En el mundo actual se producen tres fenómenos: la desreferenciación, la fragmentación y la desorientación, en un enmarque de desorden progresivo, de vaciamiento de contenidos humanos
y de desestructuración. Se pierden las referencias que existían, se tiende a la división de los conjuntos sociales, de las relaciones y se pierde sentido hacia adelante. Si lo proyectamos a futuro, no solamente vemos seguiría así,
sino que con seguridad empeoraría, a menos que aparezca una figura social mundial que referencie, aglutine y direccione.
Ese Movimiento social mundial es una profunda necesidad histórica, no es un ensue\’f1o voluntario, sino que es una necesidad histórica.
Se necesitan estructuras con gran capacidad de influencia y necesitamos que los miembros de esas estructuras desarrollen una gran capacidad de comprensión de la gente para poder orientarla. Tenemos todas las herramientas, la situación es óptima para que crezcamos en estructura e influencia; pero hay que hacer ajustes internos para que eso funcione.
¿Qué hace falta? Un modelo interno que nos dispare en esa dirección. A ese modelo lo llamaremos «El Guía de los Nuevos Tiempos». Pero esa construcción intencional debe ser una aproximación a la expresión epocal de los modelos profundos.
Este trabajo se fundamenta en la función de la imagen.
¿Qué intenciones debería configurar? Las intenciones humanas más profundas y volcarlas al mundo. los atributos que movilizaremos deben corresponder a las urgencias del momento histórico.