vivo en el fondo de nuestro huevo y le colocaremos lo que alegóricamente denominamos una tapa o cubierta de plomo, a modo de «ataúd», introduciremos acido sulfúrico (nuestro fuego), y veremos como en este proceso se produce una fermentación, en la que van apareciendo indicadores, pompas suaves, estáticas, como un estanque sin vida en el que aparecen pompas que alegóricamente denominamos «ojos de pescado».
Aumentaremos suavemente el fuego vulgar y repentinamente se producirá una reacción muy intensa de ataque a la substancia, que alegóricamente denominamos «el león», este desgarrara a nuestra criatura (substancia) y nuestro fuego digerirá los restos, quedando un compuesto gris sin fuerza que calcinaremos nuevamente mediante fuego.
Allí lavaremos los restos con agua vulgar (destilada) y dejaremos reposar.
6º.- Circulación
Se prepara la solución sulfonítrica (1 de ácido sulfúrico por 2 de ácido nítrico). Calentamiento y vaporización de la sustancia en ciclo cerrado, es decir, se recuperan los vapores para hacerlos pasar por la sustancia nuevamente. Aquí el aparato usado, conocido desde antiguo como “cisne”, es fabricado por el operador en base a cerámica blanca posteriormente esmaltada. El proceso termina cuando toda el cuerpo es atacado y queda reducido a pasta gris obscura.
Utilizaremos un instrumento construido por nosotros que alegóricamente denominamos «cisne» por el pico que tiene y que se uso para las destilaciones, por ejemplo para la obtención de alcohol en las bebidas «espiritosas», es decir para extraer aquellos principios mas livianos que se desprendían antes y que tenían propiedades muy apreciadas.
En nuestro caso no lo usaremos para destilar, sino para desprender el espíritu de nuestra substancia y dejarlo ir, ya que nos interesa el cuerpo intacto pero sin el espíritu que se formo en nuestro cuerpo.
Introduciremos nuestra substancia en el cisne y con nuestro fuego (solución sulfo-nítrica) iremos produciendo 3 ciclos en los que los vapores de acido penetraran en el cuerpo de nuestra substancia y la desposeerán del espíritu, dejándolo ir por la boca del cisne, así hasta que prácticamente todo nuestro fuego (ácidos) hayan desaparecido en este proceso triple y solo queden unas gotas.
Allí quedaran las cenizas de nuestro ser.
A modo de ejemplo se puede expresar asi, los estados internos que corresponden a este paso:
El gas se agita en el interior del vaso como si internamente “algo” se agitara y se va yendo por el pico del “cisne” hacia arriba, perdiéndose…
… solo y en silencio
gota a gota
el humo se eleva
la sustancia se convierte en ceniza
pasa la vida
avanza la noche
el tiempo se curva sobre sí
todo se suspende
un instante eterno…
La lenta espera y la perdida del espíritu de la substancia en los 3 ciclos de la destilación, los expreso en un modo más o menos poético, ya que tal vez traduzcan mejor el estado de ánimo:
… hacia la tierra voy,
un mundo sin alma me espera,
mientras me despido
mi vida surca veloz como el aire mi frente
y en la espera y oscura noche me adentro.
… solo y en silencio el abismo me acompaña,
el tiempo se alarga y se curva cansado de seguir,
el cuerpo vaga solo en la oscuridad,
busco reposo y el sonido de la noche.
… la noche me alimenta como a un hijo,
duermo en su lecho y sus manos me mecen,
entre los surcos de la tierra se desgranan las cenizas de mi cuerpo.
7º.- Lavado
Lavados iguales a los del 5º paso; vaporizaciones con agua y secado con calor. El proceso se repite varias veces hasta obtener un cuerpo polvoriento gris muy fino.
Lavaremos nuestra substancia con agua vulgar (agua destilada), hasta obtener limpiarla de la acidez, al limpiarla aparecerán los indicadores de lo que alegóricamente denominamos «lluvia de estrellas», se trata del desprendimiento de las gotas de agua que caen en forma de «ríos» por la esfera de huevo a modo de lavado celeste (bóveda celeste – huevo) dejando las cenizas de la substancia limpia.
8º.- Aglutinación
Se mixtiona el cuerpo con antimonio, cobre y hierro. La cantidad de polvo gris blanco debe ser mayor que la cantidad de materiales (juntos). Debe hacerse un ordenamiento por cantidades de mayor a menor. Así, si se asignaran valores, éstos serían: cuerpo 7, antimonio 3, cobre 2, hierro 1. Se coloca la mixtión dentro del crisol y se somete a 1500º (a esta temperatura el crisol y la mixtión se ponen al “rojo blanco”). Se reconoce a la substancia completamente fijada cuando no es atacada por el fuego. Se mantiene el fuego hasta que todos los elementos intervinientes se funden homogéneamente. Al enfriar y separar las escorias aparecen la vetas de los distintos materiales como si se tratara de una montaña en miniatura. Se introduce el cuerpo en solución sulfonitrica: 1 de ácido sulfúrico por 2 de ácido nítrico, calentado muy suavemente. Se va aumentando la temperatura hasta producirse la reacción violenta y la aparición de colores en sucesión: verde, azul, amarillo, rojo y blanco en vapores y en decantados líquidos. La pasta húmeda verdosa en que termina el cuerpo muestra los signos de la muerte. Se mantiene la temperatura hasta que el cuerpo calcinado queda convertida en un polvo grisáceo ceniciento, en él aparecen unos brillantes y diminutos cristales.
Colocaremos nuestras cenizas en una mezcla de metales (antimonio, cobre y hierro) con los que enterraremos nuestra substancia constituyendo lo que alegóricamente denominamos «montaña», allí dejaremos estacionada nuestra substancia, fusionada entre las rocas de la montaña, de la que tendremos indicadores por el desprendimiento de los colores propios de los metales con los que mixtionamos nuestra substancia.
Nos fabricaremos nuestros propios crisoles donde hacer la fusión.
En este paso tendremos que proceder con rapidez, ya que tenemos que fusionar la substancia junto con metales de puntos de fusion diferentes y al aplicar 1.500º C podemos perder alguno de los metales de la mezcla si no se hace con repidez, esto requiere practica y atención.
Una vez realizada esta fusión en la montaña, procederemos a aplicar nuestro fuego nuevamente (solución sulfo-nítrica) que ira desprendiendo los colores de los metales por orden: verde, naranja, rojo, amarillo, azul, blanco, que constituirán lo que alegóricamente se denomina la «cauda pavonis» (cola del pavo real por su variedad de colores)
Tercera cuaterna
la resurrección y el ascenso
En esta cuaterna nuestro objetivo, a diferencia de la 2ª Cuaterna en la que quitamos el espíritu que se fue formando en la primera al crear el cuerpo, sera la creación de un nuevo espíritu que incorporar a la substancia y hacerla renacer de sus cenizas.
La vitalidad y la inspiración son características de esta 3ª Cuaterna que se expresa muy bien el significado «renacimiento».
9º.- Vivificación
Lavados con agua densa. Esta se obtiene destilando agua hasta quedarse con el 1/10.000 del volumen que se recoge, reuniendo la cantidad deseada. Lavados como en el 5º paso. Secado y fragancia del cuerpo.
En este paso tendremos un largo proceso de preparacion de un agua especial, un «agua densa» que obtendremos con la evaporación de agua liviana en cantidad suficiente para poder lavar nuestra substancia. La proporción de este agua es de 1 en 10.000.
Aquí nuevamente vamos a evaporar el «espíritu» del agua (agua liviana), para quedarnos con las moléculas mas pesadas y que por tanto no se evaporaran hasta el final.
Este «agua densa» tendrá la propiedad de aglutinar el cuerpo de la substancia sin vida y trasmitirle una «energía» a modo de Ka energético.
Haciendo el lavado con «agua densa» y dejando si acidez la substancia procederemos a humedecer el polvo seco de la substancia y procederemos a «incubar» en un horno de hemocultivo la substancia impregnada con el «agua densa», esto tardara 7 días a la temperatura de incubación de la vida, a unos 37,5º C en los que procuraremos estar atentos a mantener el contacto con la substancia a esa temperatura, el trabajo se realizara con el oscurecimiento del huevo y pasados los 7 dias destaparemos el huevo observando el «verdor» que a modo de florecimiento impregna la substancia y tendremos el característico olor a recién nacido, la «fragancia de la vida».
10º.- Purificación
Se cubre el cuerpo con plata pura y se agrega ácido nítrico (la temperatura debe estar más baja que el punto de ebullición del agua). Luego se eleva lentamente la temperatura hasta que el cuerpo comienza a tomar una coloración gris verde.
La substancia seca en el fondo del huevo se «acuna» con plata en polvo que habremos preparado y procederemos a introducir nuestro fuego (acido nítrico) que digerirá a nuestra criatura dotándola de una fuerza especial, le habremos transmitido la fuerza de la plata a este nuevo ser animado.
11º.- Conversión
Se agrega antimonio puro y se sube la temperatura hasta que el cuerpo funde con el antimonio. Se producen destellos significativos. Cambio de cualidad del cuerpo.
Probaremos la calidad de un nuevo cuerpo, el antimonio, mediante su fusión y lo lanzaremos sobre una losa fundido para comprobar su fuerza, esta prueba fue conocida con el «triunfo del antimonio» y aunque no corresponde al paso si es una prueba anterior a su uso en contacto con nuestra substancia.
Este metal en su expresión, fue conocido alegóricamente como el «león oriental» y tiene la capacidad de energetizar a otras substancias incrementando su fuerza.
Mezclaremos nuestra substancia con el antimonio y suavemente colocaremos la mezcla en el fondo del huevo, allí de daremos un suave fuego de rueda (fuego vulgar) hasta ir observando su comportamiento, verificando con luz azul y luz roja el proceso de la substancia.
Posteriormente aplicaremos un fuego mas intenso, de modo que incrementemos la temperatura en el interior del huevo pero no de modo puntual sino lo mas difuso posible.
Operaremos en la oscuridad del taller e iremos aumentando el fuego hasta que se produzca un fenómeno curioso, con significado para el operador, se trata del cambio de cualidad de la substancia que tendrá concomitancias en el operador y en la que la aparición de la iluminación del huevo de modo homogéneo producirá una conmoción llena de significado
A ese fenómeno se lo llamo alegóricamente «transmutación».
Este cambio en la cualidad de las substancia se podrá verificar posteriormente, tanto en sus aspectos externos como internos.
12º.- Multiplicación
El balón ha quedado teñido de color dorado. Moliendo el balón hasta obtener un polvo de vidrio muy fino se está en presencia de un cuerpo capaz de teñir en presencia del calor, en una proporción 1/10.000.
La substancia obtenida se pulverizara con el huevo y obtendremos un polvo impalpable con el que produciremos la verificación del cambio de cualidad de la substancia.
Calentaremos una barra de vidrio fina, hasta lograr ponerla al rojo vivo y la introduciremos en el polvo impalpable.
Advertiremos como por medio del calor se produce un teñido del vidrio, apareciendo el color dorado que alegóricamente se denomino «polvo de proyección».
La capacidad de este «polvo de proyección» se verificara en futuras pulverizaciones y repeticiones del procedimiento, verificándose la aparición de nuevo «polvo de proyección».
También fue llamado este paso «el Fénix» ya que en esta imagen se alegoriza la resurrección por el fuego, de donde surgió la divisa de los alquimista: «Igne Natura Renovatur Integra” (Por el Fuego será Renovada Íntegramente la Naturaleza).
La «Cornucopia» también fue una alegoría utilizada, así como en los mitos sobre «El Dorado» o la «Fuente de Juvencia» aparecen reflejados estos significados profundos.