P: ¿Cuáles son las ideas principales en que se basa la Comunidad?

R: La ya mencionada sobre la importancia de la fe, por su utilidad para la vida; la de que tanto el sufrimiento como la felicidad no quedan reducidas al individuo sino que contaminan o dan referencia a los demás; la que explica que la vida tiene un sentido, una dirección precisa y que, por tanto, las acciones deben ser orientadas por ese sentido; la que pone de relieve que todo acto es contradictorio y trae sufrimiento, o es coherente y da felicidad; la de que todo acto realizado influye sobre el destino futuro de cada persona y de quienes la rodean…

P: ¿Y cuáles ideas sugieren la necesidad de participar en la Comunidad?

R: La de que una persona no puede esperar un futuro mejor a menos que supere sus frustraciones y resentimientos pasados; la de que el individuo y su medio deben intentar cambios profundos en dirección opuesta a la de crisis que llevan, caso contrario la misma se profundizará hasta límites arriesgados; la de que una persona aislada no podrá producir ese cambio de dirección en su vida y que solamente habrá de realizarlo en una comunidad de experiencia e intercambio con su medio inmediato. Por último, la que explica que dar es tanto o más importante que recibir y que hasta tanto eso no se ponga en práctica, se corre el peligro de intoxicarse en un círculo vicioso de consumo, sin participación hacia otros.

P: ¿Bien, es un inventario de ideas bastante extenso, pero cómo se conecta todo entre si?

R: Partamos de esta afirmación: «Hay tres vías de sufrimiento».

P: ¿Y eso qué quiere decir?

R: Que se sufre no sólo por problemas actuales sino por arrastrar frustraciones pasadas y por temor al futuro.

P: No sólo se sufre, sino que se tiene buenos recuerdos, placeres y esperanzas.

R: Sin duda. El punto ES en cuán equilibrados están los platos de la balanza, porque si sus frustraciones lo llevan a vivir una revancha continua; si su desorientación actual le hace cometer graves errores para tratar de afirmarse frente a los demás y si su temor al futuro lo lanza a una búsqueda de seguridad tan asfixiante que toda posibilidad nueva es rechazada… usted sufre y contamina de sufrimiento a las personas que lo rodean

P: Muy bien, uno puede sufrir no sólo por la situación difícil que le toca vivir en un momento, sino por problemas pasados y por temor al futuro. Entiendo que a todo ello se le llama «las tres vías del sufrimiento». ¿Qué pasa con eso?

R: Pasa que no puede salir de esa situación a menos que aparezca una nueva dirección, un nuevo sentido en su vida.

P: Mi trabajo, mi familia, etc. pueden darme esa nueva dirección.

R: El problema es si algo falla en esos sentidos provisionales.

P: Siempre los sentidos de vida son provisionales.

R: Ese es el hecho. Se necesita un sentido definitivo de vida y ese está dado por la trascendencia.

P: La cuestión es si puedo creer en ese sentido definitivo.

R: ¡Justamente! La idea de las tres vías del sufrimiento, conecta con la idea de las creencias provisionales y la fe en algo definitivo. Resumiendo: las tres vías del sufrimiento y la fe aparecen conectadas y forman los pilares de ideas de la Comunidad. Si una persona no tiene fe alguna, su vida cae en el sin-sentido y su sufrimiento aumenta. Si desea tener una fe, aunque no la posea aún, está en la búsqueda y eso ya le da una pequeña dirección. Si por último, logra esa fe por algún tipo de experiencia, la vida toma un sentido, una dirección tan neta que los problemas diarios se empequeñecen y con ellos se empequeñece el sufrimiento, o lo que es lo mismo, aumenta la felicidad.

P: Siempre habrá problemas concretos en la vida diaria.

R: La doctrina de la Comunidad distingue entre problemas y contradicciones. Los problemas son dificultades superables. La contradicción es una situación de la que no se puede salir. Una vez en ella, no se puede avanzar ni retroceder.

P: Veamos si he comprendido: la Comunidad explica que se sufre no solamente por lo que pasa en este momento, sino por lo que ha pasado y por temor a lo que puede pasar. De acuerdo a ello, mi situación objetiva actual puede ser buena y sin embargo puedo arrastrar frustraciones y resentimientos pasados, así como temores a futuro que invaliden mi situación objetiva actual. Aunque esta parezca buena, no podrá explicarme mi disconformidad y mi sufrimiento. Si, por otra parte, no tengo una dirección de vida definitiva sólo podré ir poniendo sentidos provisionales. Como estos fracasan, o simplemente cambian, estaré en un círculo vicioso difícil de romper.

R: Efectivamente. Las tres vías del sufrimiento están ligadas al estado en que una persona se encuentra respecto de la fe. Si no hay ningún tipo de fe, se vive en el sinsentido… allí puede suceder cualquier catástrofe. En cambio, se puede no tener fe y estar en la búsqueda. Algo así como buscar «motivos» para vivir. Esa situación, por lo menos, aleja del absurdo del sin-sentido. Por último, puede lograrse un sentido definitivo. A no dudar, ese es el mejor de los estados. Pero la cosa no termina ahí. De acuerdo a mi estado así son mis acciones y ellas influyen sobre mi medio inmediato. Imagine qué pasará, por ejemplo, con sus hijos de acuerdo al estado en que usted se encuentre. Si usted es el ejecutivo del que habláramos antes, al vivir en frustración y sin un sentido definitivo, contaminará a su hijo con el absurdo. Tarde o temprano él comenzará a vivir una atmósfera similar a la suya y puede que la cosa termine en desastre. Cuando ello suceda usted dirá que le dio la mejor educación, el mejor ejemplo y el mejor consejo, de manera que la culpa de lo ocurrido deben tenerla otros: amistades, ideologías, T.V. etc. No se engañe: usted, sin quererlo, ha contaminado su propio ambiente y al hacerlo ha comprometido el destino futuro de su hijo.

P: Puede que no sea yo el que contamine a mi medio, sino que ya todo esté contaminado de frustración, violencia y temor.

R: Eso sucede en épocas de crisis general. Motivo mayor aún, para hacer algo urgentemente. No bastará con trasladar la culpa al sistema en que vive, porque de ese modo será cómplice de sus aspectos negativos.

P: ¿Qué puede hacerse entonces?

R: Tener en cuenta la propuesta de la Comunidad. Pero si ya no tiene fe en nada y el escepticismo Io ha ganado completamente, por lo menos no obstruya el paso de este gran intento, con posturas derrotistas.

P: ¿En una época de crisis, cómo explicaría sintéticamente la situación y cómo Invitaría a salir de ella?

R: Con dos frases de mucho fundamento, pero que aparecerían a modo de slogans. Ellas serían: «Todavía hay futuro» y «Abrace una causa digna».