Niveles y estructuras son posibles, gracias al correcto funcionamiento de las instancias. Esto se comprenderá mejor al considerar algunas malformaciones.

Llamamos «columna» a la malformación que se produce cuando el orientador hace descansar el mayor peso numérico de los miembros, en una segunda instancia de manera que ella cuenta con una línea más amplia que la de sus pares.

La columna citada es un caso extremo, pero frecuentemente ocurre que tres o cuatro miembros de segunda instancia asumen el peso estructural total.

4.1 La tarea del orientador es facilitar la creación de segundas y aún terceras instancias, trabajando en «abanico», es decir, procurando que la mayoría de su estructura desarrolle un peso estructural repartido. Si esto no ocurre también se resiente la promoción del orientador porque para que el proceso sea correcto, se debe atender a número y configuración.

Si una estructura continúa desarrollándose pero no corrige la malformación de columnas, el orientador debe iniciar una nueva estructura paralela a la anterior que le permita compensar las dificultades.

El recurso de desencolumnar, abanicando artificialmente, es decir, distribuyendo miembros entre los que no tienen número, atenta contra el proceso de toda esa estructura. La experiencia muestra que aquellos que no han construido estructuras por sí mismos, pierden todo lo que se les adscribe. Por otra parte, aquellos otros que pierden estructura por traslado de esta a terceros, quedan desalentados en su empresa.

Por lo anterior, un orientador que se precie de tal debe corregir las insuficiencias, iniciando otro proceso paralelo y absteniéndose de todo manipuleo compensatorio.

4.2 Debe atenderse a las condiciones de origen de una estructura, porque en esas condiciones hay una fuerte determinación a lo largo del tiempo. Así, los primeros integrantes de un grupo, tienden a trabajar con personas similares a las que encontraron como pares.

Comprendiendo el problema de las condiciones de origen, un orientador que percibe deficiencias en su estructura, debe corregirlas abriendo una estructura paralela cuya compositiva sea diferente a la anterior.

Así las cosas, hay por lo menos dos casos en los que es recomendable iniciar un proceso paralelo: a) en el encolumnamiento y, b) en el de condiciones de origen desfavorables, que se continúan en el tiempo.