Una organización social y cultural dedicada a los problemas del equilibrio y desarrollo humano que fue fundada en 1978, se abocó a partir de 1984 al estudio del creciente deterioro eclógico que se observaba en todo el planeta.
Inmediatamente consideró las respuestas que frente al problema daban algunos movimientos lanzados en dirección crítica de esa situación, sobre todo en Europa. Se tomó contacto con grupos de estudiosos y militantes de esas corrientes; se consultó bibliografía y comenzó el debate ideológico a fin de lograr coincidencias entre una concepción general del mundo y un área particular de planteo y acción, en la que debía encuadrarse el movimiento ecologista.
Por entonces, Greenpace (Paz Verde), Friends of the Earth (Amigos de la Tierra) y Die Grunen (Los Verdes), reconocían diferentes orígenes y modos de acción. Los primeros, fuertemente militantes se resistían a la institucionalización política. El último grupo, tomaba carácter parlamentario y obtenía éxitos en Alemania. Pero, además, se desarrollaba un vasto mosaico de grupúsculos en los que la divergencia frente a la acción común era su característica sustancial. Sin embargo. Casi todos ellos se consideraban “ecologistas”, “ambientalistas”, o “verdes”.
En uno de sus planteos, Die Grunen consagraba un principio según el cual no se atribuía ninguna dirección, ni injerencia en cuestiones relativas a otros partidos verdes que fueron surgiendo. Ese principio, de todas maneras, contemplaba la posibilidad del establecimiento de una «red» verde y la ulterior unificación de fuerzas en una suerte de federación o confederación de partidos que el mismo desarrollo debería terminar de producir.
Vistas así las cosas, nuestro grupo continuó su acción destacando radicales diferencias con Die Grunen y otros nucleamientos que eran financiados por aquél.
Se reforzó la actividad militante y. en varios países, se logró la legalización y participación política.
Nuestro Partido Verde, que ya ha producido un nivel de organización y conciencia de suficiente calidad, aspira a convertirse en una fuerza internacional coherente desde el punto de vista ideológico, militante y político.
Ha llegado la hora de coordinar esfuerzos. A partir de hoy, queda en claro la diferencia entre nosotros, los Verdes de la Internacional, y todos los grupos verdes, ecologistas o ambientalistas que no adhieren a nuestro basamento ideológico global y estructural, ni a nuestra metodología de acción militante y pacifista.
Nuestros partidos han otorgado poder de representación a los miembros que han designado en cada país para constituir la Internacional en Rio de Janeiro. Desde hace unos días comenzaron las sesiones. Las comisiones han producido monografías y documentos y han elegido a los coordinadores de esta Primera Asamblea para que a su vez presenten los nombres de quienes en esta etapa van a ocupa funciones de coordinación por el periodo que esta asamblea establezca.
Con esto. quienes fuimos designados para constituir la comisión organizadora de la Internacional, cesamos en nuestras funciones y hacemos entrega de la documentación producida a esta Primera Asamblea de la Internacional Verde.