Necesitamos especificidad, repartirnos funciones, ver quién se va a encargar de los organismos.

Los organismos tienen aplicación nacional. Tenemos que formar planteles que se ocupen de desarrollarlos. En un país pueden confluir distintos consejos. Si pueden contribuir todos a la formación del plantel, bien. Y si no puede nadie, esa es la realidad. Quedó demostrado en la práctica que con espontaneismo y vocación no funcionan. En su momento cada miembro se ubicó en un organismo, y los censos arrojaron más bien porcentajes de popularidad de cada organismo, en lugar de porcentajes de militancia de construcción del organismo hacia afuera.

Nos interesa designada gente en los organismos con características de misión, para que el tema quede bien encuadrado. Siempre el que designa es el orientador.

Los que asumen funciones de organismo los encuadramos en el régimen de misión.

Las misiones tienen plazos pueden renovarse o revocarse por quien las otorgó o suspenderse por quien las asumió.

Debemos dar garantía a los nuestros que lo que se plantea va a respetarse absolutamente.

Si ese alguien tiene estructura, ¿Cómo hacemos?. No podemos forzarlo a que la acepte. Debemos garantizar varias cosas:

  • a) La línea del misionado pasa al orientador (quien encomendó la misión) en línea directa. No se puede pasar la línea a un par del misionado o a cualquier otro. Eso da garantía de que la línea volverá a su lugar en otro momento.
  • b) Podrá retomar su línea cuando disponga y subirá de nivel junto con su estructura.
  • c) Si durante el período de misión su consejo sube de nivel, el misionado se promociona.
  • d) Puede (y debe) participar de las reuniones del consejo en el que está inscripto. En esas reuniones expondrá el desarrollo de su misión. Además, participa de todas las actividades del nivel.
  • e) Si la persona está lejos, es deber del Administrativo mantenerlo informado, proveerle materiales, en síntesis, mantenerlo actualizado en todos los aspectos, cubrirle las espaldas.
  • f) Si se trata de un administrativo o un apoyo que toma la misión retomará su función cuando la misión termine o cuando él quiera.

El Administrativo que queda de reemplazo tiene como beneficio el capacitarse. Cuando la función es retomada por el que esta en misión el reemplazo vuelve a su consejo original y así se reacomodadan todos los que se movieron en su momento para reemplazar al misionado.

Si hubiese algún desajuste en esto de los reemplazos, habrá que evaluar los pro y los contra de la movida y designar a uno o a otro según convenga. Si no consigo candidatos para la misión, tal misión no será posible. No hay problema.

Este encuadre como misión es lo que ha sido probado y funciona.

No nos conviene que el misionado continúe simultáneamente con sus funciones estructurales. Necesitamos distinguir entre tiempo externo y tiempo sicológico. No es una repartición de horas externas, es una forma de poner la cabeza. La simultaneidad de funciones planamente es posible, pero sicológicamente no funcionará porque su cabeza no puede saltar de una cosa a otra. Lo que hace con su cabeza para ser más eficaz es lo que para nosotros cuenta. No se lo puede joder en la aplicación de la energía, lo que hace con su cabeza. Así son la cosas «por dentro». Si no, no es una misión, sino una ficción.

Tomamos muestras (indicadores) de la gestión de la misión semestralmente. Necesitamos conversar largo cada seis meses.

El término «misión» se maleó, se manoseó tanto que hasta los Delegados de Grupo recibían y otorgaban misiones. Las misiones se otorgan desde el más alto nivel del Movimiento.

Si el misionado necesita colaboradores de otros niveles, se estudia el régimen de misión conversando con sus orientadores.

Cuando en un país actúa más de un consejo, para formar un plantel todos los consejos actuantes designan misionados de acuerdo a sus intereses. Este plantel está formado por misionados sin asignación de roles previos (por ejemplo, no llegan con el rol ya designado de secretario general). Los que designan las misiones designan los cargos y los roles. La especulación previa acerca de la función muestra una dirección mental equivocada y no interesa.

Una vez designados los cargos por los orientadores, no se puede confundir un cargo directivo en un organismo con el de orientador de los otros miembros del plantel. Sólo tiene que cumplir su función y no otra cosa.

Si libramos la elección de los cargos a los propios miembros del plantel, garantizaremos el desorden y la ineficacia…

El Movimiento no puede estar abocado a los organismos. Sí a ponerlos en marcha. Aspiramos a orientar los organismos de modo remoto. No vamos a dejar que no se muevan, como sucede ahora.

En caso de coyunturas (caso elección externa, por ejemplo) y/o de insuficiencia del plantel, si el Movimiento lo considerara conveniente, apoyará totalmente la coyuntura por un breve período. El misionado no puede reclamar el apoyo del Movimiento para las actividades del organismo.

Por ejemplo, un operativo de un mes con intereses bien concretos (por ejemplo, para sacar un diputado). Terminado el operativo, el Movimiento saca las manos al día siguiente.

Estamos sugiriendo unas simples mecánicas para que la cosa sea coherente.

No volcaremos a futuro todo el Movimiento para el lanzamiento de nuevos organismos. Aspiramos a lanzar muchos organismos y funciones, pero el Movimiento seguirá en sus cosas.

La línea del misionado no debiera apoyar la gestión de su orientador en el organismo, porque ella pudiera no compartir el gusto por tal organismo.

No va el gradualismo manipulador en el sentido de proponerles a los nuestros primero una cosa y luego pretender lleverlos a otra.

Hasta ahora los nuestros se han movido por disciplina, ahora lo haremos de otro modo.

Necesitamos una cosa pluralística, en equipo con disciplina, con compromisos válidos para todos, con responsabilidad «desde adentro» y no por formalidad, porque él se debe al conjunto y el conjunto se debe a él, etc. Allí tienes un conjunto humano con una gran calidad.

Estamos dispuestos a cambiar nuestra forma de orientar y de hacer las cosas. El cambio para nosotros es altamente doctrinario. Es por cambiar que nosotros estamos aquí y que los otros no.

Optica y modo de movernos, comprensión, enfoque, perspectiva, etc. Aquí respecto de estos temas debemos hacer cambios ahora que todo está cambiando.

Se trata además de mayor velocidad en el cambio, en los circuitos, en la cabeza, etc. Los añorantes no van, el pasado no fue mejor, esto recién empieza!!