Conocemos como son esas formas arcaicas, la de los panfletos por ejemplo, produces por miles y los distribuyes a mansalva o en miles de casas. Hoy se ve que los volantes no son fieles, informas al que lo recibe pero no tomas contacto permanente con él.

Cualquier tipo de difusión hay que pensarla en como termina en adherentes. Lanzamos cualquier cosa y siempre estamos pensando en como continúa el contacto.

Entre las instituciones y la gente hoy no existe ningún vínculo y entre la gente y los medios de comunicación tampoco. No hay ligazón. Se ha perdido el sentido de pertenencia y la población se convierte en flotante. Pero lo que sí hay es un fuerte impulso hacia la pertenencia. Se pierde adherencia, pero se quiere pertenecer a algo.

Al sistema le sucede que aumenta la difusión (TV, publicidad, etc.), la gente se entera pero no hay sentido de pertenencia, lo que deja una población flotante pero con fuertes impulsos hacia la pertenencia. Hay un fuerte impulso a incluirse en algo, a modo de hordas (hinchas de fútbol, bandas de rock o lo que sea) son proto-organizaciones. Está buscando una simbología, una géstica, modos de actuar. Se ha disuelto las antiguas pertenencias.

Hay momentos críticos en que está el registro, la gente empieza a buscar nuevos códigos de pertenencia (símbolos, códigos, etc.) Un ejemplo son las pandillas, se diferencian por cualquier cosa, una calavera tatuada en el brazo y se agarran a palos por ganar perfil y sentido de pertenencia.

La mayor pertenencia en la situación de conflicto actual es lo cultural. Cuando se producen crisis se produce con más fuerza este fenómeno de búsqueda de pertenencia, cuando se producen crisis de liderazgo, económicos, etc. Vamos a tener un ejemplo en Japón: 50 años prometiéndoles que la cosa va a funcionar y ahora se cae, vamos a ver aparecer fenómenos que no se ven en la TV.

Los opinadores solo ven la superficie. Ven la situación actual como globalización, la superficie de la pelota.

Acá hay problemas profundos. Ese tipo de manipulación es la que provoca después los problemas profundos. El sentimiento de pertenencia es un intangible que cobra una importancia que será creciente en los próximos dos años.

Adherentes arraigados, concentrados y a corta distancia, con relevadores, y no hay que hacer relaciones entre estructura y colaboradores. Las estructuras van a crecer por decantación, sin formas. Si pensamos en desarrollar estructuras no estamos pensando en la base social. La estructura se formará por decantación, perteneciendo a ese barrio, no por tironeo.