Tenemos en nuestras manos un catálogo, casi un inventario, que da cuenta de los objetos “maravillosos” del Bosque. Allí se menciona a unas esfinges; al monumento a la Triple Luz; a la Gigantomaquia; las harpías; la tortuga gigante; el can Cerbero; el elefante rematado en una torre; el Pegaso y el dragón haciendo frente a una fiera. También se mencionan los lugares sagrados: la fuente de Neptuno; la torre inclinada de meditación; la caverna de las ninfas; la fuente de la vida. En ese material preparado para orientar el orden de las fotografías que debe tomar el turista, también se discurre sobre la luz del lugar; sobre la vegetación; los arroyos; los planos ascendentes y descendentes; las escalinatas; las grutas artificiales; los paseos de las ánforas alineadas… Bien vale la pena destinar una mañana a ver con cuidado ese esfuerzo realizado hace más de cuatrocientos años. También será interesante seguir a un grupo de visitantes mientras escucha al guía que diserta sobre las ceremonias mágicas que se realizaban en el lugar, sobre los alquimistas que, haciendo un recorrido iniciático, terminaba adquiriendo un conocimiento inefable.

Llegaremos al bosque bordeando un arroyo. Se presentará un río, un puente y una puerta almenada que ostenta el escudo de los Orsini. Entraremos al espacio que Pierfrancesco llamó en varias de sus cartas, “El Sacro Bosco”.

Dos “esfinges ginocéfalas” enfrentadas reciben al visitante. Las criaturas fabulosas, reposando sobre sus pedestales, presentan sus acertijos escritos en piedra. Pero he aquí nuestra primera sorpresa. No se trata de los clásicos acertijos que presentan estos monstruos. No son dechados de profundidad sino suertes de carteles publicitarios redactados con el gusto y estilo de la época. Una esfinge nos invita a responder a su exigente reclamo: “TU CH’ENTRI QUI CON MENTE PARTE A PARTE ET DIMMI POI SE TANTE MARAVIGLIE SIEN FATTE PER INGANNO O PUR PER ARTE”.19 La inscripción de la otra esfinge dice: “CHI CON CIGLIA INARCATE ET LABRA STRETTE NON VA PER QUESTO LOCO MANCO AMMIRA LE FAMOSE DEL MONDO MOLI SETTE”.20 Se trata de una reconvención y un reclamo hecho a la “seriedad”. De paso, se menciona a las siete maravillas del mundo dejando que asociemos con la octava. Respiramos aliviados al comprender que hay allí un humor desmañado, no exento de petulancia, pero alejado de la pesada solemnidad. Viendo esto, nada mejor que seguir buscando los mensajes que nos dé, directamente y sin intermediación de teorías interpretativas, el artífice del Bosque.21

Encontrando la “lucha entre gigantes”, leemos en una estela de piedra emplazada a la izquierda del monumento: “SE RODI ALTIER GIA FU DEL SUO COLOSSO PUR DE QUEST IL MIO BOSCO ANCO SI GLORIA E PER PIU NON POTER FO QUANTO POSSO”.22 Un caso más de autoglorificación.
En el llamado “ninfeo” encontramos una inscripción, desafortunadamente muy borrada por el paso del tiempo.Solamente podemos rescatar estas palabras: “L’ANTRO LA FONTE IL LI… D’OGNI OSCUR PENSIER…”.23

Y buscando nuevas inscripciones llegamos al “teatro” que, como en todo jardín romano importante no podía faltar. En el proscenio se puede leer con dificultad: “PER SIMIL VANITA MI SON AC…(CORDA)…TO D’ONORARE…”.24 Al pie de ese escenario se han colocado partes de dos obeliscos que han sido desenterrados recientemente. Uno de ellos dice: “VICINO ORSINO NEL MDLII”.25 El otro anuncia “SOL PER SFOGARE IL CORE”.26

En una urna cercana a la “fuente de Neptuno” una inscripción dice: “NOTTE ET GIORNO NOI SIAM VIGILI ET PRONTE A GUARDAR DOGNI INGIURIA QUESTA FONTE”.27 Y en otra: “FONTE NON FU TRA CHINGUARDIA SIA DELLE PIU STRANE BELVE”.28

Llegando al “Orco”, al ogro, vemos en el labio superior del monstruo, esta leyenda: “OGNI PENSIERO VOLA”.29

Hay por allí una “banca etrusca” que en su respaldar dice: “VOI CHE PEL MONDO GITE ERRANDO, VAGHI DI VEDER MARAVIGLIE ALTE ED STUPENDE VENITE QUA, DOVE SON FACCIE HORRENDE ELEFANTI, LEONI, ORSI, ORCHI ET DRAGHI”.30 Es una invitación a ver un parque de diversiones.
Una inscripción en la “rotonda” reitera la publicidad desembozada del Bosque: “CEDAN ET MEMPHI E OGNI ALTRA MARAVIGLIA CH EBBE GIAL MONDO IN PREGIO AL SACRO BOSCO CHE SOL SE STESSO ET NULL ALTRO SOMIGLIA”.31

Las inscripciones nos han permitido comprender las intenciones de los artífices de Bomarzo. Por lo menos hemos entendido los mensajes directos de Pierfrancesco Orsini. Pero expuesto así el interés de esta visita, quedamos ante un vacío de significado…
No hemos incursionado en la imaginería de este Bosque porque aquella no es de su exclusivo patrimonio sino que se trata del paisaje comun en que se expresa la mística del Renacimiento. Una mística a veces apenas esbozada y a veces, como en este caso, presentada rotundamente.
Si por necesidad epocal, o por dar relieve a la ingeniosa personalidad del señor del lugar, los arquitectos, diseñadores y escultores, apelaron a temas alquímicos, astrológicos y mistéricos, no por ello podemos pretender que aquellos artífices supieran cabalmente con qué significados estaban tratando. De todas maneras, las expresiones de esa mística están ahí frente a nuestros ojos y entre numerosos absurdos se acumulan materiales valiosos como sucede en algunos desvanes abandonados. Seguramente, crecerá la información (o mejor, la desinformación) sobre el Bosque de Bomarzo. Podremos consultar las bibliotecas virtuales, podremos hojear los libros que desordenadamenrte hablarán de los astros, de la piedra filosofal, y hasta del inconsciente colectivo, pero nada de eso facilitará el acceso a un ambiente cultural complejo que comenzó a forjarse en el sincretismo helenístico de la antigua Alejandría.

19. “Tú que entras con la idea de ver todo con cuidado, dime después si tantas maravillas se han hecho por engaño o bien por arte”.
20. “Quien no va por este lugar con cejas enarcadas y labios apretados, tampoco sabrá admirar las famosas siete maravillas del mundo”.
21. La vergonzosa hojarasca de interpretaciones ha tapado la realidad del Bosque de Bomarzo. Para muestra, consúltese Los Jardines Del Sueño E. Kretzulesco-Quaranta. Ed. Siruela. Madrid. 1996. En el capítulo de Bomarzo: “El Bosque Sagrado”. Sin embargo, se debe reconocer en este libro un buen trabajo de investigación sobre la mística del Renacimiento.
22. “Si Rodas fue famosa por su coloso, también mi bosque es motivo de gloria, incluso más por no poder hacer más de lo que puedo”.
23. “La caverna, la fuente, el li….. de todo obscuro pensamiento…” Tal vez, podría completarse así: “L’antro, la fonte, il lieto cielo. Libero l’animo d´ogni oscur pensiero”. Es decir: “La caverna, la fuente, el contento cielo. Libre el alma de todo obscuro pensamiento”, teniendo en cuenta que el ninfeo incluye las urnas de las ninfas inspiradoras de los cinco sentidos, a saber: un espejo para la vista (Horasia); un instrumento musical para el oído (Aloe); el recipiente de perfume para el olfato (Ofrasia); un racimo de uvas para el gusto (Gusia); la mano apoyada para el tacto (Afaé). Ver El Sueño de Polifilo, cap.VII “Polifilo habla de la amenidad de la región a la que fue a parar, vagando por la cual encontró una fuente exquisita y muy notable, y cómo vió venir hacia sí a cinco encantadoras damiselas…” Las ninfas, antes de decir sus nombres y enunciar sus atributos, le señalan a Polifilo: “…Nuestros aspectos y presencias no deben asustarte; no tengas miedo porque aquí no se acostumbra a hacer maldad alguna, ni encontrarás nada desagradable”. La situación relatada en El Sueño de Polifilo (inspirador de numerosas alegorías de Bomarzo), justifica que se haya completado la borrosa inscripción del ninfeo como hemos escrito más arriba (“…La caverna, la fuente, el contento cielo. Libre el alma de todo obscuro pensamiento”).
24. Que podría trasladarse de un modo dudoso: “Ante semejante vanidad estoy en acuerdo de honrar…”.
25. “Vicino Orsini en el 1552”. Se interpreta que toda la obra fue terminada en 1552.
26. “Sólo para desahogar el corazón”. Explica que su intención ha sido “desahogar su corazón” y no, p.ej. “hacer un bosque alquímico en el que se pueda realizar un recorrido iniciático” como anuncian algunas agencias de turismo y ciertos esoteristas propiciadores de la psicología del inconsciente colectivo.
27. “Noche y día estamos vigilantes y prontos para salvar a la fuente de cualquier daño”.
28. “La fuente no fue (no es) para aquellos que en guardia estén frente a las más extrañas fieras”.
29. “Todo pensamiento vuela”.
30. “Vosotros que vagais errantes por el mundo en busca de maravillas nobles y espléndidas, venid aquí donde hay caras horrendas, elefantes, leones, ogros y dragones”.
31. “Ceden Memfis y cualquier otra maravilla de las que ya hubiere en el mundo en apreciación al Sacro Bosco, que sólo a sí mismo y a ningún otro se asemeja”.