Se diferencia radicalmente del concepto de globalización. Este último se corresponde con la corriente homogeneizadora que impulsan el imperialismo, los grupos financieros y la banca internacional. La globalización se extiende a expensas de la diversidad y autonomía de los estados nacionales, de la identidad de las culturas y subculturas. Los mentores de la globalización pretenden montar un sistema mundial (* Nuevo Orden) basado en la economía “abierta” de mercado. El N.H. aboga por la m., proceso hacia el cual tienden a converger las diferentes culturas sin perder por esto su estilo de vida y su identidad. El proceso de m. tiende a pasar por las federaciones nacionales y las regionalizaciones federativas acercándose finalmente a un modelo de confederación mundial multiétnica, multicultural y multiconfesional, es decir: a una nación humana universal.