Todas las explicaciones están claramente expuestas en el libro del mismo título.
P R O C E S O
1º APRENDER A VER
En el primer paso la atención está puesta sobre cualquier objeto externo. Se percibe cualquier objeto atendiéndolo como si se lo fuera a dibujar o pintar pero sin las asociaciones del dibujante o pintor. Allí se experimenta la dificultad del mantenimiento de la atención sobre el objeto y el surgimiento de los ensueños.
2º VER EN TODAS LAS COSAS LOS SENTIDOS
Observando el objeto se advierte que es referencia de la atención. Al par que referencia se advierte que en el hecho de observar el objeto, existe diferencia entre él y la percepción del mismo. Ocurre que se tiende normalmente a fundir ambos componentes identificándolos. Aquí se estudia la variación del objeto haciendo participar diversos sentidos, hasta obtener la cabal distinción entre objeto y sentido y comprender la mecánica de la “identificación”.
3º VER EN LOS SENTIDOS LA CONCIENCIA
Dadas las sensaciones sobre los objetos, éstas tienden a estructurarse en percepción. Dadas las diversas percepciones, estas tienden a estructurarse “configurando” los objetos. Esta organización se produce merced a la actividad estructuradora de la conciencia. Por tanto, al aparecer el objeto estructurado se divide el conjunto de sensaciones de la actividad organizadora de la conciencia. Al lograr la división se comprende la mecánica ilusoria de la percepción del mundo. Puede variarse la estructuración de la conciencia y permitir otra organización perceptual, en la que nuevas ilusiones desplazan a las anteriores.
4º VER EN LA CONCIENCIA LA MEMORIA
Se observa al objeto de percepción (que previamente se ha comprendido como estructurado por la conciencia) organizado gracias a la acción de reconocimiento basada en la memoria de percepciones anteriores. Aprehendido experimentalmente lo anterior, se anula al objeto de percepción y se lo trasciende como objeto de representación, hasta comprender la estructuración objetal que efectúa la conciencia por actividad de la memoria. Esta estructuración en la que diversos datos quedan relacionados y reconocidos permite “entender” al objeto. Importa experimentar tal “entendimiento” relacionado con los actos de la memoria.
5º VER EN LA MEMORIA LA TENDENCIA
Al descubrir en la conciencia la actualización de memoria se reconoce en ésta, a su vez, su forma de manifestación estructurada y estructuradora. Esta forma de la actualización de la memoria se observa en todo acto mental como relación estructural acto-objeto. En el caso de la rememoración, los actos de conciencia se lanzan a la búsqueda de sus objetos mediante un particular mecanismo de “descarte”, hasta que se produce la implesión y surge el reconocimiento del objeto evocado. En este paso se estudia como en todo acto en el que se descubre la acción de la memoria, se observa la tendencia de la “forma mental” como el trasfondo básico de la intencionalidad que tiende a completar estructuras mentales.
6º VER EN LA TENDENCIA EL ENCADENAMIENTO
En toda experiencia interna puede registrarse la intencionalidad y es ésta la que actúa aún cuando los actos no encuentran objetos que lo completen. Procediendo a separar actos de objetos como en el caso de la “conciencia vacía”, se observa la resistencia de toda la estructura de la conciencia. Esta “resistencia” es la que delata el encadenamiento estructurado de la conciencia. Aún cuando se logre la separación, surgen las expectativas, las retenciones o las actualizaciones sostenidas y de este modo, la estructura acto-objeto es reemplazada en sus componentes, pero no en sí misma. El mecanismo determinista de la conciencia queda claro.
7º VER EN EL ENCADENAMIENTO LO PERMANENTE
Se observa, en todos los casos el encadenamiento de la conciencia. Esa es su condición permanente. Meditando en torno a casos particulares y en general, la potencia del encadenamiento se incorpora como una realidad permanente. El mecanismo de determinación es la condición permanente de la existencia de la conciencia.
8º VER LO PERMANENTE EN UNO Y EN TODO
Todos los fenómenos pierden particularidad y se uniforman en el encadenamiento. Esto vale para el mundo interior como para el llamado mundo externo… ambos se identifican en la estructura universal. La permanencia del mecanismo de determinación es necesaria para toda conciencia posible. El correlato conciencia-mundo tiene en si una estructura de necesidad permanente y tanto ella (la estructura) como la intersubjetividad son posibles gracias a la permanencia del mecanismo de determinación.
9º VER LA FORMA PERMANENTE EN ACCIÓN
Se designa en este paso “forma” a la estructura conciencia-mundo. Se advierte que es la forma la que da la posibilidad de la existencia de los fenómenos particulares, organizándolos según su estructura. Esta forma (de función estructuradora) es dinámica ya que los fenómenos aparecen como variación dentro de una estructura.
10º VER LO QUE NO ES MOVIMIENTO-FORMA
Existen ámbitos no abarcados por el movimiento-forma (por la función organizadora de la forma). Son ámbitos no pensables pero que se descubren como complemento del movimiento-forma y que de ninguna manera puede identificárselos con la “nada”. La idea de “complemento” aquí se refiere a aquél ámbito que no es abarcado por el ámbito del movimiento-forma pero que su existencia es necesaria para que el movimiento-forma pueda existir. De hecho la estructura movimiento-forma puede ampliarse, extender su horizonte merced a la existencia de aquello que no está incluido en ella.
11º VER LO QUE ES Y LO QUE NO ES COMO LO MISMO
Los ámbitos no determinados por el movimiento-forma, aparecen como su complemento. Ambos, por tanto, pueden ser abarcados por una estructura total. Se comprende a la forma y al ámbito no dependiente de ella como necesariamente estructurados. Se trabaja esa meditación hasta registrar el cambio súbito en la mecánica mental.
12º VER EN UNO Y EN TODO LO MISMO
La forma y su complemento son abarcados por la estructura total. Se comprende que esa estructura organizadora última está presente en todo y en cada caso particular; se refiere tanto al Ser como a los entes. Todo y cada cosa pueden ser reducidos por último a esa sustancialidad. En lo mínimo y en lo máximo, en lo particular y en lo general, en lo interno y en lo externo, existe la misma sustancialidad, que es la estructura total. En un ámbito mayor está la estructura total; en la más pequeña o particular entidad está la estructura total.