La palabra «umanista», que designó a un cierto tipo de estudioso, recién comenzó a usarse en Italia en 1538. En este punto hay que remitir a las observaciones de A. Campana en su artículo The Origin of the Word ‘Humanist’, publicado en 1946. Los primeros humanistas no se reconocían a sí mismos bajo esa designación que, en cambio, tomará cuerpo mucho más adelante. Palabras afines como «humanistische» (humanístico), de acuerdo con los estudios de Walter Rüegg, comienzan a usarse en 1784 y «humanismus» (humanismo) empieza a difundirse a partir de los trabajos de Niethammer de 1808. Es a mediados del siglo pasado, cuando el término «humanismo» circula en casi todas las lenguas. Estamos hablando, por consiguiente, de designaciones recientes y de interpretaciones de fenómenos que seguramente fueron vividos por sus protagonistas de un modo muy diferente de como los consideró la historiología o la historia de la cultura del siglo pasado.