Entendemos por grupo a la aglutinación de personas en torno a un miembro del Movimiento o, más espontáneamente, a la aglutinación producida en torno a los materiales del Movimiento.

En el primer caso, el miembro funciona como un líder. Los contactos son personales y no hay niveles ni funciones diferenciados.

Las posibilidades de crecimiento de un grupo son limitadas y llegan hasta donde el contacto personal lo permite.

En general, el grupo fluctúa de acuerdo a las vicisitudes personales que sufre su líder.

Por otra parte, el sostenimiento de un grupo es de difícil continuidad en el tiempo y, en todo caso, aparenta permanencia gracias al recambio frecuente de sus miembros.

Toda estructura parte de un grupo, pero no todo grupo llega a convertirse en estructura.

Un grupo deviene estructura, cuando se dan dos condiciones: a) diferenciación de funciones y b) diferenciación de instancias o intermediación.

3.1 La diferenciación de funciones

surge cuando el líder empieza a convertirse en orientador, es decir cuando da lineamientos del Movimiento y la aglutinación se produce no por sus cualidades personales, sino por temática y acción conjuntas.

Además de la progresiva conversión del líder en orientador, algún miembro toma la función administrativa del grupo, es decir: se ocupa de que el contacto entre todos los miembros sea veloz y permanente; produce los materiales que se requieren; tiene al día la información necesaria y puede conectar con el medio inmediato como vocero del grupo. Por tanto, el miembro administrativo cumple con tareas de contacto, materiales e información.

Un tercer miembro asume la función de apoyo, cuando complementa a los dos miembros anteriores para el mejor desarrollo de sus actividades y, por otra parte, apoya a todo miembro cuyas dificultades de integración al conjunto o a la acción, sean notorias.

El apoyo cumple con tareas integradoras y complementarias. Si las tres funciones citadas toman carácter permanente, se está en condiciones de diferenciar instancias.

3.2 La diferenciación de instancias

ocurre cuando distintos miembros del grupo comienzan a formar sus propias aglutinaciones de acuerdo a lo aprendido en el grupo inicial.

Revisando lo dicho: ya hay un orientador, un administrativo y un apoyo (funciones diferenciadas).

Hay, además, miembros que comienzan a intermediar el trabajo, formando sus propios grupos (instancias diferenciadas).

Los consejos cuentan con un núcleo mínimo de tres miembros (orientador, administrativo y apoyo) y con otros que comienzan a formar grupos, además de otras personas que tienen carácter de simpatizantes o colaboradores, pero que no cumplen funciones ni desarrollan instancias.

La experiencia acumulada nos indica que la proporción mínima de miembros del Movimiento necesario para formar un consejo, es de uno a diez. De igual modo, las proporciones entre administrativo y apoyo, respecto del número de miembros, no debe exceder el veinte por ciento.

En la estructura inicial, hay diferencias de instancias pero no de niveles, porque el orientador se promueve a otro nivel cuando el número total de miembros llega al mínimo requerido, sumadas las instancias. Mientras esto ocurre, todos los miembros son pares (en este caso, delegados de grupo).

Un error frecuente en este proceso consiste en considerar delegados de grupo a los colaboradores o simpatizantes que participan de reuniones o acciones, pero que no forman instancias o que no están trabajando en esa dirección. De este modo equivocado, un delegado de grupo se puede promover a delegado de equipo con suma rapidez por el solo hecho de contar con el número de miembros.

Desde el punto de vista de la teoría y práctica de la organización, un delegado de equipo lo es porque ha formado una estructura y no simplemente un grupo.

De este modo, al delegado de grupo corresponde el grupo y al delegado de equipo corresponde ya la estructura.

La experiencia enseña que si no se cumple con los requisitos mínimos que hemos mencionado, el trabajo se atasca o regresa al punto inicial.

No hay cambio real de nivel (aún cuando pueda haber promoción formal), si no se ha procedido a la formación de instancias.