P: ¿Qué opina la Comunidad sobre el vegetarianismo, el tabaco, la macrobiótica y las medicinas paralelas?
R: Hablemos de cosas serias. Si esos temas le preocupan consulte a los especialistas y luego obre en consecuencia.
P: ¿Si una persona se está muriendo de hambre, la Comunidad puede ayudarla?
R: La Comunidad no puede hacer nada, dado su actual estado de desarrollo. Sus miembros, particularmente, deben dar respuestas concretas en cada situación que se les presente. De todas maneras, son los gobiernos y los partidos políticos lo que tienen que solucionar esos problemas.
P: ¿Qué opina la Comunidad sobre la guerra, las centrales nucleares, la injusticia social, el deterioro ecológico, el aborto, el feminismo y otros temas de actualidad?
R: La Comunidad no puede ni debe opinar sobre esos temas. Recuerde que no ha nacido para inmiscuirse en cuestiones fuera de sus objetivos.
P: Pero esa es una posición de no compromiso.
R: Al contrario. Es una posición de gran compromiso. Cuando la Comunidad explica que no se expide sobre esas materias, las gentes que están ubicadas en distintos bandos, tienden a atacar esta postura. De ese modo la Comunidad no gana, sino que pierde en simpatía v se expone a continuas críticas. Es una posición muy valiente. Si, en cambio se expidiera por uno u otro bando, se enemistaría con algunos pero inmediatamente otras personas apoyarían sus definiciones. Eso es lo que suelen hacer casi todas las agrupaciones que han nacido con otros objetivos, pero que son arrastradas a esas posturas oportunistas con tal de ganar una porción de adeptos. Así es que retenga muy bien esta idea: el gran compromiso de la Comunidad consiste en explicar con toda claridad que no participa de ningún bando en que hoy se dividen las opiniones.
P: ¿Pero es que la Comunidad está en contra de todos los bandos?
R: De ninguna manera, ya que sus miembros son individuos que participan de distintos bandos. La Comunidad estimula a sus miembros a la participación activa en los problemas e ideas de la vida diaria, pero ella no se expide en cuanto institución.
P: Entonces usted personalmente, qué opina por ejemplo, de las centrales nucleares?
R: En este momento usted me está preguntando como portavoz de la Comunidad y, como bien sabe, la Comunidad no se expide sobre ello. Si yo no estuviera respondiendo por la Comunidad, usted me encontrarla en la calle y no me preguntaría eso. Así pues, al hacerme una pregunta «personal» cuando estoy representando a la Comunidad, usted obra de mala fe. Sin embargo, yo tengo posiciones muy claras respecto de los problemas que a usted tanto le interesan y es posible que milite muy activamente en posiciones políticas y religiosas.
P: ¿Cómo puede ser que participen de la Comunidad militantes de bandos opuestos?
R: Eso es exactamente lo que sucede y es lo mejor que podría suceder, ya que cada uno lIevará a su respectiva posición, los beneficios de la Comunidad.
P: Por consiguiente, la Comunidad pretende influír sobre los distintos bandos sin adherir a ellos.
R: La Comunidad no pretende eso, sino que tal cosa sucede inevitablemente.
P: ¿Qué relación existe entre siloísmo y Comunidad?
R: El siloismo es una filosofía práctica de la vida, mientras que la Comunidad en una institución que, teniendo por base a la doctrina siloista, se convierte en herramienta de progreso individual y social.
P: ¿Se puede ser siloísta y no participar de la Comunidad?
R: Miles de personas, consideran al silolsmo como la mejor de las doctrinas, pero por distintas circunstancias personales no pueden participar de la Comunidad. Son personas sinceras, que no pueden integrarse a actividades conjuntas. A veces, muchas de ellas. No se sienten a gusto con los aspectos organizativos que, lógicamente, debe tener toda institución. O, por último, no le satisfacen los instructores u otros miembros. Pero, son dificultades que, con espíritu positivo, pueden superarse. En todo caso, los puestos de la Comunidad siempre están abiertos, esperando que esos siloistas se decidan a integrarse a las actividades conjuntas que, por supuesto, siempre presentan algunas dificultades.
P: ¿Inversamente, se puede ser miembro de la Comunidad y no ser siloísta?
R: Tal cosa es imposible, ya que el silolsmo es el fundamento mismo de la Comunidad. A menos que se esté hablando de aquellas personas que simplemente acuden a la Comunidad en calidad de observadores, o simples adherentes. En fin, a ellos no se los considera miembros hasta tanto no conozcan los planteos de fondo y no participen activamente en la instrucción y dirección de la Comunidad.
P: ¿De qué manera una persona se convierte en miembro de la Comunidad?
R: En el mismo momento en que forma parte de las comisiones de actividad y dirección de la Comunidad.
P: ¿Existe alguna otra forma de participación?
R: Si y ella consiste en contribuir al engrandecimiento de la obra común, colaborando en la difusión de sus ideas.