Día 3 – Revisión de materiales a incluir en el CD para los Maestros
El Maestro o la Maestra de cada Disciplina explica al resto, en fácil, que es la Disciplina, sus cuaternas y como opera.
Mariana
(D Formal)
En la franja de trabajo de la disciplina Formal se distinguen 3 tipos de profundidad en que se emplazan las representaciones.
Representaciones en la pantalla. Uno está mirando desde “acá” y la pantalla está “allá”.
Integración. El punto de vista se va hacia atrás. Se difunde la mirada, ejercitando la mirada circular.
Inclusión. Ahora estoy adentro de la esfera. El límite de la esfera debe coincidir con el límite del espacio de representación.
Estas diferentes representaciones se trabajan en los ejercicios preliminares a la Disciplina.
En la Disciplina se trabaja solo con representaciones en las que uno está incluido. Se trabaja con el espacio de representación, el espacio de la conciencia transitando por diferentes cuerpos geométricos. El límite debe coincidir con el límite del espacio de representación.
Al trabajar con cuerpos geométricos, hay una acción de forma sobre forma que no puede ser compensada por la conciencia. Un triángulo es siempre un triángulo. Guarda relación con su esencia. No cambia. Entonces es importante en primer lugar lograr que el límite de la forma sea idéntico al límite del espacio de representación.
Los indicadores son los registros sicofísicos. El operador registra la acción de forma de ese paso.
Primera cuaterna:
El espacio interno
Paso 1: Entrada
Trabajo con el espacio interno. Nos incluimos en la forma.
Hasta el paso 10 el punto de vista es desde mí. No me veo y es “desde mi” que visualizo las representaciones.
Configuración del espacio donde se desarrolla la disciplina. Umbral por el que se pasa y que separa el espacio cotidiano del espacio sagrado. La pasada es a una superficie plana ilimitada con horizonte en todas las direcciones. Se va recortando el espacio trayéndolo. Se comienza a formar un cuadrado y desde ahí se construye una semiesfera desde los pétalos de una flor que se abre desde el piso. Es una semiesfera en la que estoy incluido. El piso se comba hacia abajo y quedo flotando en una esfera con espacio equidistante hacia todos lados. El punto es como hago para que todo quede incluido en esa forma y ella opere.
Paso 2: Concentración
Es el paso es el más complejo de la cuaterna.
Reduzco la esfera y el centro de registro proporcionalmente manteniendo la equidistancia cada vez hasta llegar al punto en que no puedo ya diferenciar entre la Forma y el centro de registro.
Es un punto. El mundo y yo somos el punto.
Paso 3:
Llego al punto en que no se diferencia la forma del registro. Comienzo a ampliar el punto hasta que se convierte en esfera sin diferenciar la imagen de la esfera del registro. Registro que me convierto en forma. “Soy la esfera”.
Paso 4: Tránsito
La esfera se convierte en cilindro, cono, pirámide, cubo y esfera inicial.
Se vuelve a separar el centro de registro de la forma. La esfera final no es la misma, sino que es la que ha pasado por un proceso de “masajeo” del espacio de representación.
Segunda cuaterna:
Los espacios vacíos
Paso 5: Difusión
Pongo la atención en reforzar los límites de la esfera y desaparezco como registro. Al poner la atención en todo el límite de la esfera y registrarla simultáneamente en todas direcciones
Se crea el vacío central. Un tipo de vacío se genera al interior de lo difuso, por reforzamiento de los límites.
Paso 6: Verticalidad
Se toma referencia de la dimensión vertical. A partir de allí refuerzo la bóveda (casquete superior) y el cuenco de abajo (casquete inferior) hasta que aparece la tensión por la mandorla. Desaparecen los límites anteriores que permitían la esfericidad. Se registra el vacío entre ambos casquetes.
Paso 7: Horizontalidad
Después tomo referencia de la dimensión horizontal en lo ancho (x), reforzando los dos casquetes o segmentos de la esfera, uno en cada lado y opuestos en las tensiones horizontales en lo ancho, apareciendo el vacío entre ambos casquetes.
Finalmente en la dimensión de la profundidad (z), refuerzo los dos casquetes o segmentos de la esfera: uno adelante y otro atrás opuesto en las tensiones horizontales en lo profundo.
Manteniendo la atención simultánea en ambos caquetes de esfera, termina apareciendo el vacío entre ambos casquetes.
Paso 8: Anulación
Se recupera la esfera completa pero pierde materialidad. Solo hay registros cenestésicos y kinestésicos de ella, pierde presencia visual. Se trabaja con tensión centrífuga hacia las todos los límites internos de la esfera, ahora copresentes ya que han perdido materialidad. Se llega al vacío central pero no por reducción como en el paso 2 sino que por reforzamiento de los límites.
Tercera cuaterna:
Comunicación entre espacios
Acá se trabajan los Espacios sin límites. La comunicación de espacios. Como paso de un espacio a otro.
Paso 9: El surgimiento
En el vacío se hace surgir el registro de lo “central” como punto luminoso que va creciendo como esfera hasta rodearme completamente. Se expande el registro y la noción de la esfera hasta estabilizarla completamente. Tomando el registro vertical se comienza a subir el “piso”, comienza levantarse la mitad inferior de la esfera y los pétalos a desplegarse hasta que coinciden en el mismo plano blanco que fuga infinitamente en todas direcciones y estoy “afuera”. El registro se “apoya” sutilmente (como representación kinestésica) sobre el plano. El plano se deprime hasta convertirse en un espacio cóncavo cada vez más profundo. Posteriormente, se va ascendiendo hasta llegar al nivel del plano y sobrepasarlo en una prominencia convexa, cada vez más “alta”.
Aunque en la concavidad y la convexidad los fenómenos sean igualmente externos al plano, los registros y representaciones se corresponden con la interioridad y la exterioridad del espacio interno. Las distintas formas sensoriales convergen transformadas en la concavidad del especio de representación; las distintas formas efectoras actúan transformadas desde la convexidad del espacio de representación.
Corresponde a la lente bicóncava de psicología 4. Concavidad/convexidad
Paso 10: La forma de la representación personal
El punto de mira está afuera, atrás y desde ahí observo el plano, el registro de mí y la separación entre ambos.
Es una forma envolvente que no estás visualizando. Es un registro cenestésico.
Es una mirada, un registro cenestésico. Una mirada que se ubica más atrás de mí. Un nuevo punto de vista que ya no es desde mí. Incluye al mundo y a mí.
En la vida cotidiana me estoy mirando y miro las cosas.
“La realidad es una sola”. Externa e interna.
Paso 11. La forma pura
Aquí se trabaja el Propósito por primera vez. Se lo trabaja antes de la rutina y queda en copresencia.
Aquí se da el tiempo sin límite y el espacio sin límite. Los significados no representables.
Entrada a lo profundo.
Partiendo del paso 10, tengo el registro cenestésico de la perspectiva al que atiendo y al que trato de sostener, mientras silencio percepciones y sensaciones, dejándome ir hacia atrás, me llevo ese registro cenestésico hacia atrás de la cabeza y dejándome ir al mismo tiempo hasta que se produce la suspensión de impulsos y se detiene toda representación espacial o temporal. No es posible permanecer en la suspensión de impulsos, ya que el cuerpo, la respiración etc. me saca.
Paso 12. Proyección de la Forma Pura
Si en algún instante he logrado la suspensión de impulsos y ejercitando esa práctica he dilatado la suspensión, es porque he eludido el “yo”. Por tanto, si reconozco la intención de mantener la suspensión como operación central sin que me expulse desde “lo profundo”, es porque dicha intención actúa copresentemente como Propósito que proyecto o introyecto. La forma pura es excluyente del “yo” y del “mundo” y solo tengo posteriores traducciones de sus significados.