(del lat. perceptio, de percipere: coger). Acción y efecto de aprehender un fenómeno por vía sensorial sea por parte de sensores externos como por sensores del intracuerpo. Los sensores externos configuran los sentidos de la vista, oído, gusto, olfato y tacto externo; los sensores internos configuran la cenestesia, la kinestesia y el tacto interno. La psicología atomista pretendió descomponer las percepciones en sensaciones y consideró a la conciencia como un pasivo receptor de estímulos llegados desde el mundo externo. Hoy, la Psicología humanista (*) considera a la p. como una estructura dinámica de sensaciones en las que la conciencia organiza activamente los datos recibidos por vía sensorial.

La psicología humanista distingue entre la p. del paisaje (*) y las simples percepciones. En toda p. existen ya fenómenos de actitud, valoración y preferencias frente al estímulo dado. Esto permite considerar la p. del paisaje como interacción, superando la atención exclusiva a lo cognitivo y experiencial.

En la Psicología Social del N. H. el concepto de «paisaje» permite elaborar y aplicar el método más rico de conocimiento sobre las diferentes culturas y sus modos de percibir el mundo.