Cerca de Viterbo, a cien kilómetros de Roma, existe un bosque hoy publicitado como “Parco dei Mostri”. Llegan a visitarlo diversos tipos de turistas. No faltan quienes se acercan atraídos por la mística del lugar, ya que en algun momento llegó hasta ellos un rumor fomentado por comentarios boca a boca, artículos periodísticos y programas televisivos. El núcleo de ideas es más o menos este: “El bosque sagrado de Bomarzo fue creado por un señor Orsini en el S. XVI. La concepción del parque es netamente esotérica y quien sabe caminar ordenadamente entre sus monumentos, realiza una transformación interna similar a la que efectuaron los alquimistas en sus laboratorios.”

El Sacro Bosco de Vicino Orsini pasa, en 1645, a la familia della Rovere. De aquella época sólo se conservan algunos dibujos sin comentarios4. Después de un silencio que dura hasta 1845, reaparece el parque en manos de la familia Borghese. En 1953 un artículo periodístico5 llama la atención sobre el Bosque. En 1955 se publican varios estudios.6 En 1954 adquiere el predio Giovanni Bettini., quien hace importantes modificaciones al quitar las murallas limítrofes, esbozar caminos internos y modificar las posiciones de los monumentos (las esfinges, los obeliscos y otros). Luego de restaurar algunas esculturas, el parque es habilitado al público7. En 1955 un grupo de profesores de la Facoltà di Architettura di Roma hace una investigación de archivos y un trabajo de campo, con levantamiento de planos. En 1958 Mujica Lainez visita el lugar8 y en 1962 publica su novela Bomarzo que da lugar al libreto de la ópera homónima escrita en colaboración con Ginastera y estrenada en 1967. A partir de ese momento, numerosos artículos, libros y películas comienzan a difundir una imagen estereotipada del Sacro Bosco. Desde luego que aparte de los trabajos encarados con seriedad científica, aparecen las fantasías que, inspirándose en la novela y ópera Bomarzo, fuerzan interpretaciones apoyadas en un tipo de Psicología profunda que fue popular en la década del ‘70.

Notas

4. Se conservan dos tintas: una, conocida como “Buon Martio” (Vienna. Graphische Albertina. Portale e Urna. Cat. n. 27) y la otra, como “Vue du Jardin de Bomarzo” (atribuído a Breenberg. Louvre. Nº de inventario 23373), son las referencias más lejanas.

5. Mario Praz I Mostri di Bomarzo , L’Illustrazione Italiana nº 8, 1953.

6. Quaderni dell’ Istituto di Storia dell’Architettura (abril de 1955, fascículo especial dedicado a la Villa Orsini). Varios trabajos, entre ellos: Arnaldo Bruschi, L’Abitato di Bomarzo e la Villa Orsini; Giuseppe Zander, Gli Elemmento Documentari del Sacro Bosco y Leonardo Benevolo, Saggio d’Interpretazione del Sacro Bosco.

7. Comparando las fotografías de la primera edición del folleto Bomarzo Parco dei Mostri (blanco y negro), con la segunda (color), se pueden observar importantes intervenciones en los monumentos. Véase p. ej. “El Pegaso”, totalmente restaurado. Estos folletos, sin fecha, se venden a la entrada del parque.

8. Según se lee en la dedicatoria de Bomarzo. Ed. Sudamericana. Buenos Aires 1962.