La Sociología de los siglos XIX y XX califica así al régimen económico-social cuya fuerza motriz es el acrecentamiento del capital.

Diferentes escuelas sociológicas dan distinta interpretación al contenido y papel histórico de este régimen. Los sociólogos positivistas encuentran estos regímenes no solo en los tiempos modernos, sino también en la Antigüedad y en la Edad Media. Los marxistas ven en el c. una «formación socio-económica», una etapa necesaria e inevitable en la evolución histórica universal. Los sociólogos neoliberales consideran a este régimen como el fin de la historia universal. Estos enfoques padecen de reduccionismo económico, limitando la crisis de la sociedad contemporánea a la crisis de determinado régimen socio-económico (sea «capitalista» o «socialista»). El régimen económico-social es parte de una estructura social mucho más compleja del sistema socio-cultural histórico concreto.

La base económica del c. es la propiedad privada sobre los medios de producción y la explotación del trabajo asalariado. Las clases principales son la burguesía (*) y el proletariado (la clase obrera), aunque estas dos han sufrido fuertes cambios en su composición.

El N.H. critica fuertemente el amoralismo y el carácter explotador de este régimen. Los humanistas defienden los intereses de los trabajadores luchando también contra la tendencia del c. actual, responsable de generar desocupación y marginación creciente en amplios sectores de la sociedad y en vastas regiones del mundo.