«Poder Joven» es el nombre actual del movimiento que siempre existió como verdadero dinamizador de la historia y que en el futuro seguirá existiendo (con otras designaciones y características) hasta que todo poder del hombre sobre el hombre, sea abolido. Este movimiento que hasta ahora fue un proceso instintivo de fuerzas, hoy se reconoce como expresión del momento hitórico en el que la lucha generacional se radicaliza y concientiza en los oponentes. No es casual que el «Poder Joven» haya nacido en América, «continente joven».
El movimiento proclama: “No perjudiques a otros. Luego de esto, haz lo que quieras».
I.- LOS 9 PUNTOS
Los 9 puntos son ideas-fuerza, movilizadoras de la acción revolucionaria:
- Propiedad colectiva;
- Poder directo en manos del pueblo;
- Eliminación de la violencia física, económica, racial y religiosa;
- Enseñanza colectiva para los niños;
- Medios de difusión destinados a la elevación de la cultura y de la técnica;
- Orientación libre de la juventud hacia todos los ámbitos del trabajo y del saber;
- Gobierno colectivo de la educación;
- Liberación mental;
- Destrucción de las falsas espectativas de la sociedad de consumo.
Los nueve puntos sintetizan la revolución total en lo social, cultural y síquico.
II.- LA SUPERACION DE LO VIEJO POR LO NUEVO
Principio universal que explica la evolución del universo, de la vida, de la historia.
La dialéctica generacional explica que en todo momento histórico coexisten por lo menos cuatro generaciones: la que nace y está en período de capacitación; la que lucha por el poder; la que detenta el poder y la que ha sido desplazada de él.
El estado actual de la dialéctica generacional es que la gran mayoría mundial es joven y la proporción sigue creciendo. Que el aluvión generacional supera las fronteras nacionales, no pudiendo detenerse por el herodismo de las guerras que desatan la gerontocracia ni por la esterilización o control de la natalidad. La única forma de evitar la catástrofe es mediante una distribución mundial justa de las riquezas y de la tierra, prescindiendo de toda frontera. Entre tanto, a mayor aumento de orden y de estatización manejados desde la cúspide del poder, irá correspondiendo un mayor aumento de desorden desde abajo que se expresará cada vez más intensamente como difusa «rebelión juvenil».
La dialéctica generacional será históricamente superada únicamente cuando la organización social suplante a la organización estatal. Entre tanto, la supera individualmente todo aquel que se orienta en la línea del poder joven continuando la lucha a favor de las nuevas generaciones y aún contra su propia generación, cuando ésta se instale en el poder. Por lo tanto, los adultos reivindican su juventud luchando al lado de los jóvenes por el logro de la revolución total.
III.- PROBLEMAS DE ESTRATEGIA, TACTICA Y ORGANIZACION
Se niega validez a toda estrategia, a todo partido y a todo líder. Unicamente la acción de las masas es creadora de sus propios objetivos y es ella quien debe esclarecer sus aspiraciones.
Las tácticas de lucha son inmediatas y se resuelven en lo inmediato sin moldes previos. No obstante, toda táctica tiene en cuenta las experiencias anteriores y tiende a aclarar el modo de obtener el control sobre los medios de poder real mediante las huelgas, tomas y ocupaciones.
Se niega dinámica revolucionaria a las organizaciones sindicales verticales. Para lograr que el movimiento sindical responda a los intereses de los trabajadores, éstos deben organizarse en grupos espontáneos enlazados horizontalmente, forzando desde las bases a la conducción hacia las asambleas y las deliberaciones colectivas. De allí va surgiendo el verdadero movimiento de masas como síntesis y expresión de todos los grupos, centros de trabajo y áreas campesinas y urbanas.
Es en los centros de trabajo y estudio donde se concentra la mayoría de la nueva generación. La unión obrero-estudiantil soldada generacionalmente va operando progresivamente sobre los mecanismos de poder al par que resta apoyo y crea el vacío a las estructuras de los partidos hasta que éstas languidezcan.
El movimiento no puede detenerse o vacilar allí donde pueda entrar a establecer su cabeza de playa.
La promoción de asambleas, acuerdos sobre puntos mínimos y acuerdos sobre acciones concretas, son tareas progresivas en las que debería participar toda la izquierda al lado del Poder Joven abandonando sectarismos y luchas intestinas, y tratando de desplazar la lucha contra el enemigo común.
El movimiento organiza su cuerpo jurídico, económico y de defensa a medida que la agresión de la reacción se va haciendo sentir frente al avance de la revolución.